Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comDiego Edison Umaña disputa el segundo partido de la final 2011 al frente de Juan Aurich. El técnico colombiano dirigió en estas instancias en su país con distinta suerte al América de Cali y al Junior de Barranquilla. ¿Qué propuso en aquellas ocasiones?

 

Cambiar de caballo a mitad del río es una temeridad. Y que lo diga ahora Diego Umaña, en la víspera del partido de vuelta de la final del Descentralizado 2011. El técnico colombiano no es nuevo en estas lides, de hecho está bastante curtido de ellas. En los últimos tres años le tocó jugar tres series de ida y vuelta definitivas que pudieron hacerlo campeón. En dos de ellas lo consiguió y la restante, la primera de ellas, la suerte le dio la espalda..

Se fue al Diablo

 

Su primera final se produjo a mitad de año del 2008. En realidad ya antes había sido campeón en partidos dobles finales encabezando al Santa Fe en 1989, pero la idea el fútbol era otro en ese entonces y se planteaba de un modo distinto a como se hace en la actualidad. A finales del 2007 toma las riendas del América de Cali, uno de los cuadros más poderosos del fútbol de Colombia, pero que atravesaba una etapa muy dura en aspecto financiero. Lejos a amedrentarse con la situación, Umaña encaró el reto y seis meses después estaba disputando la final del Apertura contra el Boyacá Chicó.

La suerte de los penales le impidió conseguir lo que sin duda era un tremendo mérito, aunque no deja de serlo el hecho de haber colocado a un equipo semimuerto en tal instancia. No pudo sacar ventaja en el Pascual Guerrero cuando fue local y empató 1-1. En la vuelta no le fue diferente y repitió el resultado. Sus jugadores fallaron el tercer y cuarto penales de la serie y así fue qué el Chicó se hizo grande por primera vez, justo frente a uno de los más imponentes del fútbol cafetero. ¿Algún detalle para destacar? Sí, en ambos encuentros jugó con el mismo sistema 4-2-3-1, teniendo como punta de lanza al panameño Luis Tejada, quien marcó el gol de la igualdad en el partido de vuelta mediante tiro penal.

Cali, luz de un nuevo cielo

 

Más temprano que tarde, Umaña encontraría una revancha, de esas que siempre el fútbol da. Seis meses después, volvería a llegar a la final, esta vez del Finalización y enfrente tuvo como oponente al Independiente de Medellín. En este enfrentamiento bipartito, las cosas fueron mucho más sencillas para el cuadro del técnico vallecaucano, quizás porque ya conocía bien la idea de estratega. El primer partido se jugó en el Atanasio Girardot, pero la condición de visitante no fue obstáculo para que Los Diablos Rojos se impusieran por 0-1 con gol de Víctor “Culebrita” Cortés.

La camino se hizo cuesta abajo y en la vuelta, más allá de empezar abajo en el marcador, con goles de “Adriancho” Ramos, Jaime Córdoba y autogol de Abel Ramos, los dirigidos por Diego Umaña se quedaron con el campeonato que significó la decimotercera estrella del club caleño. Harrison Otálvaro, quien este año defendió la camiseta del León de Huánuco, era constantemente parte del sistema 4-2-3-1 que el técnico empleó a lo largo del año y que fue el elegido también para afrontar los dos partidos finales.

Pinceladas del Junior

 

Luego de la calma viene la tormenta, las cosas no continuaron el camino que llevaba el América y Umaña tuvo que abandonar la institución pocos meses después de aquel campeonato. Pero su calidad como director técnico que es bastante conocida le impidió que se quedará sin cuadro al que dirigir por mucho tiempo y para el comienzo del 2010 estaba anclando en el Junior de Barranquilla.

En el cuadro barranquillero el éxito le sonreiría aún más rápido. El primer campeonato que disputó fue el Apertura de aquel año y alcanzó la final contra La Equidad, equipo en el que militaba el peruano Renzo Sheput, actual integrante, como Luis Tejada, del Juan Aurich. En el encuentro de ida, el ‘Pincel’ marcó el gol con su equipo se impuso como local en el Nemesio Camacho (el ‘Campín’ de Bogotá por si alguno se extravió). La vuelta se jugó siete día después, el 2 de junio, en el Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, y los ‘Tiburones’ hicieron pesar la camiseta y la localía; con Giovanni Hernández como principal figura, y Carlos Bacca como doblemente afortunado goleador, Junior se impuso por 3-1 y se coronó campeón. ¿El sistema? ¡Cuál otro! El 4-2-3-1 fue el elegido en Bogotá y en Barranquilla.

¿En qué pensabas, Diego?

Si siempre le dio resultados dicho esquema (incluso cuando no ganó, tampoco perdió en la cancha), ¿por qué se animó a cambiar su esquema dilecto el pasado jueves? Juan Aurich jugó en Chiclayo ante Alianza con un marcado 4-cuadrado-2 que jamás engranó y significó la primera derrota de Umaña, en una final, jugando como local. Ni siquiera en el 89 al mando del Santa Fe sucedió esto, pues se impuso por 2-1 al Unión Magdalena. Está por verse cómo maneja esta circunstancia que es a todas luces desventajosa. 

El cuadrado de Umaña del último jueves quedará en la memoria de los hinchas aurichistas. (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com, enviado especial a Chiclayo)Otro tema para observar es que mientras empleó su ofensivo sistema, nunca recibió dos goles en partidos decisivos. Alianza Lima, con los goles de Arroé y Bazán, es el primero que vence en dos oportunidades el arco de un equipo de Umaña en una final. Esto demuestra que para el técnico, que ahora debe jugarse el todo por el todo en Matute, mandar a sus equipos al frente le resulta favorable en estos casos. Debería hacerlo en La Victoria, ¿lo hará?

No está terminada a final. A pesar de estos datos que ponen en desventaja a los chiclayanos, el técnico cuenta, a priori, con la sabiduría necesaria para darle vuelta a la situación y también con la materia prima para hacerlo. Para empezar, su planteamiento estrella es el que más se ha usado en el año por los aurichistas. Luego, tiene jugadores que él conoce bien, caso Tejada o Sheput. Finalmente, tiene un ataque que impone respeto a cualquiera con hombres como los antes mencionados, más Zúñiga o Chiroque (quienes deberán hacer partidos más acordes a sus pergaminos en Matute para que sus equipo tenga suceso), además de Cueto, Ciciliano, Ascoy o Montes. La parte delgada de la soga está en la defensa que debe presentarse más aplomada, acaso como lo hizo la de Alianza en el Elías Aguirre. Pero si prioriza el ataque como suele hacer y pregonar, esto pasa a ser una preocupación secundaria porque estará más cerca del éxito. Al menos así dice su currículo.

Composición Fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com

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