Tu Caleta: León 4 - Alianza Lima 3 (1994)
Para los aficionados noventeros del país, 1994 es sinónimo especialmente de dos cosas: el Brasil de Romario y compañía, por un lado, y la máquina celeste de Sporting Cristal que ganó de cabo a rabo uno de los campeonatos más claramente definidos en la historia de la Primera División peruana. Pero para los más acuciosos y memoriosos puede sumarse un tercer recuerdo: el gran rush de segunda mitad de temporada del León de Huánuco.
En octubre de aquel año, pues, el torneo estaba casi definido a favor de Cristal, que por la fecha 25, el domingo 23 de octubre, debía enfrentar al siempre difícil Deportivo Sipesa en Chimbote. Si los celestes ganaban darían la vuelta olímpica, pero el cuadro chimbotano resistió un empate a cero que postergaría una semana más la consagración de los del Rímac, a la postre conseguida ante Unión Minas. No obstante, la atención mediática no estaba en el estadio Manuel Gómez Arellano, sino más al centro del país: en el Heraclio Tapia de Huánuco, donde el local León, que venía respaldado por la impresionante racha de seis triunfos y un empate en sus últimos siete partidos jugados, recibía al Alianza Lima de Iván Brzic que bregaba por dar utópica caza a Cristal. Y fue un partidazo memorable -ahora rememorable-.
Había antecedentes
León, de la mano de Ramón Quiroga, era la sensación del campeonato y, además, ante Alianza estaba respaldado por frescos recuerdos. Abierta estaba la herida -si no lo está aun hasta estos días- en los corazones íntimos por la derrota a manos de los huanuqueños en el Descentralizado 1993, con el infame error de Jacinto Espinoza y el gol de Marco Portilla que acabó, en la praxis, condenando a Alianza al quinceañero sin títulos. Esa buena estela huanqueña en Matute se había prolongado en el verano del mismo 1994, con la inesperada victoria 1-2 en el marco del Torneo Apertura contra un cuadro blanquiazul que, cabe decirlo, en aquel momento estaba concentrado en la Copa Libertadores. Cierto era que ya en el Descentralizado Alianza había hecho pagar los platos rotos a León con un 5-0 contundente en la fecha 10, pero ahora en el banquillo estaba Quiroga y el equipo crema pintaba distinto.
Para León, el partido significaba también la aspiración de consolidar su rumbo hacia la Preliguilla. Por ello, se agolpó en las dos tribunas que el Heraclio tenía por entonces un total de 8,216 espectadores, que sumado a los más de 2,000 que poblaban el cerro aledaño, por entonces todavía de libre acceso, daba una afluencia de alrededor de 10 mil personas para el cotejo más importante de aquel domingo.
De ida y vuelta
Con 15 minutos de adelanto para facilitar el regreso de Alianza a Lima luego del partido, el árbitro Fernando Chappell dio la orden a ambos contrincantes de saltar al campo de juego. León, recibido en olor a multitud y con una hemorragia de papelitos picados, lo hacía con Sergio Salazar en el pórtico; José Luis Reyna, Raúl Mejía, 'Danny' Chumpitaz e Ismael Zegarra en el fondo; Carlos Cumapa, José Castillo, Guillermo Duffoó y Giuliano Portilla en el mediocampo; el argentino Oscar Cardozo y Ricardo Cano en la delantera. En tanto, Alianza saltó al campo con Francisco Pizarro bajo los tres maderos; Carlos Basombrío, José Soto, Frank Ruiz y Carlos 'Loco' Enrique como zagueros; Juan Jayo, Mario 'Kanko' Rodríguez, Paulo Hinostroza, Juan Carlos Kopriva y Marco Valencia en el mediocampo, mientras que el brasileño Eliel dos Santos quedaba como único hombre de punta, este último, ante las ausencias de Darío Muchotrigo y Waldir Sáenz por sendas lesiones.
El trámite prometió y cumplió de acuerdo con las expectativas. Apenas al minuto, 'Danny' Chumpitaz y su potente disparo heredado del 'Gran Capitán' comenzaban a cobrar con un tiro libre que se coló en el arco de Pizarro. Luego, a los 31', una escapada de Portilla derivó en un centro que Cardozo, de palomita, mandó a guardar. José Soto descontó cinco minutos luego para Alianza, también de tiro libre, y con el 2-1 se fueron al descanso. Alianza pudo empatar a poco del pitazo parcial en una de Kopriva solo en el área, pero no era el día del argentino, quien a la vez era el blanco de las animadversiones de los hinchas locales.
Ya en el complemento, el marcador no se movería hasta los 69', cuando Portilla se coló en el área íntima y puso el tercero. Y casi de inmediato, a los 72', un ex aliancista, Ricardo Cano, completaba ribetes de escándalo: 'Canito' puso el cuarto con un sombrero a Pizarro que hizo rugir al Heraclio Tapia como si el apelativo de 'Jaula' ya le hubiera sido endilgado para entonces. Sin embargo, Alianza estaba para dar pelea: Juan Jayo, quien comenzaba a especializarse en los tiros de media distancia, redujo diferencias con sendos remates a los 74' y los 80' de modo de instalar el suspenso, solo despejado con la desnaturalización del partido.
El tole-tole
Para quienes antojadizamente creen que una bronca completa lo que se va a ver en un estadio de fútbol de modo que un espectáculo cierre, las siguientes líneas serán de plácemes. Para quienes sostenemos lo contrario, esos minutos finales estropearon el magnífico 4-3 que se vivía en Huánuco. Ocurrió al borde de los 88', cuando Juan Saavedra, quien había ingresado por Kopriva, recibió un pase largo y, en mano a mano ante el golero Salazar, puso el empate por el que Alianza tanto había bregado. No obstante, el juez Fernando Chappell no titubeó y anuló el tanto por posición adelantada de 'Peluquita', que según las crónicas de la época no existió.
Llegó el pitazo final y con eso la reacción íntima. El plantel íntimo se fue encima de Chappell y mientras Marco Valencia le hacía gestos al juez con la mano sugiriendo alguna componenda económica, el 'Loco' Enrique andaba desaforado y no solo le reclamaba al juez a viva voz, sino que se comenzaba a trenzar a golpes con los policías locales. En otro lado del campo, el brasileño Eliel, quien había sido expulsado junto a José Castillo por agresión mutua, le decía la vida entera al árbitro. Mientras tanto, Raúl Mejía, silencioso, alzaba el trofeo donado por la empresa Celusa -embotelladora de Real Kola, sponsor de León por entonces- para el ganador del cotejo.
Los saludos de Brzic con Quiroga, quienes habían trabajado juntos en Universitario el año anterior, cerraron una jornada empañada por los incidentes del final. Para Alianza, por cierto, la derrota era sinónimo de perder casi del todo de vista a Cristal, cosa que se consumó la semana siguiente, y más bien centrarse en la lucha por el subtítulo frente a Universitario -que acabó rebasándolo en la tabla de posiciones-. Para León, en tanto, el inolvidable 4-3 del 23 de octubre de 1994 significó un hito importante en el camino a la Liguilla y a la que era la mejor campaña de la historia del club huanuqueño antes de su dorado presente.
Recortes: diario El Bocón
escrito por leo , November 08, 2011
escrito por Cristian Diaz Valderrama , November 10, 2011
escrito por Edmundo Panay Lazo , July 31, 2012
Han pasado 18 años, sin embargo la crónica escrita con garra de deportista y calidad periodÃstica, nos vuelve al presente.
Saludos.
Edmundo Panay Lazo
escrito por Aaa , January 25, 2013