Los dueños de La Plata y un préstamo
De los tres grandes de Sudamérica, dos han ganado cuanta Copa América se disputó en su tierra. Brasil albergó cuatro torneos continentales; Uruguay, siete. Entre los dos acumularon once campeonatos en estas tantas ediciones de Copa. Siempre hicieron respetar su casa, algo de lo que no puede jactarse el tercer coloso: Argentina. Los albicelestes vieron ya en dos ocasiones a los charrúas quedarse con los certámenes que organizaron. En medio de estas historias, Buenos Aires sirvió como escenario de la definición, en tercer partido, de la Copa de 1979, una de las tres que se jugaron sin sede fija. Entonces, los argentinos vieron a Paraguay quedarse con el título en una de sus canchas.
El más platense de los dos
En 1916 nació la Copa América. Que entonces llevara otro nombre no le quita la dignidad de ser el torneo de selecciones más antiguo del mundo. Por aquel entonces, a los del Río de la Plata les iba mucho mejor que en el presente; de hecho eran las dos máximas potencias del universo fútbol. Argentina fue la escogida para organizar el primer Campeonato Sudamericano de Selecciones. Se trató de un cuadrangular que completaron los representativos de Brasil y de Chile. Los trasandinos -como llaman los argentinos a los chilenos- fueron el conjunto más débil, cayó por abultadas goleadas ante Argentina y Uruguay, y apenas pudo empatar en su último encuentro ante Brasil.
Los verdeamarelhos, que aún no jugaban con esos colores, hacían buen fútbol pero no eran los monstruos que serían con el correr de los años. Tras empatar con Chile, le arrancó una nueva igualdad 1-1 al local. En su último partido, le hizo la vida imposible a Uruguay, pero finalmente fue derrotado por 2-1 tras empezar ganando el partido a los 8’. Con esto, argentinos y uruguayos llegaron al encuentro final de la Copa. La ventaja era de los charrúas que llegaron con un punto más, así que los albicelestes debían ganar para que el título se quede en casa.
Ya era un clásico para entonces. Los incidentes no se hicieron esperar, el partido se suspendió, se cambió de cancha (de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires a Racing) pero el resultado no cambió de principio a fin. Fue un empate 0-0 con el que Uruguay ganó su primera Copa.
Cancha se necesita, vamos a Argentina
En 1979 se jugó la segunda de tres Copas América que se jugaron sin sede fija. Perú era el campeón vigente y pasó a jugar directamente la semifinal contra Chile, ganador de unos de los tres grupos de tres que se formaron para la primera etapa. En aquella oportunidad, con goles de Carlos Cazsely, los mapochos derrotaron 1-2 a Perú en el “viejo” Estadio Nacional. El empate sin goles en el Nacional de Santiago puso a la Roja en la final.
En los partidos decisivos se enfrentaron a Paraguay, que había eliminado a Ecuador y a Uruguay en la primera fase. En la semifinal, sacó de carera a Brasil con las grandes actuaciones de los hermanos Morel y del incipiente Julio César Romero, ‘Romerito’. En la primera final, en Asunción, volvieron a brillar Milcíades Morel y ‘Romerito’, autores de dos y un gol respectivamente. La diferencia de goles no contaba, así que Chile logró que se juegue un tercer partido tras derrotar 1-0 a los albirrojos en el partido de vuelta.
El partido se jugó en el José Amalfitani, la cancha de Vélez Sarsfield, en Buenos Aires. No hubieron goles en ese partido, así que Paraguay se consagró campeón por haber convertido más goles en los dos primeros partidos (¿?). La lógica del sistema no la vamos a explicar aquí, sino a destacar que por segunda vez en la historia, un equipo diferente a la Argentina se consagró en sus canchas. Claro que no fue el local del torneo, pero le prestó la casa a Paraguay para que gane su campeonato.
En Argentina el local es Uruguay
En 1987 se comenzó a disputar la Copa América con sedes rotativas. Es decir, se estableció que cada edición sería organizada por un país distinto en Sudamérica. El primero de estos que albergó el certamen continental fue Argentina. Al igual que la primera vez que fue sede, no pudo ser campeón. Ganó su grupo tras empatar con Perú y golear 3-0 a Ecuador, con un tanto de Caniggia y dos de Diego Maradona.
La blanquiroja jugó el último encuentro del grupo contra los tricolores, pero no pasó de un empate 1-1. Argentina campeona de mundo se enfrentó en las semifinales con Uruguay. Tenía al mejor jugador de México 86 en sus filas pero no pudo superar al cuadro celeste. Antonio Alzamendi, un gran delantero uruguayo de todos los tiempos, marcó el único gol del partido que dejó a Maradona y compañía luchando por el tercer lugar contra Colombia. Tampoco ganaría el podio, pues los cafeteros se impusieron 1-2. Su rival fue Chile, la sorpresa del campeonato.
En la primera fase, eliminó a Venezuela y a Brasil. A los llaneros se les ganaba solo con pararse en el campo en esos años, pero hacerle un 0-4 a Brasil ha sido un mérito en cualquier momento. Eso fue en la ciudad de Córdoba, y allí mismo se impuso por 2-1 a Colombia con lo que se ganó el derecho de jugar la final. Hasta ahí le dio la cuerda a los chilenos pues Uruguay se impuso con un solitario gol de Pablo ‘El Profesor’ Bengoechea.
Argentina no gana en casa
Las últimas dos veces que Buenos Aires vio una final de Copa América en sus estadios, Argentina no ganó. Mañana los últimos consagrados en canchas de Vélez y de River, se enfrentarán para definir al nuevo campeón de América. Uruguay y Paraguay tienen la oportunidad de ganar una Copa más. Si lo hacen los paraguayos, alcanzarán su tercer título, lo que los pondría uno por encima de Perú y se colocarían en el cuarto lugar en campeonatos ganados. Si Uruguay lo consigue, se hará de su décimo quinta corona, con lo que sería el máximo ganador del torneo continental. Y en casa del rival de siempre. Para armar la fiesta a puro candombe, se ha puesto muy bonita la casa… ¿la casa de quién? La de Argentina.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: espndeportes.com, revista El Gráfico, AFP