Neutral y belicoso
En los amistosos de Perú jugados en suelo neutral, la selección ha acumulado tanto buenos como malos resultados. No es la primera vez, por ejemplo, que le toca jugar en esa condición ante Ecuador. Ya lo hizo dos veces, una en New Jersey, Estados Unidos, en 2006 con empate 1-1 -tanto de Paolo Guerrero para la blanquirroja-, y luego un año después en Barcelona, España, con victoria por 2-1 con tanto de Jefferson Farfán y autogol de Ulises De la Cruz. Esta vez, vuelve a enfrentarse al 'Tricolor' ahora en La Haya, ciudad conocida por su vocación conciliadora y de resolución de diferendos a través de su Corte Internacional.
Sin embargo, no todos los amistosos de Perú en campo neutral evocan recuerdos pacíficos. De hecho, quizá uno de los partidos más recordados de ese tipo sea aquel que la blanquirroja disputó ante México en East Rutherford en 2003, cuando era dirigida por Paulo Autuori. El combinado nacional derrotó por 3-1 a los dirigidos, en ese entonces, por Ricardo Lavolpe. Aquel encuentro es recordado por el gol de Claudio Pizarro a 14 los segundos de iniciado el partido, y sobre todo por la bronca que se armó tras el choque entre Miguel Rebosio y Jared Borgetti, y la posterior suspensión de Pizarro.
El primer abril
Pero lo que quizá se conozca poco es que aquella no fue la primera vez que Perú enfrentó a México en campo neutral ni que protagonizó una bronca en canchas extrañas ante los aztecas. Curiosamente, eso mismo ocurrió la primera vez en que la blanquirroja disputó un único partido amistoso en campo neutral -es decir, al margen de torneos o copas de exhibición-. Ocurrió en Pasadena, Estados Unidos, un 4 de abril de 1978, nada menos que en el mítico Rose Bowl que años después vería a Brasil consagrarse tetracampeón del mundo.
El elenco peruano, dirigido en ese entonces por Marcos Calderón y en camino para el Mundial de 1978, contaba con todo su potencial, excepto con César Cueto, quien por entonces todavía no estaba en los planes del técnico para el once titular en la justa en suelo argentino. El rival, en tanto, también se preparaba para la Copa del Mundo y era comandado justamente por un gaucho: José Antonio Roca, entrenador que se hizo famoso por sus títulos en las ‘Águilas’ del América. Entre sus principales figuras destacaban Guillermo Mendizábal (Cruz Azul) e Ignacio ‘Nacho’ Flores (Cruz Azul), además de los jóvenes Hugo Sánchez (UNAM) y Víctor Rangel (Chivas). Destacaban nítidamente, asimismo, los peinados excéntricos de Leonardo Cuéllar (San Diego Sockers) y Rigoberto Cisneros (Monterrey).
No creen en tacos
Con el pitazo inicial del estadounidense Kribitjan Toros, el encuentro empezó y Perú se paró con un 4-1-2-3, similar al esquema que posteriormente usaría en el Mundial 1978. Estuvieron Ramón Quiroga en el pórtico; Jaime Duarte, Héctor Chumpitaz, Rubén Díaz y José Navarro al fondo; Juan José Velásquez, Percy Rojas y Teófilo Cubillas al medio; Roberto Mosquera, Oswaldo Ramírez y Juan Carlos Oblitas en el ataque. México, entretanto, lo hizo con José Reyes en el marco; Ignacio Flores, Rigoberto Cisneros, Eduardo Ramos y Arturo Vázquez Ayala en el fondo; Rodolfo Montoya, Leonardo Cuéllar, Enrique López Zarza y Guillermo Mendizábal en el medio; Víctor Rangel y Hugo Sánchez adelante. Nombres más, nombres menos, las bases de los equipos que ambos seleccionados presentarían dos meses después en canchas argentinas.
El equipo mexicano salió a llevarse por encima a Perú. Pero el ímpetu de un equipo que tenía a varias figuras que aún no maduraban, no pudo ante la experiencia y el bagaje peruanos. Ante la vehemencia en su juego que imponían los aztecas, los jugadores peruanos tuvieron que frenar esto con duras faltas. Aun así, México se acercaba cada vez más al arco de Quiroga.
La avalancha verde se acercaba cada vez más y el gol parecía que no tardaría en llegar; sin embargo, las mañas de Marcos Calderón enfriaron el partido, pues tras caer algunos proyectiles en el banco peruano, el técnico invadió el terreno de juego y se fue a reclamarle al árbitro. La actitud del técnico peruano no fue bien recibida por los hinchas mexicanos, que eran mayoría entre las 38,016 almas que poblaban las tribunas del Rose Bowl. El público se fue enardeciendo y la temperatura del juego crecía.
Tiempo de botellazos
El partido continuó en su segunda etapa y México lucía desesperado ante la blanquirroja, que sorprendía con el buen estado físico al lado de los jóvenes mexicanos. Con más precisión, la selección nacional convirtió el primer y único tanto de la noche a los 74’. Un tiro de esquina del ‘Trucha’ Rojas complicó al portero Reyes, quien rechazó mal y le dejó el balón a Raúl Gorriti (había reemplazado a Mosquera a los 58’), quien solo tuvo que empujar el balón y partió a celebrar.
Nuevamente, las botellas caían cerca de donde se encontraban los suplentes peruanos, quienes no estaban protegidos, sino al aire libre, expuestos. Por ello, otra vez Marcos Calderón, ahora con sus pupilos, tuvieron que abandonar las bancas y fueron a reclamarle al árbitro del partido Kribitjan Toros, enseñándole las botellas que caían de las tribunas. Una de estas impactó en Germán Leguía y lo dejó inconsciente.
El plantel peruano se cambió de lugar, pero ni así pudo evitar a los enfurecidos hinchas mexicanos. Por ello, todos los integrantes del equipo dirigido por Calderón debieron ver el partido parados. No obstante, corrían un gran peligro, pues los hinchas mexicanos comenzaban a invadir el estadio de a pocos. Finalmente, para tranquilidad de los peruanos, acabó el partido. Pero para los hinchas de ambos bandos no todo terminó ahí, ya que en las mismas calles de Pasadena hubo riñas entre mexicanos y peruanos.
Caminos y destinos no tan distintos
Después del amistoso, México terminó su preparación para el Mundial ante España en Granada y Finlandia en Helsinki. Posteriormente, la historia fue negra para el ‘Tri’, pues quedó en el último lugar de Argentina 1978 tras tres derrotas, una de ellas por seis goles a manos de Alemania. Por su parte, Perú quedó listo para el Mundial, después de un amistoso ante China en Lima y otro ante Brasil en Río de Janeiro. En la justa mundialista, aquella selección presentó "el mejor mediocampo del mundo" en primera fase, y en segunda... se acabó pareciendo un poco a México.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Recortes: revista Ovación
escrito por Aliper , March 29, 2011
escrito por jose cacho , April 18, 2013