Champions a la chalaca: Los destacados del martes 30
Lo bueno, lo malo y lo feo de la apertura de la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League.
Fotos: UEFA.com
LA FIGURA. Aunque el Arsenal jugó como una de esas orquestas que no desafinan en la mínima nota, fue Robin van Persie el más destacado de la jornada al poner el toque preciso en los momentos claves de la goleada sobre el Porto. Primero con la puntita tras un centro de Adebayor, y luego con una magnífica jugada individual, siempre a perfil cambiado, en el arranque de la segunda parte. Ah, por si faltaba decirlo: ambos de prolija zurda.
LA JOYITA. El segundo de Dimitar Berbatov al Aalborg (tercero del Manchester) fue uno de esos goles que siempre quieren intentarse en Winning Eleven: centro al corazón del área para pegarle de tijera sin marca. El golero Zaza tuvo poco o nada que hacer ante el tiro cruzado del búlgaro.
LA EMOCIÓN. Estuvo en el Madrigal cuando las pulsaciones latían al máximo ante lo cerrada que estaba la zaga del Celtic. Solo el 'Perro' Senna, con un remate furioso al que no pudo llegar Boruc, fue capaz de romper el cero y poner al Villarreal a la cabeza de su grupo junto al Manchester. 
Raza de caudillo, bien dirían.
LA PENA. Una falta por detrás de Thomas Augustinussen sacó al 'Colorado' Paul Scholes del partido ante el Aalborg. El primer pronóstico, a falta de mayores exámenes: dos meses de para por lesión en los ligamentos de una de las rodillas. Vaya si Ferguson lo va a extrañar.
LOS HORRORES. Elija usted cuál de los autogoles de la jornada fue peor. Si prefiere lo vistoso, el de Demichelis: realmente un lujo pegarle así al balón de espaldas al arco para confundir al pobre Rensing -los tiros libres de Juninho acaban en goles bonitos así él no lo quiera-. Y si prefiere lo rústico, el de Huboçan en el Zenit - Madrid: le pegó tan rabiosamente a su propio arco que ni el 'ultra' más fanático habría sido capaz de superarlo.
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