Se salió del bolo
Si Áncash tenía también, aunque remotas, posibilidades de entrar en el "Grupo de los Siete", Bolognesi las borró por absoluto. Juan Diego Gonzales Vigil y José García apagaron rápido las esperanzas de los huaracinos, a los que ni el gol de Carty sobre el final les alcanzó. Este fue el último encuentro del 'Lobo', quien parte a Ecuador para jugar por EMELEC.
¿Por qué Áncash sufre las despedidas de Gonzales Vigil?
Fotos: Radio Uno de Tacna
El semblante del adiós, la mirada de la euforia, la celebración del descontrol. La despedida de Juan Diego de Tacna, el terruño meridional de su reencuentro goleador. Y así es, el ‘Lobo’ parte rumbo a Ecuador dejando un recuerdo palpable de su etapa en la ‘Ciudad Heroica’: el abrazo emocionado del gol, que con él bien puede costar una caída.
LOBO-HOMBRE EN GUAYAQUIL
La ida de Gonzales Vigil al ecuatoriano EMELEC de Guayaquil dejó de ser hasta hace unos días un ligero rumor de tabloide para convertirse en una realidad con contrato a la espera de la firma. El encuentro de hoy ante Áncash sería el último antes de pisar el aeropuerto Carlos Ciriani con destino aéreo a Lima. 
Será por eso que a los 24’, ‘Kike’ Ísmodes -que reaparecía- se paró en una esquina y envió el centro, Adrián Zela pivoteó preciso y Juan Diego tuvo fácil tarea al anidarla. El gol inicial de un ‘Bolo’ que había asumido papel protagónico, cuando el obligado era Áncash, con necesidad de ganar para tentar un espacio en los siete de arriba.
Ni para reaccionar había tiempo para los de Alzamendi, porque cinco minutos más tarde, el propio Ísmodes ejecutaría otro balonazo desde el córner y José García, que se sacó la lotería de los elogios, repartidos a manos llenas por el panel de Radio Uno de Tacna, mandaría otro testarazo que vencería al cuasi amateur golero huaracino César 'Dida’ (¿?) Carrero.
EL AVESTRUZ PONE LOS HUEVOS MÁS GRANDES
Apremiado y embravecido, el uruguayo Alzamendi mandaría un par de cambios en la segunda etapa. De ellos, Vera era el más necesario. Si el sétimo puesto estaba más lejos que su Durazno natal, al menos había que evitar la goleada con el once inexperto que había mandado al campo. Además, adelante tenían al bicentenario Carty y su impredecible juego de ciencia ficción. Al menos, goleador es. Dos ocasiones seguidas casi le dan el descuento madrugador a la visita, con despeje de Jesús Álvarez en la raya de por medio.
Ahí nomás, sabedor de que el partido se le venía encima, Torrente mandó a Jaime Linares. El ex Boys, cual doctor, le puso la anestesia necesaria al partido. Claro, nada es perfecto, se comió una amarilla. Pero sirvió -y mucho- Linares para que ‘Bolo’ volviera a gozar de ocasiones arriba: Juan Diego que se pierde sobre los 58’ un doblete memorable.
Nada más. Y si se pide el porqué del subtítulo, puede tomar el boleto hasta el ’84: El viejo Germán que se había fajado ante los empellones de la zaga bolognesiana -su acompañante Jean Franco Zalón fue apenas comparsa- recibió la recompensa de los justos por su empeño. Pase al vacío y el ‘Avestruz’ que aprovecha la salida errada de Schurholz para meterla.
En Tacna tal vez salga la Luna llena ante la partida del goleador con pinta animal. Se oíra el último aullido del campeonato: Gol.
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