Lima - Sao Paulo por solo 1945
Nos las pidieron y acá están: algunas precisiones sobre el amistoso jugado por Sao Paulo en Lima ante la 'U' en 1945. A saber: el partido se suspendió por invasión del público, los brasileños sí salieron en hombros y el gol crema lo anotó un jugador de Alianza Lima.
Durante las últimas horas, en la redacción de DeChalaca.com hemos recibido diversos correos y pedidos de aclaración de una información difundida por la página web oficial del Sao Paulo Futebol Clube -y rebotada por medios peruanos- acerca de un partido amistoso jugado por dicho club en Lima contra Universitario, supuestamente, el 11 de mayo de 1945. El cotejo fue ganado por el cuadro brasileño por el marcador de 1-5, en un supuesto "estadio Municipal de Lima" y, siempre según la página oficial del cuadro paulista, los jugadores brasileños salieron en hombros de los hinchas peruanos.
Ante todo, queremos precisar que no es característica de DeChalaca.com hacer crónicas o reportajes sobre partidos amistosos, sean pasados o presentes. Creemos que uno de los errores más frecuentes en la estadística o en el reportaje local es equiparar amistosos a cotejos oficiales sin hacer mayor distingo, cosa que induce a confusión al aficionado. No obstante, dado el pedido del público, queremos hacer una excepción para validar la información propalada y, eso sí, hacer algunas salvedades importantes.
Primero: El partido sí se jugó, pero en el Antiguo Nacional y en otra fecha
El cotejo no se disputó el 11 de mayo, sino el 4 de noviembre de 1945. Fue el tercero de una ronda de cuatro partidos amistosos sostenidos por Sao Paulo en Lima; en días previos a su choque con universitario, el cuado paulista había conseguido sendos empates 1-1 frente a Atlético Chalaco y a Deportivo Municipal. De esto último, se infiere, podría derivar la confusión respecto del nombre del estadio (no existe ni existió ningún "Municipal de Lima"); 
acaso en Brasil se haya entendido que como el Nacional fue reinaugurado en 1952 no pudo albergar el cotejo, pero es por todos conocido en el Perú que antes de él estuvo el Antiguo Nacional de madera en su lugar.
Al ser un amistoso, Universitario contaba con algunos refuerzos, como era habitual cuando se sostenían temporadas internacionales en la época. Así, el cuadro crema contó, por ejemplo, con la presencia de 'Tito' Drago, máxima estrella de Deportivo Municipal, como entreala izquierdo junto a 'Lolo' Fernández; y como entreala derecho, estuvo Carlos Gómez Sánchez, figura de Alianza Lima. Así, la 'U', dirigida por Arturo Fernández, saltó al campo con Carlos Ganoza (el llamado 'Pez Volador') en el arco; Andrés Da Silva y Lorenzo López en defensa; Maximiliano Huapaya, Pablo Pasache y Carlos Arias en mediocampo; Eduardo 'Lolín' Fernández, Gómez Sánchez, 'Lolo' Fernández, Drago y Jacinto Villalba en ofensiva. Como el tope fue amistoso, se permitieron cambios y reingresos, por lo cual también alternaron el portero suplente Mario Sacco, Casas, Carlos Stolzembach y Juan Castro.
En tanto, Sao Paulo presentaba un equipo poderosísimo con dos figuras excluyentes: su capitán Leónidas da Silva, el 'Diamante Negro' que brillara y fuera goleador en el Mundial de Francia 1938, y el argentino Antonio Sastre, bicampeón sudamericano con su selección y considerado alguna vez por la AFA como el jugador "más completo" de la historia del balompié gaucho. El técnico era Vicente Feola, quien años más tarde se consagraría campeón mundial con Brasil en Suecia. Él dispuso la siguiente oncena: Gijo en el arco; Piolim y Armando Renganeschi en la zaga; Jacó, Ruy y Bauer en volante; Rubén Barrios, Antonio Sastre, Leónidas, Remo y Teixeirinha en ataque. Alternaron también el meta suplente King, Virgilio, Armando, Antoninho y Américo.
El choque concitó inusitada expectativa, tanta que hasta el mismísimo presidente de la República, doctor José Luis Bustamante y Rivero -patricio si los hubo de la democracia, quien había asumido unos meses antes-, se hizo presente en el Antiguo Nacional acompañado de su "distinguida esposa" (para estar a tono con los diarios de la época) y del doctor José Gálvez, 
presidente del Senado, entre otras personalidades que ocuparon el palco oficial. No anduvo tan cómodo, en cambio, el resto del público.
Segundo: El partido se suspendió por invasión del público
El partido comenzó parejo. A los 5', Teixeirinha puso arriba a Sao Paulo con un remate corto tras una pelotera en frente del arco de Ganoza. Pero a los 15', una combinación entre Drago, 'Lolo' y Gómez Sánchez acabó en un remate fuerte de este último que, tras golpear en el poste, se introdujo en el pórtico paulista. Era el 1-1 que hacía prever un partido cerrado, como los que Sao Paulo había jugado contra Chalaco y Municipal.
Sin embargo, Sao Paulo tenía guardado lo mejor de su vidriera para ofrecerlo esa tarde a un público que decía estar en deuda con su expectativa respecto del team brasileño, según los medios. Teixeirinha habilitó a Leónidas, quien descontó a Arias y disparó para poner a la visita arriba a los 20'. Y a los 29', un penal bien capitalizado por Teixeirinha selló el 1-3. La 'U' hizo algunos cambios y tuvo ocasiones, pero Drago, Gómez Sánchez y 'Lolo' no estuvieron finos en definición, según reporta el diario La Prensa. 
La debacle se produjo a los 69': Ganoza salió mal a cortar un centro y dejó el balón picando, y Teixeirinha, ni corto ni perezoso, aprovechó la cortesía y la mandó adentro. El error llevó a que el golero fuera cambiado por su suplente Sacco, quien respondió bien en su primera intervención, pero en la segunda no pudo contener un tiro de Remo, con lo que se selló el quinto.
Corrían 75' y se produjo la hecatombe. Ocurría que, por algún extraño motivo de esos que todos saben pero nunca se conocen, se habían vendido más entradas de las 23 mil que el Antiguo Nacional tenía como aforo. Por tal motivo, como ya había ocurrido en el cotejo de Sao Paulo ante Municipal, el público excedente había tenido que ser ubicado en el contorno mismo del campo de juego, por lo que apenas producido el quinto gol brasileño, los aficionados ingresaron al campo. 
Ante la situación, el árbitro Juan Bulnes -quien, cabe la anécdota, en su juventud fue jugador de Alianza Lima- dio por concluido el cotejo de inmediato, cuando todavía restaban 15 minutos por jugarse.
La reacción de cierto sector del público, en ese momento, fue aún más feroz. En la parte sur de la tribuna de Segunda (lo que hoy vendría a ser Oriente, en su intersección con Sur), se comenzaron a encender fogatas con papel periódico que, dado que las gradas eran de madera, rápidamente se tradujeron en un fuego de proporciones. Felizmente, la actuación de la Policía montada y de los bomberos fue veloz y se evitó cualquier tipo de daño humano, ante la rápida evacuación del público. No obstante, quedaron inutilizadas alrededor de 1,500 plazas en la tribuna que no pudieron ser empleadas para el siguiente choque de Sao Paulo, frente al combinado Sucre - Alianza Lima.
Estos sucesos, reportados en los diferentes diarios de la época, son corroborados por nadie menos que el célebre Julio Ramón Ribeyro en su cuento Atiguibas, incluido en la selección Cuentos de fútbol del argentino Jorge Valdano. Allí, además, el escritor confirma algo que las fotos en blanco y negro sugerían: que Universitario no había jugado con su acostumbrada camiseta crema, sino con una verde, como cortesía ante la similitud de su uniforme con el blanco del visitante. Al parecer, este cambio de camiseta de la 'U' se habría producido luego de la salida de los equipos al campo, 
ya que en las tomas previas al cotejo, como el lector puede apreciar, los jugadores cremas sí lucen su uniforme habitual.
Tercero: El público sí cargó en hombros a los jugadores de Sao Paulo
La página oficial de Sao Paulo atribuye al diario La Crónica reportes respecto de que el público limeño habría ingresado al campo para felicitar y cargar en hombros a los jugadores paulistas. Como ya se ha visto, el público no entró al campo, sino que siempre estuvo en su contorno por el problema de aforo. Pero la versión de que los hinchas peruanos alzaron a los brasileños es también confirmada por la revista Sport, que inicia su crónica con los párrafos que a continuación se reproducen, y que permiten además entender cuál era la lógica que primaba en la prensa y el público de la época.
"Ningún detalle es más revelador del desconcierto general que se produjo ante el inesperado contraste de Universitario que la reacción del público después del quinto gol de Sao Paulo. Casi todos, como respondiendo a una sola voz, a un imperioso llamado y obedeciendo una orden, 
ingresaron a la cancha poniendo así punto final al partido cuando aún quedaban por jugarse 15 minutos sin pensar en su precipitación que en lo que quedaba por jugarse (sic), tal vez, podía haber mejorado el score para los de casa.
¿Es que así trataba la multitud de evitarle al once crema una mayor humillación? ¿O fue tan grande la decepción en esos instantes que se quiso terminar de una vez, sin valor suficiente para resistir el golpe hasta el último momento?
Universitario jamás gozó del total afecto popular. Mejor dicho, casi nunca se adentró en el pueblo y ello hasta cierto punto tenía su explicación. Había, si se quiere, un motivo para guardarle ese rencor como por algo fueron los rivales más temibles de sus ídolos, "Los Íntimos" de La Victoria, de aquel glorioso Alianza Lima y a quienes muchas veces se habían permitido el lujo de ganarles.
¿No tenían motivo acaso para alegrarse de lo que le estaba sucediendo a esos "blanquitos" del Universitario que no eran precisamente el "santo de su devoción"? ¿Cómo era posible, entonces, que así, a su manera, invadiendo la cancha, quisieran suspender el castigo como diciendo: "Basta, ya... basta"? Es que había otra razón. No era un cuadro local cualquiera que había sido derrotado. ¡No! Era, nada menos, el que respondía siempre en los momentos culminantes. Que simbolizaba en once corazones palpitantes toda la virilidad y pujanza de nuestra raza. Universitario, la última carta que siempre quedaba por jugarse cuando las otra habían fallado. Eso fue lo que desorientó a la excesiva cantidad de aficionados que segura y confiada en que los cremas, fieles a su tradición, brindarían un gran triunfo y querían estar con ellos para festejarlo.
Cuán fácilmente nos equivocamos; y qué caro nos cuesta pagar nuestros errores. Difícilmente puede una multitud que lo ha soportado todo, desde las pesadas horas de espera, las largas e interminables colas, los pisotones, el implacable sol, en fin, todas las penurias imaginables, resignarse a una derrota. Por eso al terminarlo 15 minutos antes, de una manera abrupta y alzar en hombros a los "superhombres" que los habían derrotado tan categóricamente, era como una admisión callada de una inmensa superioridad. 
De otra manera no podían concebir ese 5 a 1. Sin darse cuenta de que esa enorme diferencia se debía más que todo a la inexplicable y notoria defección de las líneas posteriores locales (...)".
Cuarto: El fútbol de 1945 se vivía de otra forma
Los párrafos precedentes, antes que servir para la cita burlona de alguna hinchada actual hacia otra o viceversa, reflejan que la manera de ver el fútbol que existía antaño es diametralmente opuesta de esta llena de belicosidad y agresión que hoy quiere predominar. Aun cuando entonces hubo una reacción desmedida en las tribunas -condenada en los peores términos por la prensa al día siguiente-, ella obedeció más a su molestia por una derrota que significaba una caída del fútbol peruano en su conjunto, reflejada en el rol que la 'U' cumplía por entonces, como devela la crónica de Sport: la del equipo que siempre aparecía cuando los demás no podían para salvar el honor del país. Y que más allá de que Alianza, por antigüedad y juego bonito, tuviera con marcada claridad -esto lo sabe cualquiera que haya leído un poco de historia antigua del fútbol peruano- las preferencias de las tribunas por aquellos años, los cremas ya eran vistos como un rival clásico para los íntimos, 
que con el tiempo se sobrepondría al añejo Atlético Chalaco para desplazar en importancia al clásico Lima - Callao que el 'León Porteño' disputaba con Alianza Lima.
Por lo demás, que el público haya sacado en hombros a los jugadores brasileños no tiene por qué ser leído con el tono socarrón que hoy pretende dársele para exacerbar ánimos. En la época, era habitual que el aficionado, haciendo gala de deportividad, reconociera a los triunfadores y los aplaudiera o, por qué no dado que estaba en el campo, los cargara en hombros. Sin insultos, sin objetos tirados al campo; primaba el espíritu que muchos quisiéramos jamás hubiera perdido el deporte.
Así, solo el hecho de percatarse cómo esa tarde de 1945 la 'U' perdió con un único tanto de descuento anotado por un jugador de Alianza Lima devela que los "compadres" supieron, en muchos momentos, darse la mano sin radicalismos absurdos. Y que cuando los medios informaban una semana después que con su triunfo de 4-2 sobre Sao Paulo el combinado victoriano Sucre - Alianza había vengado la goleada recibida por los "úes", se estuviera reivindicando, realmente, el honor del fútbol peruano como conjunto y no el de dos colores que a lo largo de la historia han estado, en el fondo, más unidos que enfrentados. Como ahora que en conjunto, otra vez, defienden ese honor del fútbol peruano en la Libertadores.
Recortes: revista Sport; diarios La Crónica y La Prensa
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Felicitaciones
Yo fui uno de los que pidiò informacion de este partido, muy buena documentacion e informacion, gracias.