Fe ciega, mirada china
Dos exitosos hombres de fútbol se juntan en La Florida con una perspectiva clara: guiar de nuevo a la celeste al lugar que su gloriosa historia reclama. Que no le quepa duda: este 2010, Cristal dará pelea.
Hace 25 años dejó de jugar al fútbol un puntero izquierdo genial. Era un ciego de la casa de Odriozola, que compensaba su corta vista con una larga cuenta de goles. Cuando se cansó de torturar arqueros, se puso a dirigir a otros. Lejos de martirizarlos, se la jugó por un estilo protector, casi de abrazo filial para sus muchachos. Y así siguió ganando; igual que cuando fue futbolista, primero en su casa de nacimiento, la crema, y después en la que escogió para siempre, la celeste.
Hace 20 años apareció un chino. De familia futbolera, pero sin recorrido profesional. Salió de Cantolao y siempre estuvo identificado con la franja, pero es hombre de la casa blanquiazul. Ahí trabajó con menores y ayudó a que se forje la mejor cantera del Perú. Así y todo seguía siendo un chino perfil bajo que, bajito, pedía permiso para entrar a donde llegaba.
El ciego marcó la pauta bajo el puente. Llegó y ganó. Se fue a la selección y perdió, como todos. Regresó y ganó dos veces más. Se fue a la selección otra vez, y otra vez perdió pero con dignidad. Siempre protegiendo a los suyos, logró más de lo que se esperaba. Regresó otra vez y no pudo volver a ganar, pero poco le faltó. Ciego como es, no pudo evitar tropezar en Costa Rica en su primera experiencia internacional. Pero su rica trayectoria lo llevó a Ecuador, a la Liga Deportiva Universitaria, donde fue parte germinal del proceso más exitoso de un club en ese país.
Mientras, en la Copa Perú, el chino casi alcanza la gloria de llevar de nuevo a su querida franja a la máxima categoría. Pero él no se quedó en Segunda, sino que se fue al nuevo equipo serio de estas tierras. Se vistió de blanco santo y siguió trabajando con los menores. Casi de casualidad, por una circunstancia que a la postre resultaría provechosa, tomó el primer equipo. Era 2007 y el chino, siempre calladito, se volvió el técnico peruano más exitoso de los últimos tiempos en el ámbito local. Dos torneos nacionales ganados le dieron voz; se animó hasta a hacer chistes y a despreciar a la Federación que lo buscó como si fuera el bombero que apagaría sus incendios.
Ese mismo 2007 regresó a su casa, por última, vez el ciego. Cansado de tanto ganar, empezó a perder. Llegó en las horas más bajas del equipo y con mucha dificultad logró salvar la baja con el apoyo de su hinchada, que entonces aún lo quería. Luego no pudo consolidar una campaña decente, dirigió una Libertadores más, lo eliminó el que sería el campeón y terminó el año con mucha más pena que gloria. Triste final para un ciego que supo ver una manera de mejorar el fútbol en estos predios. Terminó sus días de técnico con la tribuna recordándole que se equivocó. Dejó el banco por el escritorio: ahora será el gerente celeste y el primer técnico con el que va a trabajar es el chino bicampeón.
Así es como se verá en Sporting Cristal el trabajo en conjunto del ‘Ciego’ Juan Carlos Oblitas y del ‘Chino’ Víctor Rivera. Los dos tienen orígenes diferentes del rimense, pero ambos optaron por dar lo mejor de sí allá entre el puente y la alameda. Los dos demostraron ser técnicos exitosos; uno aún lo es y el otro, desde su paternalidad, armará los planteles. Este marcó época en el cervecero. Aquel busca hacerlo ahora, en su mejor momento. Y no puede haber un mejor momento para que combinen sus fachas de ganadores. Cristal se resquebrajó -y feo- el año pasado, pero en este 2010 tendrá al mejor de los últimos 20 años y al mejor de los últimos 10 juntos por un mismo objetivo. Los rivales vienen, quizá, mejor armados, pero con estos generales al frente, hay un pronóstico seguro para este año: la casa celeste va a dar batalla.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
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Hay que recordar que el 2008 fue el segundo mejor equipo, pero gracias al absurdo formato del apertura y clausura, Universitario fue segundo, pues ganó el apertura. Cristal fue subcampeón de ambos torneos, quedando más cerca de la San MartÃn que de Universitario en el puntaje acumulado. No fue un mal año el 2008 para Oblitas, y creo que mereció mejor suerte ante un Estudiantes que ganó gracias al tiempo adicional exagerado que se dio. Este 2009 no fue bueno para él, pero creo que mereció despedirse de manera distinta.
Toda la suerte del mundo para ambos.
Pero no tanta como para ganarle al Aurich o al Alianza.