Con la mente en el juego
Amén del ruidoso desenlace por la polémica acción en la que el VAR determinó que el balón disparado por Trauco no ingresó a la portería de Rochet, Uruguay venció 1-0 a Perú con tanto de De Arrascaeta. La blanquirroja quedó sin chance de ir de modo directo a Qatar 2022, pero depende de sí misma ante Paraguay para un boleto al repechaje.
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Jimmy Balarezo | @jbalarezo_ Redactor |
Se preveía en los días anteriores al encuentro una muy difícil noche: total, en el mano a mano el historial inclinaba la balanza con amplio margen a favor de Uruguay, al que -por Eliminatorias- solo se había podido derrotar en Montevideo en 1981 con goles de Guillermo La Rosa y Julio César Uribe por 1-2, y en 2004 con Nolberto Solano, Claudio Pizarro y Jefferson Farfán como anotadores en el recordado 1-3. De eso en más, el saldo en procesos premundialistas era muy favorable a los charrúas, que habían ganado cinco veces y empatado solo una.
Era conocido, además, que para una selección de tal nivel jerárquico y al que cada cotejo de alto calibre no hace más que empoderarla, jugar un partido que podía clasificarla directamente a la Copa del Mundo hacía aún más probable en los cálculos que fuera a salir victoriosa en casa. Y en un muy lindo marco de gente, con un estadio que por cuenta propia ya se hace imponente, terminó dándose el resultado más esperable: con Uruguay ganador, tal como en la Eliminatoria pasada, por la mínima ventaja y por 1-0. Aunque le costó.
Es que en Perú el primer tiempo plantó cara. Los de Ricardo Gareca, con un 4-1-4-1 muy compacto con Renato Tapia bien anclado en el mediocentro, Sergio Peña y Yoshimar Yotún haciendo las de interiores y André Carrillo como Christian Cueva repartiéndose las bandas, hicieron un esfuerzo de buen tamaño para hacer ver a Uruguay como un equipo inoperante.
Por si no fuera poco, esa situación de hecho hizo ver a la celeste insegura; así, una serie de imprecisiones de Diego Godín, José María Giménez y Mathías Oliveira permitieron a Perú tocar puerta. Aprovechándose de esa figura, Gianluca Lapadula exigió hasta en tres ocasiones a Sergio Rochet; tuvo chance definir mucho mejor en la primera, cuando un centro de Carrillo lo dejó solo frente a puerta y el 'Bambino' cabeceó al cuerpo del portero. Y aquella falta de eficacia, tantas veces presente, terminó pasándole factura aa la bicolor.
Así, cuando se estaba dando por concluida la mitad inicial del partido, un remate de Federico Valverde que exigió una primera intervención de Pedro Gallese terminó en un tiro de esquina. Y en aquel balón parado, tras una serie de rebotes y confusiones en el área, apareció Giorgian de Arrascaeta para con un furibundo zurdazo marcar el único gol de la noche. ¿Se ajustaba el marcador al trámite? No. Pero con Uruguay de por medio, eso históricamente nunca ha importado mucho.
Y ya cuando le tocó a Perú reaccionar, primero desde el banco con la entrada de Édison Flores y Christofer Gonzales a la cancha para volver al 4-2-3-1 de tiempos pasados en la selección, el escenario mostró a dos ingresantes faltos de energía, que no ayudaron al equipo a amenazar el ansiado empate. Así, la blanquirroja empezó a verse entumecida. Los de Diego Alonso, por su parte, con el 4-trapecio-2 en el que se destacaron de especial manera Facundo Pellistri a la derecha como Federico Valverde liderando la volante, se crecía gradualmente para conservar el score.
Para colmo de males peruanos, la 'Culebra' Carrillo, que venía siendo de los jugadores más amenazantes del campo y que ganó cada duelo individual que tuvo frente a Oliveira, cayó lesionado y tuvo que ser reemplazado por Santiago Ormeño, con lo que Perú terminó el partido empujando a trompicones antes que vía combinaciones. Y en el duelo de divididas, el intento de complicar a una selección como la uruguaya arrojó un resultado más que obvio: Perú empezó a perderlas todas.
Entonces, cuado el partido empezaba a morir, Gareca se decidió incluso por retirar del campo a Cueva y Lapadula como para ir dejando ver la idea de que el partido en el que importa matar o morir será el del martes 29 ante Paraguay en Lima. Se preveía entonces que en el Centenario nada más iba a suceder fuera de ver a los locales celebrando su pasaje directo a Qatar, pero el fútbol dejó claro nuevamente que siempre existen cosas por contar, por lo menos hasta que se dé el pitazo final.
Se jugaba el tercer minuto del tiempo añadido, cuando un potente centro de Miguel Trauco que terminó tomando una curva con dirección al arco fue contenido por Rochet, quien sin embargo se metió entero a su propia portería en procura de tomar el balón lo más lejos posible. Y se desató un lío bravísimo: la banca peruana entera, con los jugadores aún en campo, saltó a reclamar que la pelota había ingresado y se debía revisar el VAR.
Sin embargo, Anderson Daronco, árbitro brasileño, no revisó la jugada pues su protocolo indica que se trata de un hecho objetivo que no requiere de interpretación: lo que el cuerpo arbitral designado al videoarbitraje, en este caso encabezado por Wagner Reway, indicara al respecto era palabra terminante. Luego de la batahola, las imágenes mostradas desde el ángulo observado por los jueces confirmaron se había tomado la determinación correcta. El 1-0 quedó consumado como resultado final.
Le corresponde entonces a Perú olvidarse de aquel amargo desenlace, mejorar dramáticamente el nivel expuesto en el segundo tiempo, y enfocarse ahora en el juego del martes 29. El rival, Paraguay, con bajas importantísimas como las de Gustavo Gómez, Blas Riveros, Mathías Villasanti y Miguel Almirón, es el único obstáculo que puede bloquear el ahora único objetivo: llegar al repechaje. De ganar Perú, se habrá cumplido. Con la mente fuera de las polémicas e insulsas teorías conspiranoicas, sino mas bien puestas en el juego, habrá posibilidades reales de sacar el partido adelante.
Las Fotos
Fotos: AFP; Prensa FPF
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La ficha del Uruguay 1 - Perú 0
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