Foto: Prensa FPFBoys y Mannucci igualaron 3-3 en el Monumental en el que terminó siendo uno de los mejores partidos del año. El agónico gol de Penco deja a los rosados en la cornisa de la clasificación a un torneo internacional y a los carlistas, en el limbo junto a Ayacucho.
Félix Arias Schreiber | @totoasch
Redactor

El cierre de temporada es, por lógica, el momento más tenso del año. ¡Y qué hermoso cuando los equipos implicados lo interpretan así! En el Monumental, Sport Boys y Carlos A. Mannucci saltaron al gramado con una consigna clara: era la penúltima fecha y al frente estaba el rival directo, por lo que solo cabía ganar o morir.

Sin embargo, los presentes de ambos equipos se diferencian en el hecho de que Ýtalo Manzo y Pablo Peirano no mantienen la misma línea de resultados: mientras el exgolero conduce al cuadro porteño a una potencial Copa Sudamericana (y hasta chance de Libertadores) en una destacada campaña final en la Fase 2, el DT uruguayo ha sufrido una irregular segunda mitad de año, por lo que los puntos alcanzados en la Fase 1 -buen momento reflejado en el subcampeonato de la Copa Bicentenario- son ahora el sustento que tiene el equipo tricolor para apelar al cupo internacional. Eso sí, a ambos hay que agradecerles un factor de suma trascendencia para los amantes del fútbol peruano: el renacer de los equipos tradicionales. Y es que hacía rato el certamen doméstico no suscitaba la pasión colectiva de ver a buena parte de sus más grandes exponentes luchando juntos.

La 'Misilera', de plano, aún sufre al defender. Renzo Revoredo comanda la línea de tres y destaca en buena parte de los encuentros, pero sus compañeros a veces pecan a la hora de elaborar o reventarla. En esta ocasión, Benjamín Ampuero intentó salir tocando y cedió la pelota al rival en posición de ataque para que Osnar Noronha marcara el segundo. Minutos antes, una tempranera barrida de José Carlos Fernández había abierto la cuenta. Todo era tristeza para los hinchas rosados, que una vez más se habían volcado en masa desde el Callao a la concentración del plantel en Lince para animar a sus jugadores en emotivo banderazo previo al encuentro. Pero bien dicen que el partido no acaba hasta el pitido final, y en los meses consagratorios aquella redundancia toma vigencia.

El grito a todo pulmón de Fernández luego de su primer tanto, ante la desazón compartida de Nungaray y Bolívar. (Foto: Prensa FPF) 

Manzo, por cierto, aún no coloca un '9' concreto. Esta vez tanto Sebastián Penco como Lucas Campana fueron al banco, mientras Joao Villamarín y Jesús Chávez (rápidamente reemplazado por Jostin Alarcón, debido a una lesión) fueron los encargados de liderar el sistema ofensivo rosado. De cara al arco rival, pues, Boys no tenía cómo destacar en sus centros, ya que carecía de referentes aéreos; pero Villamarín sí aporta diagonales que luego derivan en córners que sus propios defensas pueden aprovechar. Tal fue el caso de Renzo Revoredo, quien se encontró un rebote en una pelota parada y marcó el descuento antes del entretiempo.

El 4-2-3-1 de Mannucci sufría los ataques porteños, por lo que Peirano ordenó ralentizar el juego ante el resultado positivo de los suyos. En un inicio sirvió, pero Penco había ingresado en el complemento y la 'Misilera' sacaba centros por doquier. Manuel Heredia sacó la capa, esa que hace relucir en momentos importantes, y anuló dos cabezazos amenazantes del argentino. En eso, una contra encontró el cabezazo de 'Zlatan' Fernández, quien -bien ubicado- marcó el tercer tanto como diciéndole a Luis Ramírez el refrán que señala que goles que no haces te los hacen, dado que 'Cachito' había desperdiciado una clara ocasión segundos antes.

Boys fue entonces por todo y encontró un penal. Tarek Carranza remató, pero la pierna de Heredia bloqueó el disparo. En medio de la euforia tricolor, Fernando Legario determinó que el golero carlista se había adelantado, por lo que el tiro debía repetirse. Carranza no dudó, agarró el balón y descontó. Si el partido de por sí ya era sumamente parejo e intenso, la situación vivida llevó las cosas al clímax; para remate, Legario había sacado la tarjeta sin reparo, tanto que al final del encuentro once jugadores terminaron pintados de amarillo.

Penco celebra alborozado su tanto, gritado tanto en el Callao como en el Cusco: en la agonía, Boys quedó a tiro de Sudamericana y clasificó de paso a Cienciano a ella. (Foto: Prensa FPF) 

A pocos minutos del final, cuando se esperaba el batacazo carlista, sucedió lo inexplicable. Y es que Boys no solo empató, sino que ambos cuadros protagonizaron la jugada acaso más intensa del año. Primero, los porteños gozaron de tres chances seguidas en área contraria ante un cuadro trujillano que pedía a gritos despejar el balón; por fin rechazado, los tricolores emprendieron la contra: cuatro delanteros contra apenas dos defensores vestidos de morado. La euforia chalaca pasó al lamento y de vuelta al éxtasis en cuestión de segundos: Carranza se barrió tras la recuperación de su línea final y Boys gozó de un contragolpe -sí, contragolpe post contragolpe trujillano post triple chance de la 'Misilera'-. Y en esa, un centro por izquierda encontró la cabeza de Penco. La tercera suele ser la vencida; y lo fue.

El grito de 'Motoneta' se escuchó en el Monumental al unísono, pues corría el minuto 93'+ y la desesperación de la 'Misilera' empezaba a ser evidente. Y si no resulta imaginable cómo se habrá escuchado la celebración en el Callao, menos todavía puede dejarse de pensar en el Cusco: el 3-3 consumó el regreso de Cienciano a un torneo internacional tras una ausencia de doce años.

Ya con el 'Papá' y Melgar clasificados, restan dos cupos a Sudamericana y tres contendientes: Boys, Mannucci y Ayacucho. A los rosados les basta empatar ante Cristal por la última fecha para asegurar el pasaje, o solo esperar que Ayacucho o Mannucci no ganen en la última jornada. Los carlistas la tienen un poco más complicada: dependen de hacer más puntos que Ayacucho en la fecha 17 o, como último recurso, esperar que Boys pierda y ganar superando la diferencia de goles rosada (de +2 por -1 de los carlistas en este momento). Lo cierto es que con las cartas sobre la mesa, ambos equipos regalaron uno de los mejores aperitivos de desenlace en bastante tiempo.

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La ficha del Boys 3 - Mannucci 3

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