Foto: AFPEl Bayern arrasa con cuanto puede: la goleada a domicilio sobre el Benfica lo reconfirma como el gran candidato al título de la Champions. ¿Cuánto hay de Nagelsmann en esta versión del cuadro bávaro y que le añade respecto de los últimos tiempos?
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Decir de saque que el Bayern München asoma como el mejor equipo europeo -y, por ende, del mundo- del momento es casi un refrito: cuestionarlo es demasiado atrevido. Por eso, la cuestión interesante hoy pasa por discutir si este Bayern de 2021/22 es una versión superior a otras precedentes del mismo club, por ejemplo aquella que campeonó en Lisboa la Champions pandémica de 2019/20 de la mano de Hans-Dieter Flick.

Al respecto, es importante establecer después de este arranque europeo perfecto que Julian Nagelsmann no ha introducido cambios sustanciales en el andamiaje del cuadro de Baviera respecto del que proponía el ahora seleccionador nacional de Alemania. El Bayern era y sigue siendo, sobre todo, un equipo excesivamente rápido en todas sus líneas: juega a una velocidad superior a la del resto de clubes europeos, una que resulta letal si el rival es tomado a contrapié.

En materia de nombres, la variación más sustantiva se ha dado en la zaga central, después de las partidas de Jérôme Boateng al Lyon y David Alaba al Real Madrid. Pero Dayot Upamecano se ha adaptado muy rápido: Nagelsmann lo conocía al dedillo del RB Leipzig y ha sabido inducir al francés a ejercer rápidamente un rol de liderazgo a despecho de su juventud. Y con Niklas Süle asentado como titular, el Bayern ha ganado el importante diferencial de poder jugar largo en salida a partir de un central fuerte, cada vez más maduro.

Gnabry desborda, Sané anota: así se mueve la máquina bávara de Nagelsmann y así lo sufrió el público del Benfica en el Da Luz. (Foto: AFP) 

Quizá un sello de Nagelsmann pueda apreciarse en la intensidad del tránsito las bandas, algo notorio en la goleada sobre el Benfica en la que, irónicamente, el DT principal no estuvo en el banco por problemas de salud y fue reemplazado por su asistente Dino Töppmoller -quien recibía las indicaciones dictadas en remoto por Nagelsmann a los analistas sentados en la tribuna-. Así, con el encuentro en cero, Benjamin Pavard fue sustituido por Serge Gnabry, quien se quedó haciendo el recorrido por el carril cuando se esperaba que Joshua Kimmich retrocediera a la posición. Después entró el croata Josip Stanišić, con cuyo aporte se terminó gestando la goleada.

Por lo demás, el Bayern es un equipo estable, tanto en términos de plantel como de emociones. Que el gol en el Da Luz, el escenario de la conquista de 2020, tardara en llegar no fue causa de desesperación, sino de confianza en la existencia de un colectivo que supera cualquier arrebato individual por valioso que este sea. Leroy Sané hoy sin duda tiene más continuidad, pero su estelaridad no es el reemplazo de un Robert Lewandowski plenamente vigente: es el complemento necesario para que este Bayern ya no dependa ni del polaco ni de Thomas Müller, sino del equipo como un todo. Esa es la ruta bávara para volver a alzar la 'Orejona': la del equipo.

Orejonas a la música

SIEMPRE ÉL. Cristiano Ronaldo y Old Trafford son sinónimos en estos tiempos: el Teatro solo sueña con el astro portugués. Ahora apareció con un nuevo cabezazo salvador de su mejor estilo para conseguir lo que en un momento parecía imposible: revertirle el partido a una Atalanta incisiva y conocedora a la perfección del libreto de Gian Paolo Gasperini, reflejado en los tempranos goles de Mario Pašalić y Merih Demiral. Al final del primer tiempo, las críticas a Ole Gunnar Solskjaer arreciaban tanto o más que lo que arreciaron en días previos a partir de dichos de un excompañero suyo como Gary Neville, quien no tuvo tapujos de sindicarlo como responsable del flojo momento del club en la TV inglesa. Pero Marcus Rashford -quien había fallado un gol increíble- y Harry Maguire empujaron la reacción culminada con la aparición de Ronaldo, quien ya le había convertido a la Atalanta en tres ocasiones en la Serie A con camiseta de la Juventus.

Piqué sin vello facial y con viejas costumbres: anotarle al Dynamo de Kiev. (Foto: AFP) 

PICA ALGO. El FC Barcelona vive tiempos complicados en Europa y eso se refleja en que un escueto 1-0 sobre el Dynamo Kiev parezca un resultado aliviador. Gerard Piqué apareció para aliviar al equipo de Ronald Koeman y aprovechar a su casero: el Dynamo es el equipo al que más veces le ha anotado en la competición, junto a la Roma. Lo significativo es que contra el elenco ucraniano marcó tanto su primer tanto en Champions, con el Manchester United en 2007, como el más reciente, en el triunfo 2-1 del Barça el año pasado. Por ahora, cualquier consuelo es bueno para un equipo al que ganar le cuesta.

PEÑASCO COMPLEJO. El Mälmo, con Sergio Peña entre los titulares, pasó por Stamford Bridge y cobró fuerte peaje: el Chelsea le endilgó una goleada inapelable, con un doblete de Jorginho incluido y consumado a través de sendos penales marcados por el réferi francés François Letexier. El volante peruano estuvo en el campo durante 59 minutos, hasta ser sustituido por el macedonio Erdal Rakip. Cabe indicar que es la segunda vez que el campeón vigente golea al cuadro sueco, pues en dieciseisavos de final de la Europa League 2019/20 lo derrotó 3-0.

Fotos: AFP


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