Foto: AFPLaborioso, contundente y emotivo: así fue el triunfo de Bolivia por 4-0 ante Paraguay. Los altiplánicos acomodaron el juego a su beneficio y con una ordenada defensa, presión alta efectiva y rápidos contraataques quebraron a la zaga guaraní para liquidar el proceso de Eduardo Berizzo.
Lenin Auris | @Lenin_Auris
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La historia la escriben los vencedores, frase de Winston Churchill, es un tópico que se repite como verdad absoluta. Denota que los triunfantes y dueños del poder buscan vigilar lo que se dice del pasado para prolongar su hegemonía en el futuro. El discurso victorioso por la cómoda goleada de Bolivia sobre Paraguay diría que la 'Verde' fue una aplanadora que arrasó al rival; que apabulló de principio a fin y demás adjetivos similares. Que fueron contundentes los dirigidos por César Farías mirando el marcador es indiscutible, ¿pero ¿tanta fue la supremacía boliviana?

La intensidad caracterizó los primeros minutos en el Hernando Siles: Bolivia expuso una marca dedicada en la salida del rival, se apropió del balón y en ataque aplicó las diagonales y la velocidad de sus atacantes. En principio, lo esperable; no obstante, los contados ataques de Paraguay develaron las debilidades de la defensa altiplánica, cuestión que superaron los locales pasada la mitad del primer tiempo.

Algunas acciones para graficar el comienzo: el primer disparo con cierta peligro del encuentro fue efectuado por la zurda de Miguel Almirón. Luego, un rechazo de cabeza de Ángel Cardozo Lucena casi se convirtió en autogol: solo lo evitó una vistosa reacción del arquero Antony Silva, quien también resolvió con acierto un cabezazo contra el césped de Marcelo Martins.

Ramallo avanza ante la impotencia de Romero Gamarra. En el día de su onomástico, el carrilero boliviano destacó y anotó. (Foto: AFP) 

Las divididas y los roces volvieron brusca la lucha de la pelota en la mitad del campo, dentro de una ofensiva boliviana incisiva y de riesgo. Así, una pared entre Martins y Rodrigo Ramallo dejó sin reacción a tres rivales y 'Ramagol', en el día de su cumpleaños 31 y con un tiro desde fuera del área, celebró el primero de los altiplánicos. Pero una mano en el área de José Sagredo nubló rápidamente el panorama favorable para la 'Verde'; lo que nadie esperaba era que Antonio Sanabria rematara desviado el penal y diera un respiro a Bolivia, que continuó con profundos ataques promovidos por Martins, Carmelo Algarañaz y las subidas por derecha de Ramallo.

Paraguay entonces se adelantó y dejó espacios que no eran explotados por los altiplánicos. Uno de los factores fue que en la línea de volantes Ramiro Vaca se desconectaba de Juan Carlos Arce y provocaba que algunos ataques se volvieran previsibles; la 'Albirroja', en cambio, probó con tiros de larga distancia y juego aéreo. Pero la zaga de Bolivia, algo replegada, hacía la simple y reventaba el balón sin sonrojarse. En ese curso, el árbitro Andrés Matonte, quien con dos tarjetas amarillas trató de apaciguar las fricciones, decretó el descanso.

El reinicio de las acciones trajo una lección de cómo contraatacar: Algarañaz recogió el balón en su campo, lo condujo por el centro y superó a dos rivales. Se lo cedió a la derecha a Martins, quien lo cruzó a la izquierda para que -sin marcación- definiera con solvencia el ingresado Moisés Villarroel. Paraguay se lanzó en respuesta al ataque: intentó con disparos de larga distancia y pelotas aéreas. De ese modo, remates potentes de Ángel Romero, Miguel Almirón y Júnior Alonso provocaron acertadas intervenciones de Carlos Lampe; pero Bolivia acumulaba hombres en defensa y continuó apelando a la velocidad de un enchufado Martins, quien forzó un atajadón de Silva para evitar el tercer gol altiplánico.

Martins celebra con Villarroel el tanto de este último. El ariete fue, una vez más, la gran figura de Bolivia en Eliminatorias. (Foto: AFP) 

El juego se acomodó a favor de Bolivia cuando atacaba por los laterales y el trabajo de Arce y Martins mejoró con los ingresos de Villarroel y Víctor Ábrego; al defender, César Farías mantuvo su línea de cinco. En esas, 'Abregol' superó al central Fabián Balbuena, chocó con el arquero Silva y celebró el tercero altiplánico. Aun así y a menos de 10 minutos para el final: le quedaba gasolina a Paraguay: se produjeron un cabezazo de Richard Sánchez y, acto seguido, un remate de larga distancia del mismo volante guaraní que forzó dos atajadones de Lampe.

En el epílogo, una vez más un veloz contraataque terminó en una acertada definición, esta vez de Roberto Carlos Fernández. Se selló así un abrumador 4-0 que impensadamente coloca a Bolivia a solo 4 puntos del repechaje intercontinental, mientras que a Paraguay lo sume en un desasosiego que por fuerza devino en el cese de Eduardo Berizzo horas después de terminado el partido. Fue el corolario de un proceso irregular cuyos progresos nunca se tradujeron en resultados, al menos hasta esta visita a La Paz con carácter terminal.

Los Goles

La Caleta

Fotos: AFP


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La ficha del Bolivia 4 - Paraguay 0

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