El segundo comienzo
Las Eliminatorias vuelven con todo: en poco más de dos meses, se disputarán ocho fechas, en un tramo que, como ya ocurrió, puede ser un punto de inflexión para la selección peruana.
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Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
Este jueves 2 de setiembre comienza el que probablemente sea el tramo más importante de las Eliminatorias a Qatar 2022. En apenas tres meses, de modo inédito, se disputarán ocho partidos: se empezará con la fecha 9 y para noviembre ya se habrá jugado la jornada 14, incluidos los duelos postergados por las fechas 5 y 6. Seguramente muchos equipos terminarán esta etapa sea perfilados ya hacia la pelea por un cupo mundialista o bien resignados en el fondo de la tabla.
La selección peruana afrontará el inicio de estas ocho jornadas en una situación compleja, pero se trata de una fantástica oportunidad que, si se aprovecha, puede cambiar radicalmente el panorama en poco tiempo. Póngaselo en contexto haciendo un paralelo con el último proceso rumbo a Rusia 2018.
El tramo entre las fechas 7 y 14 de las últimas Eliminatorias empezó en 2016, también en setiembre. Perú iba a La Paz a enfrentar a Bolivia con un equipo renovado, después del flojo arranque y la participación en la Copa América Centenario. La blanquirroja llegaba con 4 puntos -igual que en esta ocasión- y los pronósticos apuntaban a quedar lejos de las posiciones expectantes.
Pero ese periodo de ocho duelos fue quizás el punto de inflexión para el equipo: en Santiago, se logró anotar por primera vez de visita en todo el torneo; en Asunción, Perú ganó a domicilio después de doce años. Y para marzo de 2017, todo se cerró con un importantísimo triunfo ante Uruguay en Lima, que dejó el terreno listo para pelear la clasificación en las fechas finales. En un lapso de 6 meses y 27 días, Perú pasó de estar totalmente derrotado en el fondo de la tabla a ser un contendiente por el repechaje a Rusia.
Pero el cambio no se dio solo en resultados: aquel tramo fue clave para que Ricardo Gareca pudiera volver a convocar al equipo a jugadores como Luis Advíncula, André Carrillo y Paolo Hurtado, que poco a poco se fueron reintegrando y consolidando el grupo que finalmente consiguió el objetivo. Fue una etapa de renovación, pues Perú llegó a emplear un total de veintisiete futbolistas, de los cuales solamente cuatro disputaron los ocho encuentros: Pedro Gallese, Aldo Corzo, Christian Cueva y Paolo Guerrero consolidaron una columna vertebral que fue engrosándose a partir de los mejores resultados
Esta vez, los ocho partidos que pueden alterar el rumbo de la selección se disputarán en apenas 2 meses y 14 días. Las circunstancias han llevado a que nos enfrentemos al periodo eliminatorio más ajustado de los últimos veinte años: jamás bajo el sistema actual, iniciado en el proceso rumbo a Francia 1998, se jugaron tantos partidos en un lapso tan breve. Para tener una idea de lo que significa, basta decir que lo más apretado hasta ahora había sido la disputa de diez partidos en ocho meses consecutivos en el proceso a Corea/Japón 2002, por lo que esta vez un tropezón o una racha súbita de buenos resultados pueden ser más importantes que nunca.
En la Videna ya se sabe todo eso, y Gareca es perfectamente consciente de la relevancia tanto en el nivel futbolístico como en lo anímico y psicológico que ejerce este tramo del proceso. Ya no habrá tiempo de recuperar a futbolistas de lesiones largas o de probar nuevas alternativas en amistosos: las Eliminatorias ahora comienzan en serio, y para fin de año se sabrá ya realmente para qué está la selección peruana de cara a 2022.
Fotos: AFP; archivo DeChalaca.com
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