Foto: AFPAtlético Mineiro avanzó a semifinales con una contundente e inapelable goleada sobre un River impotente. El 3-0 en el 'Mineirão' decreta que por primera vez en once temporadas no habrá un club argentino entre los cuatro mejores del máximo certamen continental.
Mariano Manzor | @Mmanzor2900
Redactor

La vuelta de la llave más esperada de los cuartos de final ofrecía algunas novedades. La principal, sin duda, era que ambos equipos sufrirían la ausencia de sus figuras y principales referentes: en Atlético Mineiro no jugaría el capitán Ignacio Fernández, por haber sido expulsado ante su exclub en la ida; y River, por su parte, no podría contar con Enzo Pérez por acumulación de amarillas. Otra variante para este partido, más grata, es que se jugaría con gente: las autoridades estaduales de Minas Gerais aprobaron el ingreso de casi 20 mil hinchas al 'Mineirão'.

Desde el primer minuto de juego el trámite permitió vislumbrar el curso que seguirían las acciones: dos rivales bastante ofensivos y con hambre de gol. Atlético Mineiro salió mejor: en apenas pocos minutos había generado chances claras y manos a mano desaprovechados. Pero transcurrido un cuarto de hora de juego, River despertó y empezó a controlar el balón y pararse más arriba. Lo irónico fue que en el mejor momento millonario llegó el primer gol de los dirigidos por Cuca: en una jugada por derecha, Hulk hizo lo que le dio la gana con Jonatan Maidana, centró y Matías Zaracho metió un chalacón soberbio para abrir la cuenta.

Fueron transcurriendo los minutos y la necesidad de hacer un gol causó que Marcelo Gallardo metiera mano en el armado de su equipo. Así, el 'Muñeco' retiró a Maidana para dar ingreso a José Paradela; pero menos de un minuto después, casi como un nuevo efecto dominó, se produjo el segundo tanto local. El cuadro millonario quedó mal parado y Hulk se fue solo de contragolpe, se la picó a Franco Armani y elevó los guarismos.

Hulk arrasó y anotó, como acá entre Enzo Fernández y Díaz. El ariete tendrá ahora como compañero de ofensiva a Diego Costa. (Foto: AFP)

El segundo tiempo se salió a jugar con un River bastante complicado, ya necesitado de tres goles para tentar una épica voltereta. De hecho, se vio a un Gallardo bastante alterado, como muy pocas veces antes -al menos en rol de entrenador-. Los minutos pasaban y la banda no lograba asociar juego: todo lo que ofrecía partía de individualidades. En esas, tras un córner mal jugado, Savarino no dio por muerta una pelota, logró centrarla y Zaracho firmó su doblete para terminar de liquidar la serie.

Fuera del gol, ocurrió muy poco en el segundo tiempo. Por allí algunas grandes atajadas por parte de los arqueros Everson y Franco Armani, pero poco más. El partido y la llave estaban sentenciados, al punto de que Cuca empezó a sacar a figuras como Hulk a falta de 20 minutos para el final. Casi una señal de ostentación por parte de un club que esta semana se dio el lujo de anunciar como nuevo refuerzo a Diego Costa, quien pega así el retorno a Brasil tras una vida profesional entera en el fútbol europeo. No viene a Sudamérica por pocos motivos: el 'Lagarto', más allá de lo económico, es la gran apuesta de un club interesado en ganar todo aquello que disputa así eso exija apear del camino a adversarios con garbo y pedigrí continentales como este River de Gallardo que, por una vez, fue categóricamente pasado por encima.

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La ficha del Atlético Mineiro 3 - River 0

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