Foto: Prensa FPFUniversitario y Melgar se encontraron en el Gallardo para sumarse al paquete de equipos que en esta fecha 1 lucen muy lejos aún de su mejor forma. El 1-1, con tantos de Novick y Vidales, tuvo momentos de emoción y pudo estar decorado por más goles, pero dejó que desear en el trámite.
Jimmy Balarezo | @jbalarezo_
Redactor

Llamó la atención tras el sorteo de los grupos de la Fase 1 que Universitario y Melgar fueran a toparse el uno con el otro en la primera fecha: por lo menos considerando los últimos años y los planteles que tienen cremas y rojinegros, hay razones para pensar que son los equipos más potentes del Grupo A. Tras el partido, sin embargo, quedó claro que hay que esperar antes de aventurarse a lanzar candidatos.

Sucede que la disputa en el Alberto Gallardo quedó muy lejos de llenar las expectativas que se tenían sobre ambos equipos. Por un lado se vio al once de Ángel Comizzo plantear su típico 4-2-3-1, pero con nombres nuevos. Del ataque del año pasado con Alberto Quintero, Donald Millán y Alejandro Hohberg detrás de Jonathan dos Santos quedó solo el panameño en el extremo derecho, ahora acompañado por Hernán Novick como enlace y Luis Urruti asumiendo el rol de titular por el flanco izquierdo; de punta quedó Enzo Gutiérrez. Se notó en filas merengues la carga de tener dos debutantes, encima tan distintos de los jugadores de los que tomaban la posta. No hubo un '9' clásico que sirviera de soporte, sino que lo de Gutiérrez fue mas bien ligero. No hubo un '10' de retención de balón como Donald Millán, sino uno -Novick de descargas más rápidas. Universitario fue distinto.

Por el lado del debutante Néstor Lorenzo, en cambio, se paró un sistema familiar al equipo como el 4-3-2-1, que además mantuvo los mediocampistas de 2020 y se sintió más natural que la propueta crema. A pesar de ello, sí que se percibió la falta de jerarquía de jugadores que en esta fecha no estuvieron disponibles, como Fabio Pereyra, Horacio Orzán y sobre todo Bernardo Cuesta; y es que en Melgar se cumplió con una buena tarea para presionar tras la pérdida de balón y ejecutar las transiciones de defensa al ataque, pero muchas jugadas puntuales hubieran podido ser resueltas de mejor manera si se hubiera contado con el plantel al cien por ciento. Otros nombres, como Jonathan Bustos y Kevin Quevedo, quienes ingresaron desde el banco en la segunda mitad, seguramente ya habrían gozado de más protagonismo de haberse encontrado ya a punto, pero visiblemente no fue el caso.

Quevedo entró en los descuentos para debutar con camiseta rojinegra, y nada menos que ante su exclub. Aquí corre por el balón frente a Quina. (Foto: Prensa FPF) 

Tan en pañales aún las dos escuadras, se encontraron con una cantidad importante de errores no forzados. A partir de ellos, de hecho, nacieron las principales llegadas del partido. Durante la primera mitad hubo poco que comentar salvo el gol de Novick, que justamente fue en gran parte culpa de una descoordinación defensiva entre Carlos Cáceda y Alejandro Ramos: el primero salió presurosamente y el segundo rechazó corto para que el mediapunta uruguayo marcara con un muy buen remate en vaselina con la zurda.

Pero al error del primer tiempo lo sucedieron varios más en el segundo. Con los dos equipos notablemente fuera de forma física, empezó a haber imprecisiones más burdas: Melgar se comenzó a adueñar entonces del encuentro, y a pesar de que pudo verse más complicado tras un penal que solamente vio Kevin Ortega -de muy floja actuación, tuvo la suerte de que Gutiérrez enviara el remate al travesaño tras un intento de Panenka.

El yerro crema pareció servir de un envión anímico para los rojinegros, que encontraron así una nueva chance de seguir en el partido, como que prontamente lo empataron tras un nuevo penal dudoso por supuesta mano de Nelinho Quina. Jhonny Vidales lo convirtió, y en ese punto se impuso un nuevo estándar: que en adelante se encargaran entre los atacantes rojinegros y José Carvallo de que el marcador no se moviera más: los primeros por falta de puntería y el segundo por estar, para variar, muy sobrio bajo palos.

Carvallo, una vez más, se hizo baluarte de la estabilidad de Universitario. (Foto: Prensa Universitario) 

Así, el portero exmundialista acabó erigiéndose en importante figura. Incluso le atajó a Joel Sánchez un penal que habría servido para que los de Lorenzo se embolsaran tres puntos que quizá les correspondían tras poner en la balanza lo hecho durante los 90'; el resultado, no obstante, no debería dejar tranquilo a nadie. Pasa que incluso en el Perú preelectoral, de un encuentro de dos candidatos se tiene que esperar siempre más.

Los Goles

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Fotos: Prensa FPF; Prensa Universitario


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La ficha del Universitario 1 - Melgar 1

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