Foto: AFPBolívar aprovechó desatenciones defensivas de Junior en el amanecer de ambos tiempos y lo derrotó 2-1. El cuadro paceño dispuso de un par de chances para aumentar la cuenta ante un pasivo 'Tiburón', pero no apretó el acelerador cuando debió.
Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

"Los errores son parte del juego" es la frase que siempre se escucha cuando un yerro arbitral altera un partido. Esta vez, el error no vino de la cuarteta comandada por Wilton Sampaio, de aceptable labor -más allá de las cuatro amarillas mostradas, dos por lado-. Las pifias que habría regalado el respetable en caso el partido se hubiera jugado con público se las habrían llevado Germán Mera de Junior y Javier Rojas, arquero de Bolívar. El zaguero del 'Tiburón' pifió una pelota ante la arremetida de Leonardo Ramos, quien terminó por vencer a Sebastián Viera para decretar el primer tanto; pero luego el propio futbolista vallecaucano se repuso de ello y, a la salida de un córner, conectó el balón para batir a Rojas, a quien se le escurrió la pelota como agua entre los dedos.

Había pasado muy poco en esos 10', y tras ello, ambos equipos desplegaron los dibujos que sus entrenadores habían diseñado. El español Natxo González dispuso un 4-2-3-1, en el que ambos laterales fueron trascendentales para el dominio que ejerció la 'Academia' en la primera mitad. Diego Bejarano, por derecha, siempre se las ingenió para pisar el área, al propio estilo de un '9', 'tal como ocurrió en el segundo tanto. Por izquierda, Roberto Carlos Fernández fue una pesadilla para la zaga albirroja: no solo desbordaba, sino que servía la pelota con propiedad, además de darse tiempo para cerrar su sector. La primera línea de volantes la formaron Leonel Justiniano y Álex Granell, sin demasiada labor debido a que Junior no generó juego en ese lugar de la cancha; en tanto, los volantes de avanzada no estuvieron en buen nivel y desentonaron respecto de la vocación ofensiva que mostraron los laterales y, sobre todo, Leonardo Ramos. En el complemento, pese a los cambios, Bolívar no pudo hallar el desequilibrio para aumentar la cuenta.

Por el lado de Luis Amaranto Perea, el dibujo fue un 4-3-2-1, en el que la zaga pasó muchos apuros. Al comentado error de Mera se sumó el bajo nivel de Fabián Viáfara como lateral derecho y de Edwin Velazco por izquierda. Delante de los zagueros se ubicó una muralla formada por Larry Vásquez, Homer Martínez y Didier Moreno, quienes en el primer tiempo se agruparon bien y recuperaron algunas pelotas, que inmediatamente fueron servidas a Jhon Pajoy y Fredy Hinestroza, con suficiente fuelle para complicar a la zaga celeste. Adelante, ante la baja de Miguel Borja, Perea ubicó como único punta a Teófilo Gutiérrez, quien si bien se asociaba correctamente y descargaba balones sufrió los embates de la altura, por lo que no ofreció la explosión acostumbrada.

Ramos, otro estilo de '9' distinto al que ha caracterizado a Bolívar en los últimos tiempos, pero sin duda bastante útil. (Foto: AFP) 

Bolívar intentó siempre jugar a ras del césped, en parte porque Junior le regaló todo el campo en el primer tiempo. Y además, porque cuenta con jugadores que, si bien no son excelsos en el manejo del balón, tampoco son negados al repecto; fundamentalmente, significa un cambio estructural que ya no cuente con Marcos Riquelme -ahora en Sporting Cristal-, un especialista en el juego aéreo. Con la llegada de Leonardo Ramos, El Capo del partido, la 'Academia' prioriza el desborde por las bandas pero no para lanzar el centro, sino para llegar al cajón grande a través de combinaciones entre los volantes de avanzada y los laterales. El jugador surgido en Nueva Chicago es, como todo atacante, codicioso: así lo demostró en el tanto de apertura, siempre presto al error del zaguero, y tiene como otra de sus virtudes el buen impulso para ganar arriba, como lo acreditó en la acción previa al segundo gol, al imponerse sobre Mera en el salto y habilitar a Bejarano para que este marcara el tanto de la victoria.

¿Pudo Bolívar liquidar la llave en La Paz? Claro que sí, pero surgió la figura de Viera -el gran referente y caudillo juniorista- para evitarlo. ¿Debió acelerar tras el 2-1? Sí, pero prefirió asegurar la ventaja, para evitar que le ocurriera lo mismo que en el primer tiempo. ¿Le alcanzará para la revancha? Junior es un equipo muy fuerte de local, pero el primer paso ya lo dio la 'Academia'.

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Fotos: AFP


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La ficha del Bolívar 2 - Junior 1

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