De estirpe cachaza
En Brasil nació el insigne jogo bonito, y si bien hace muchos años ya no es insoslayable en los equipos de esa nacionalidad priorizar la estética en la práctica del fútbol antes que el resultado -Palmeiras no ha sido la excepción-, de vez en cuando aparecen futbolistas como Ronielson da Silva Barbosa (Magalhaes, 11 de mayo de 1995). Hombres que recuerdan por qué existen tantas voces en la crítica deportiva que demandan que se dé valor a la vistosidad en el juego: y es que el extremo izquierdo, menudo y ligero así como desequilibrante y punzante, pertenece al grupo de los selectos futbolistas en su país que siguen sirviendo para entretener además de ganar.
Para la Libertadores, el 'Verdão' apeló a jugar al contragolpe: resultó clave el entramado defensivo, la dureza en la recuperación de la pelota y también, por supuesto, la velocidad de sus atacantes para sacar provecho de los espacios rivales que quedaran dispuestos. En ese sentido, el aporte de Rony fue esencial, con cinco goles y ocho asistencias -incluida entre estas últimas el notable servicio para el gol de Breno Lopes en la final- que lo convirtieron en El Capo del mejor equipo del campeonato, que con categoría alzó el trofeo más preciado del continente por segunda vez en la historia.
Ilustración: Lenin Auris / DeChalaca.com
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