Foto: AFPDefensa y Justicia vapuleó 0-3 a Lanús y se llenó de gloria al obtener su primer torneo internacional. Sin títulos en Primera División, el 'Halcón' jugó como si fuera un equipo acostumbrado a estas lides y, con autoridad, cerró de manera brillante su gran campaña en la Sudamericana como campeón invicto.
Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

Era una final pareja en el análisis previo. Por eso, asombró la abismal diferencia que se notó en la cancha entre el 'Halcón' y el 'Grana'; no solo en materia de rendimiento, sino en la forma en que afrontó cada equipo esta instancia. Se puede ser conservador, como lo fue Lanús apenas sonó el silbato inicial, pero jamás pasivo y menos timorato en una final, y de eso tomó nota rápidamente Defensa y Justicia. El equipo de Florencio Varela hizo circular la pelota todo el tiempo, llevándola del centro a los costados y cuando no encontraba el espacio, la retrocedía para tomar impulso nuevamente. Así encontró el primer gol, aprovechó el error de Lanús para marcar el segundo y liquidó el partido cuando Lanús deambulaba esperando el final. El cuadro de Hernán Crespo fue protagonista durante todo el partido, mientras que Lanús parecía ser un extra en el filme.

La Pizarra: Le copó la cancha

Lanús: Luis Zubeldía envió un 4-trapecio-2, en el que su zaga tuvo serios problemas por la propuesta del 'Halcón'. Desbordados los laterales Brian Aguirre y Alexandro Bernabéi, quedaron desacoplados los centrales Guillermo Burdisso y Alexis Pérez, este último en la picota por el grosero error en el segundo tanto. En el medio, los interiores Tomás Belmonte y Facundo Quignon no pudieron cortar el juego de Defensa y Justiica, mientras que Pedro de la Vega -abierto por derecha- y Lucas Vera no aportaron en ofensiva y tuvieron problemas al retroceder para apoyar a los laterales. Con este panorama, sin resistencia en el fondo ni generación de juego en el medio, Nicolás Orsini y José Sand estuvieron desconectados y fueron bien tomados por la zaga del 'Halcón'. Tres de los cuatro cambios que ejecutó Zubeldía fueron en la volante: retiró a De la Vega, Vera y Quignon para que ingresaran Franco Orozco, Fernando Belluschi y Facundo Pérez, pero fueron cambios nominales, sin alterar al esquema ni que significaran una mejora en el rendimiento.

Defensa y Justicia: Hernán Crespo dispuso un 3-2-3-2, aunque la movilidad de su escuadra motivó por ejemplo que en el primer tanto el back central Adonis Frías apareciera en el área de Lanús como '9' para fusilar a Lautaro Morales. Francisco Pizzini y Enzo Fernández se situaron delante de los zagueros, abierto por derecha quedó Valentín Larralde, Franco Paredes fue por el centro y Eugenio Isnaldo se ubicó por izquierda. Adelante, Braian Romero se movió por el centro y la izquierda y Walter Bou cumplió un rol más posicional. A la rotación del esférico, Defensa sumaba la rotación de puestos de sus jugadores, lo cual fue indescifrable para Lanús. Los cambios incidieron en ello: Crespo retiró a Bou y puso a Miguel Merentiel en un cambio nominal, y ya cuando iba dos tantos arriba sacó a Frías y metió a Washington Camacho, quien se movió por la banda con apoyo de Pizzini. Finalmente, colocó a Emanuel Brítez por Braian Romero y a Marcelo Benítez por Valentín Larralde para refrescar al equipo tras el gran trajín y la alta temperatura bajo la que se jugó la final.

El Capo: Inclinó la balanza

Romero y su celebración que mezcló la revancha personal con el agradecimiento religioso. Sin duda, el mejor futbolista de la Sudamericana. (Foto: AFP) 

Con gran lectura del juego, si bien era en teoría hombre de punta, Braian Romero supo jugar detrás de Bou para luego incursionar en el área siempre en el espacio entre el zaguero y el lateral. Así, apareció a los 7' para dar la clarinada de alerta de lo que sería el partido, y así apareció a los 34' en la jugada del primer gol, aunque esta vez por derecha, entre Brian Aguirre y Guillermo Burdisso. En el segundo tanto apareció picando para aprovechar el error de Alexis Pérez y sombrearle la pelota a Morales. Desequilibró en la final como a lo largo del torneo, del que se coronó goleador.

Kazuki Ito: Vale lo que hizo

Correcta labor de la cuarteta encabezada por el venezolano Jesús Valenzuela. Felizmente no tuvo que recurrir al VAR que comandaba el inefable Julio Bascuñán, y en la cancha se mostró firme. Lanús, de hecho, apeló al juego brusco solo cuando ya iba dos tantos abajo. Por lo demás, Valenzuela estuvo acertado en amonestar a Braian Romero, quien luego del golazo que marcó se sacó la camiseta: era comprensible la emoción, pero mientras el reglamento lo sancione, hay que acatarlo.

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Fotos: AFP


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La ficha del Lanús 0 - Defensa y Justicia 3

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