Foto: AFPSantos aprovechó momentos claves para apabullar a Boca por 3-0. De las manos de Soteldo y Marinho, el 'Peixe' regresa luego de una década a una final de Libertadores, ahora para protagonizar un duelo paulista ante Palmeiras nada menos que en el 'Maracaná'.
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Luis Valenzuela | @figovalenzuela
Redactor

Se esperaba un partido más reñido debido a que Boca Juniors es conocido por ganadores definiciones frente a equipos brasileños, sumado el hecho de que Santos no había podido anotar de visita, pero ocurrió todo lo contrario. El cuadro xeneize mostró ganas para ganar el balón, pero no tuvo la claridad para dar el pase entre líneas que dejara a sus atacantes con opción de gol. Fue en esa dinámica que el 'Peixe' aprovechó para marcar el primero por intermedio de Diego Pituca luego de una jugada que Wilmar Roldán dejó seguir inteligentemente -hubo una mano de Lisandro Ezequiel López- hasta ver el desenlace. Lejos de seguir atacando, el equipo de Cuca se replegó en su campo a la espera del equipo rival para ejecutar contragolpes.

Miguel Ángel Russo ejecutó dos cambios en el complemento con la intención de mantener la presión sobre el rival, pero se vio rápidamente por debajo en el marcador luego de dos golazos: uno luego de jugada personal de Yéferson Soteldo y otro de Lucas Braga luego de que Marinho ensayara un buen desborde por derecha. De entonces en más fue Boca el que intentó buscar el gol de descuento, pero las buenas intervenciones de Joao Paulo impideron que el cuadro azul y oro se metiera en el partido. Ahora el 'Peixe' tiene la oportunidad de lograr su cuarta Libertadores y ser el club brasileño con mayor cantidad de títulos en el certamen más importante en el fútbol sudamericano; será hora de saber si Cuca y sus hombres ingresarán a esa lista que encabezan auténticos ídolos alvinegros como Pelé y Neymar.

La Pizarra: Con las ganas no alcanza

Santos: El cuadro de Cuca formó con un 4-3-3 similar al del partido de ida, pero con la diferencia de que Joao Paulo ingresó por John debido a que el portero titular dio positivo en el control sanitario. En esta oportunidad la formación fue más ofensiva que en el partido en Buenos Aires, aunque hubo momentos en los cuales los locales prefirieron agazaparse para salir en contragolpe. Todos los cambios se produjeron cuando la llave ya estaba definida y básicamente con la intención de mantener el ritmo de respuesta física del equipo.

Boca: El cuadro de Miguel Ángel Russo formó con un 4-trapecio-2 similar al del encuentro de ida, con la salvedad de que Jorman Campuzano ingresó en el mediocampo en lugar de Nicolás Capaldo. El técnico dispuso a Carlos Tévez y Eduardo Salvio como volantes ofensivos, mientras que Sebastián Villa y Franco Soldano jugaron como atacantes sin mucha fortuna de cara al arco rival. Los ajustes pretendidos con los ingresos de Julio Buffarini y Nicolás Capaldo en el entretiempo quedaron rápidamente sin efecto por los dos tantos de Santos que liquidaron el cotejo, y solo la posterior entrada de Ramón Ábila le dio algo de energía al cuadro xeneize para buscar el descuento que no llegó.

El Capo: Barrilete venezolano

Soteldo vivió una noche dorada que lo encumbra como figura de moda del fútbol sudamericano. El venezolano celebra aquí su gran gol en el arco de Andrada. (Foto: AFP) 

El diminuto Yéferson Soteldo demostró una vez más que puede ser determinante en el resultado de un partido y que no se amilana ante ningún rival. El extremo izquierdo venezolano mostró el mismo coraje para encarar que en el partido de ida, aunque esta vez agregó tranquilidad para rotar el balón entre sus compañeros y así generar peligro de forma colectiva. El gol al inicio del segundo tiempo terminó por inclinar la balanza, ya que Boca había ejecutado los dos cambios del entretiempo con el propósito de equilibrar las acciones.

Kazuki Ito: Atento

La cuarteta arbitral encabezada por Wilmar Roldán tuvo un rendimiento aceptable en el encuentro debido a la atención que sus miembros pusieron en el partido. Como se indicó, en la jugada previa al gol de Diego Pituca hubo una mano de Lisandro Ezequiel López; el árbitro principal decidió esperar al desanlace de la jugada antes de detener el juego, algo que fue correcto. La expulsión de Frank Fabra, por otro lado, fue muy clara no por la falta sino por el descalificador pisotón del colombiano a las partes nobles de Marinho.

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