Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.comEn la víspera de su aniversario 65, Cristal goleó 1-4 a Ayacucho y llegó a su sexta final en los últimos diez años. De la mano del ecuatoriano Corozo, autor de un gol y dos asistencias, los cerveceros aprovecharon una ráfaga de eficacia en el inicio del complemento para liquidar la serie.
Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

Lo abultado del marcador podría inducir al lector que no vio el partido a pensar que Sporting Cristal no tuvo problemas para pasar por delante de Ayacucho FC y que antes que una definición se trató de un ensayo de cara a la serie final contra Universitario. Craso error: si bien el cuadro cervecero fue superior, pasó muchos apuros en varios pasajes del partido, pero en algo superó al cuadro libertador: en materia de eficacia frente al arco. Tanto así que pese a que los zorros se pusieron arriba muy temprano, el gol cayó por un grosero error técnico de Renato Solís, a quien se le escurrió una pelota lanzada con violencia por Alexis Cossío. Antes de eso, ya habían avisado los esta vez dirigidos por Walter Fiori con un remate en el parante de Carlos Olascuaga; y luego de ello, hubo un par de acciones en las que Ayacucho también amenazó el arco rimense, pero en todas ellas con yerros en el remate final.

Tras el empate logrado por Christopher Olivares y apenas reiniciado el complemento, la tónica no cambió: los zorros salieron con la misma actitud, dispuestos a buscar la diferencia. Pero esta vez no solo volvieron a errar, sino que pagaron caro el desorden atrás. Si en la ida a Washington Corozo y Emanuel Herrera les había tomado 9 minutos liquidar el pleito, esta vez los mismos protagonistas -en orden inverso- requirieron solo 3' para hacerlo. Pese a ello, los zorros no bajaron los brazos y, no obstante los yerros del equipo arbitral, llevaron peligro al fondo cervecero. A Cristal, entonces, le alcanzó con ser eficaz arriba ante un rival que llegó muy desgastado luego de una frenética semana, pero ante un Universitario que esperó en balcón durante dos semanas y con un mayor poder ofensivo que Ayacucho, puede pagar caras las grietas que presenta su estructura defensiva.

La Pizarra: Instantes de desorden

Ayacucho: Gerardo Ameli quedó al margen del partido por razones sanitarias, por lo que a través de Walter Fiori dispuso un 4-trapecio-1-1, con la novedad de contar con Roberto Villamarín y Alexis Cossío como extremos definidos por derecha e izquierda, respectivamente; Robert Ardiles quedó flotando detrás de Carlos Olascuaga. Lo interesante del planteamiento fue el buen tándem que formó Cossío por izquierda con Jesús Mendieta: entre ambos tuvieron a mal traer a Johan Madrid, tanto que por esa banda se gestó el primer tanto de los zorros. Por el lado derecho, Fabio Rojas no se sumaba tanto al ataque y recibía el apoyo de Villamarín cuando asomaba Washington Corozo. Una vez neutralizadas las bandas, el paso siguiente era tapar al generador de juego de Cristal, y fue Ardiles quien tomó a Gerald Távara, muy incómodo y hasta fastidiado por tener alguien encima, tanto así que tuvo un encontronazo con el '10' de los zorros. Cerca de los 30' Ayacucho retrocedió y una desatención de sus laterales propició el empate. En los primeros minutos del complemento, el elenco libertador se desordenó por su ambición de buscar la diferencia, se descubrió en el fondo y encajó rápidamente dos goles más. Los cambios que introdujo Fiori fueron más debido a que quienes salían estaban fundidos físicamente, antes que por buscar algún revulsivo desde el banco.

Cristal: Roberto Mosquera mantuvo el 4-3-3 de la ida, aunque esta vez su libreto no se ejecutó de modo nada cómodo desde el inicio por la presión que ejercieron los zorros. Renato Solís se equivocó en el gol y Johan Madrid tuvo problemas por derecha; Nilson Loyola, al menos, originó la jugada previa al empate. Al centro de la zaga, Gianfranco Chávez afrontó algunos inconvenientes con Olascuaga y Omar Merlo ensayó un par de intervenciones providenciales cuando el partido ya tenía a los cerveceros dos goles arriba. La línea media también pasó problemas, pues no contaba con espacios y tampoco se divisaban receptores para el pase largo de Távara: se adelantaba algo Jorge Cazulo, mientras Horacio Calcaterra se mostraba para combinar con el piurano. Adelante, el partido se abrió tras el empate y con los espacios que dejó Ayacucho en el inicio del complemento, se repitió una mecánica ya dominada por los bajopontinos: se recoge Emanuel Herrera, desbordan Christopher Olivares o Washington Corozo y el otro extremo cierra como '9'. Mosquera se vio obligado a sacar a Loyola por lesión y colocar a Junior Huerto; luego, ensayó un cambio de sistema pues retiró a Távara y Cazulo para poner a Jesús Abdallah Castillo y a Renzo Revoredo, con lo que pasó a jugar con tres al fondo, 'Calca' con Castillo delante de ellos y Madrid y Huerto a los lados. Arriba, ingresaron muy bien Kevin Sandoval y Percy Liza, quienes generaron la jugada que concluyó en el 4-1 convertido por el chimbotano.

El Capo: Se llevó las palmas

Nuevamente Corozo resaltó por sobre todos, esta vez con más nitidez: dos asistencias y un gol. Aquí desborda ante Roberto Villamarín. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

'Corozo' o 'cortos' es el nombre que que en diversos países lationamericanos se le da a los frutos de las palmas. Y en la tarde de este sábado 12, hubo un hombre que se llevó todas las palmas: Washíngton Corozo, autor de dos asistencias y de un gol. Resultó fundamental la labor del ecuatoriano para el empate parcial, luego de desbordar a 'Tato' Rojas y habilitar a Olivares. Luego, asistió perfectamente a Herrera para que el argentino le sombreara el balón a Ángel Zamudio. Y por si ello no hubiera bastado, recibió bien el balon de Olivares y contradiciendo a sus detractores, esta vez no se llenó de pelota como en la ida y definió cruzado para decretar el tercer tanto cervecero.

Kazuki Ito: Estuvo en modo local

Se bromea mucho con el doble estándar de los árbitros nacionales que dirigen partidos de torneos Conmebol: entre martes y jueves conducen muy bien, pero los fines de semana siempre son cuestionados. Esta vez el equipo arbitral en pleno, una sexteta para colmo de males, incurrió en muchos errores y no fue la excepción que confirma la regla. En el caso de Diego Haro, árbitro principal, no sancionó con amarilla un grosero jalón camiseta de Ardiles a Távara, pero sí el encontrón de Souza con Cazulo: no fue falta del zaguero, pues llegó antes a la pelota mientras que el 'Piqui' dejó la pierna para que con la fuerza con la que venía su compatriota lo terminara impactando. Luego, en el gol de Herrera, el argentino partió ligeramente adelantado: fue yerro del segundo asistente, Stephen Atoche, pues no estuvo bien ubicado para levantar el banderín. Y en la jugada más polémica, hubo craso error -se espera de interpretación- de Luis Garay, quien estaba detrás del arco Sur, al no advertirle a Haro una mano estirada de Chávez para detener la pelota. El primer asistente, Víctor Ráez, tampoco advirtió a Haro, quien luego sí sancionó una mano de Leandro Sosa en mediocampo luego que la pelota le rebotara en el botín.

Los Goles

El After Party

Las Fotos

Fotos: Pedro Monteverde y Álex Ulloa / DeChalaca.com


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La ficha del Ayacucho 1 - Cristal 4

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