Foto: AFPAthletico Paranaense derrotó 2-0 a un decepcionante Colo-Colo en el Arena do Baixada para ubicarse como solitario líder del Grupo C. El 'Furacão' encontró la ventaja en el primer cuarto de hora y marcó la pauta en un cotejo que tranquilamente pudo acabar con marcador más abultado.
Gianni Rivera | @gianni_rc
Redactor

La última victoria frente a Peñarol no representó el inicio de una marcada mejora futbolística para Colo-Colo, que cayó sin atenuantes en su visita a Curitiba frente al Athletico Paranaense. Aquel triunfo por 2-1 en el Monumental de Macul no fue sino un espejismo en un contexto crítico para el ‘Cacique’, que no gana en su liga local desde la reactivación del fútbol. Esta vez, en la tarde-noche en el Arena do Baixada, a su rival le bastó con pisar el acelerador en los quince minutos iniciales para marcar los dos goles del cotejo y, con dicha ventaja en el tablero, manejar el encuentro a su antojo e imprimir su propio ritmo. Los dirigidos interinamente por Eduardo Barros, sin tampoco sostener un nivel brillante durante los 90 minutos, mostraron buenos momentos a partir de avances en bloque que descoordinaban el pressing albo. Pero basta notar que si el remate que más peligro llevó al arco del golero Santos se dio mediante un remate desde larga distancia en el tiempo de reposición, es porque colectivamente lo del ‘Cacique’, además de ser muy bajo, terminó dejando una sensación de profunda preocupación.

La Pizarra: Disímil ejecución

Athletico Paranaense: Eduardo Barros dispuso un 4-3-3 ortodoxo en el que los laterales Jonathan y Márcio Azevedo -hasta que fue reemplazado por Abner- se encargaron de otorgar la amplitud necesaria para que se generaran los espacios por dentro y se luciera el juego interior rubronegro. Erick, Wellington y Cristian, los mediocentros, se ocuparon de circular el balón y ordenar al equipo; arriba, tanto Fabinho como Léo Cittadini y Pedrinho, además de atrevidos, se encontraron movedizos, aunque tuvieron sus momentos más prolíficos en la primera mitad. En el complemento, el joven DT brasileño ejecutó los cinco cambios y su equipo terminó con el mismo esquema pero sin referencias fijas adelante, con Fabinho reconvertido en interior y Geuvânio, Jorginho y Lucho González en posiciones de avanzada. Vale mencionar también la correcta labor tanto de Thiago Heleno como de Pedro Henrique, centrales que estuvieron claros para el primer pase en salida y oportunos para desactivar las insinuaciones ofensivas del ‘Cacique’.

Colo-Colo: Gualberto Jara alineó un 4-2-3-1 que nunca funcionó colectivamente. Sin presionar de forma eficaz al 'Furacão', los albos sufrieron en demasía en tareas defensivas, con Óscar Opazo y Ronald de la Fuente como puntos más flojos en la última línea. Gabriel Suazo, César Fuentes y Leo Valencia -quien ocupó el lugar del prematuramente lesionado Pablo Mouche- nunca se encontraron en la medular y, como mediapunta, participó a cuentagotas, sin poder liderar a los suyos Matías Fernández. El centrodelantero Javier Parraguez, sin asistencias ni recursos para la autofabricación de situaciones, apenas si remató a la portería. En el segundo tiempo, el DT paraguayo modificó el esquema a un 3-4-1–2, con Fuentes reconvertido en zaguero acompañado de Juan Manuel Insaurralde y Felipe Campos; como carrileros quedaron Suazo y Brayan Véjar y, en la medular, se paró el veterano Carlos Carmona junto al juvenil Bryan Soto para dejar a ‘Leo’ Valencia como enganche. Gabriel Costa ingresó cerca del final para reforzar el ataque, pero tampoco pudo cambiar la cara a los albos. A fin de cuentas, ni con el rediseño táctico ni con los cambios consiguió reaccionar el ‘Cacique’, que en la segunda mitad tuvo un poco más el balón pero jamás se aproximó al campo contrario con profundidad.

El Capo: Señor Erick

Erick le gana la posición a Opazo. El trajín del volante fue clave para que Athletico Paranaense hiciera respetar la casa. (Foto: AFP) 

Desde que asumió de forma interina en el 'Furacão', Eduardo Barros le dio la confianza a Erick para que maneje los hilos de su equipo. Y lo cierto es que el exfutbolista del Operativo Ferroviario ha respondido con creces. Además de ayudar en la recuperación, generar juego asociativo y dirigir los ataques del cuadro rubronegro, aportó desequilibrio cuando se animó a ir al frente en el uno contra uno. De hecho, en el segundo gol de su equipo él participó de forma directa, pues pisó el área y forzó la jugada para que se produjera el autogol de Suazo.

Kazuki Ito: Demasiada tranquilidad

Partido sin muchos incidentes en el Arena da Baixada que supo llevar de la mejor manera el juez Fernando Rapallini junto a su cuarteta. Sin algún cobro polémico, sacó de modo correcto solo tres tarjetas amarillas, pero tranquilamente también pudo sumarse a esa lista el 'Chaco' Insaurralde. El veterano zaguero argentino le entró de forma desmedida -y lindando con mala intención- en varias oportunidades a los atacantes rivales, en especial a Pedrinho.

Los Goles

Fotos: AFP


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La ficha del Paranaense 2 - Colo-Colo 0

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