Composición fotográfica: Víctor Sierra / DeChalaca.comItalia intentó por todos los flancos, pero no pudo pasar del 0-0 ante Israel. Los azzurri quisieron asegurar su pase a cuartos con un triunfo, pero el cuadro hebreo se defendió con pundonor y, pese a encajar dos goles que fueron invalidados, volvió al Medio Oriente con dignidad.
    Eduardo Tirado | @EduardoTL
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El Luis Gutiérrez Dosal de Toluca recibió un partido que, en teoría, aportaría espectáculo. Se esperaba una lluvia de goles, pero apenas se observó una garúa intermitente que roció el gramado de tanto en tanto. Inconstante como el desempeño de esta Italia que solo marcó en el debut ante Suecia, empató sin goles con Uruguay y esta vez se medía contra el modesto Israel. Ningún pronóstico apuntaba a un desabrido empate que dejaría a los aficionados con ganas de ver un poco más de las tan afamadas estrellas del campeón de Europa.

El enfrentamiento arrancó con una Italia convencida de conseguir el triunfo a como diera lugar. El fantasma del último Mundial y el choque de bruces que sufrió con Corea del Norte no podía volver a producirse en tierras mexicanas. La 'Squadra Azzurra' protagonizó una ofensiva que prometía, con un Sandro Mazzola inspirado desde tres cuartos de cancha para adelante: el astro del Inter condujo el juego y sacó a relucir lo mejor de su repertorio.

Sin embargo, la conexión con el tridente arriba presente fue casi nula. Y no porque Mazzola no hubiera estado predispuesto a ello, sino por el poco entendimiento y desidia que demostraron tanto Angelo Domenghini como Roberto Boninsegna o Luigi Riva para desmarcarse y buscar la oportunidad de gol. 'Ferruccio' se cansó de buscarlos e ir al frente, a un punto tal que en algún momento él mismo quiso decidir el partido por su cuenta, pero tuvo enfrente a un Itzhak Vissoker que lo leyó muy bien y no le dejó coronar las jugadas que gestó.

Mazzola fue el adalid de las intentonas italianas, con buen juego e inteligencia. (Foto: Pinterest) 

Si bien el volumen ofensivo italiano superaba en creces al del rival de turno, no se plasmaba en el marcador. El dominio fue tal que el relajo de los artilleros azzurri era notorio, dado que apenas buscaban el balón y esperaban alguna genialidad de Mazzola que rompiera la modorra del partido para recién despertar y meterse a este. Estaban confiados en que el gol iba a llegar en algún momento por obra y arte de la insistencia. Y en efecto, fue así, pero sucedió en posición adelantada. El esperar arriba y dedicarse solo a merodear el gol ocasionó que Domenghini anotara con un cabezazo en posición adelantada y que el grito se viera ahogado en la garganta de los simpatizantes italianos. Los reclamos fueron y vinieron, pero el brasileo Ayrton de Moraes fue contundente. De esta forma, se fue la primera mitad, con la sensación de que los de Valcareggi tenían todo para resolver el encuentro en el complemento.

Véase que la segunda mitad encontró a un conjunto israelita envalentonado por las heridas recibidas en los primeros 45 minutos. Al no verse vulnerados, los nibjeret comenzaron a emparejar el trámite gracias a los buenos despliegues de Giora Spiegel y de su capitán Mordechai Splieger. Parecía bastar un par de jugadores para sembrar el terror, aunque fuera en un par de oportunidades, en área italiana. La dejadez comenzaba a pasar factura y los disparos al arco de Enrico Albertosi se fueron haciendo cada vez más seguidos.

Fue entonces que las alertas se activaron, ya que el fantasma de Corea del Norte parecía asomarse en Toluca. No obstante, Gianni Rivera, quien había ingresado para esta parte del juego, comenzó a mostrar por qué era una de las perlas de esta escuadra. Sus arranques empezaron a ser más peligrosos hasta que el 'Bambino de Oro' llegó al punto de gol y anotó de cabeza, pero otra vez la jugada fue invalidada por offside.

Boninsegna y Cera se le van encima al árbitro brasileño de Moraes al final del partido. Los italianos terminaron muy enfadados por los dos goles que les fueron anulados. (Foto: Pinterest) 

El desconcierto general llegó poco después, cuando un remate israelita pasó rozando el parante izquierdo de Albertosi y dejó paralizado a Valcareggi en el banco. Todos se miraron en tienda italiana y decidieron que era mejor cerrar el partido sin peligros. El conjunto millonario de los Rivera, Mazzola, Riva y demás durmió el trámite y aceptó quedarse con una igualdad que no le sacaba lustre a su perfil de candidato, pero que le servía de postre a pasar a la siguiente fase. De tal forma, llegó el pitazo final y algunos silbidos de reclamos por parte de la tribuna, así como ciertos vítores por parte de la hinchada azzurra presente en las gradas toluqueñas.

No fue el cierre soñado para Italia en esta fase de grupos, pero puede decirse que consiguió el objetivo y le bastó la justeza para ello. Allá los que observan a una escuadra que hizo los méritos suficientes para quedarse con el primer lugar del Grupo B y niegan la mezquindad presentada por los pupilos de Valcareggi. Por alguna parte, se vio a un conjunto que estuvo a un gol y centímetros de quedarse fuera del Mundial por obra de una corajuda Israel, que tenía más de patadas y empujones que de fútbol y así y todo estuvo a un tris de lograr la hazaña. Quiérase por el bien del fútbol que tan solo sea una mala impresión lo visto hasta ahora y que esta escuadra llena de estrellas pueda florecer para lo que resta del certamen.

Los Goles

No hubo.

Composición fotográfica: Víctor Sierra
Fotos: Pinterest


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La ficha del Italia 0 - Israel 0

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