Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa Copa Libertadores de América cumple seis décadas y la ocasión es propicia para revisar las pocas postales disponibles del histórico 19 de abril de 1960: las de aquel Peñarol 7 - Wilstermann 1 que dio inicio a una historia de pasión y desborde continental en torno de un balón.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

La historia cuenta que el 3 de agosto de 1959 en Caracas el Congreso de la Conmebol aprobó, con ocho votos a favor, uno en contra y una abstención, la creación del Campeonato de Campeones de América. El único voto en contra había sido el de Uruguay, cuyo delegado Luis Tróccoli había disertado ampliamente sobre diversas observaciones que la Asociación Uruguaya de Fútbol tenía sobre la sostenibilidad del torneo.

Pero el germen del torneo ya estaba dado. Diversos torneos de clubes disputados a lo largo de la década del cincuenta habían alentado su nacimiento, y el gran quiebre lo había dado el éxito de la Gran Serie Suramericana Inter Clubs jugada en Lima con los clubes más reputados del continente en marzo de ese mismo año 1959. En principio hubo ocho clubes inscritos para la primera edición: no se anotaron los representantes de Ecuador ni Venezuela. Pero a última hora hubo una deserción adicional: la de Universitario, campeón peruano, que estaba sembrado para jugar en primera fase ante Olimpia, el campeón paraguayo. La inscripción crema se había dado en condicional con cargo a ser confirmada en el plazo de dos semanas, lo cual no ocurrió.

Montevideo fue la ciudad en la que, el 15 de febrero de 1960, se aprobó el formato del certamen. Y curiosamente, pese a su oposición original, sería también la sede que quedaría en la historia como testigo del primer partido de la que posteriormente quedaría enmarcada como Copa Libertadores de América.

Las postales

(Foto: Wilstermann Tetra Campeón) 

La delegación de Jorge Wilstermann en el Aeropuerto Cochabamba el 14 de abril de 1959, al emprender viaje a Montevideo. Causó sorpresa en la capital uruguaya que el plantel visitante del primer partido de la historia del nuevo torneo llegara con cuatro días de antelación. La idea era "aclimatarse al llano", según se explicó; al fin y al cabo, era la primera vez que un equipo boliviano de cualquier índole visitaba canchas uruguayas desde el Mundial de 1930. La conexión se hizo vía Hidropuertos: desde el de Buenos Aires al de CAUSA, puente aéreo entre la capital argentina y la de Uruguay.

(Foto: El Diario de Montevideo)

La terna arbitral antes del encuentro. El chileno Carlos Robles (padre), protagonista de diversas jornadas históricas del fútbol sudamericano, fue encomendado para pitar el cotejo. Los jueces de línea sí eran uruguayos: Juan Carlos Armental y Pablo Víctor Vaga. En tribunas, 28,766 espectadores poblaban parte de las graderías del Centenario, una buena respuesta para un martes feriado por la celebración del desembarco de los Treinta y Tres Orientales.

(Foto: El Diario de Montevideo)

La oncena de Peñarol en el campo. Portaba la bandera de Artigas, y salió primero a pisar el césped del mítico Centenario. Al arco fue Luis Maidana; en defensa se ubicaron William Martínez, el brasileño Salvador y Santiago Pino; en el centro del campo estuvieron Néstor Goncálvez y Walter Aguerre; y adelante el quinteto lo formaron Luis Cubilla, Carlos Linazza -quien en el Perú había sido campeón dos años antes con Centro Iqueño-, Juan Eduardo Hohberg, Alberto Spencer y Carlos Borges. Al mando, un hombre llamado a ser leyenda: Roberto Scarone.

(Foto: Wilstermann Tetra Campeón)

La oncena de Wilstermann en el campo. Los visitantes entraron en segundo turno, con la bandera de Uruguay. Dirigía al cuadro aviador el argentino Saúl Ongaro. Se pararon Hernán Rico en el arco; Óscar Claure, Wilfredo Villarroel y José Trujillo en el fondo; José Rocabado y Mario Zabalaga en el medio; César Sánchez, Máximo Alcócer, Ausberto García, Renán López y Rómulo Cortez en el ataque.

(Foto: Conmebol)

El primer gol de la historia de la Copa. El partido comenzó a las 16:11 horas de Montevideo y el boliviano Ausberto García fue el encargado de hacer el primer toque de balón del naciente certamen. Solo 13 minutos luego, se produciría el momento histórico. Hohberg avanzó por el mediocampo y dio un pase en profundidad a Cubilla, quien enfiló hacia el arco de Rico y remeció el travesaño; Borges tomó el rebote y estrelló el balón en el cuerpo de Rocabado, pero insistió y con un disparo a boca de jarro, de emboquillada, fusiló la parte superior del arco aviador.

(Foto: El Diario de Montevideo)

Cubilla pone el tercer tanto de Peñarol. A los 17' Borges volvió a convertir, y apenas a los 20' el 'Negro' Cubilla, goleador de raza, cruzó el balón como se aprecia en la imagen para decretar la goleada. La cuenta pudo ser ampliada antes de la media hora, pues un reclamo airado de Trujillo a Spencer fue sancionado como penal por el juez Robles. Sin embargo, William Martínez disparó demasiado fuerte el balón y lo mandó por encima del horizontal.

(Foto: Wilstermann Tetra Campeón)

Alcócer anota el descuento aviador. Peñarol tenía un goleador sublime, recién llegado unos meses antes del Everest guayaquileño. Alberto Spencer pegó a los 35', 57', 66' y 89' para configurar el espectacular 7-1. Porque el descuento se había producido volviendo de vestuarios, a los 48', después de que Alberto Soria hubiera entrado por Rómulo Cortez en el primer cambio de la historia de la Copa -el reglamento facultaba una sustitución siempre que se hiciera antes de finalizar el primer tiempo-. Lo marcó Alcócer, la gran figura visitante, con un cabezazo a corta distancia. Y así se cerró el primer capítulo de una historia apasionante, que sesenta años después sigue teniendo sabor a espíritus de alma libertadora.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Wilstermann Tetra Campeón; El Diario de Montevideo; Conmebol; Facebook


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