Foto: Tugmug Escate / DeChalaca.comChelsea logró un laborioso triunfo 0-2 sobre el Porto, que por prolongados momentos dominó el juego y fabricó varias desaprovechadas ocasiones de gol. Los blues de Tuchel -esta vez de melón- estuvieron finos y acertaron frente al arco rival.
Lenin Auris | @Lenin_Auris
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Se etiquetó como favorito al Chelsea; no obstante, el presente de Porto marcaba cuatro triunfos consecutivos en la Primeira Liga que le permitieron consolidarse en el segundo lugar, y en el medio una ajustada derrota frente a Juventus en la fase previa con sabor a triunfo para arribar a cuartos. En el frente, los blues muestran una campaña irregular en la Premier League y dos triunfos ante Atlético de Madrid para pelear el pase a semifinales. Con estos antecedentes, los primeros minutos en el Ramón Sánchez Pizjuán -donde el Porto debió ser local por las restricciones al ingreso a Portugal de vuelos desde el Reino Unido- sorprendieron al mostrar a un envalentonado cuadro portugués, dedicado a avasallar a su oponente, que otorgaba severas licencias defensivas.

¿Pero en qué se basó está supremacía inicial de os dragões? Primero, en una asfixiante marca de la salida rival, que comenzó con la presión de Moussa Narega y Luis Fernando Díaz; más atrás destacó la labor de Mateus Uribe para romper los intentos de arranque de los blues. Segundo, en avances profundos por las bandas, sobre todo a través de Wilson Manafá por derecha, bien apoyado por Mario Grujic y un inicialmente enchufado Moussa Marega. Y tercero, en que las oportunidades de gol llegaron con remates de Uribe, Otávio y Díaz que rozaron los palos y convirtieron en figura al portero Edouard Mendy. Pero las imprecisiones al definir pasaron factura cuando en la primera que tuvo Chelsea Mason Mount anotó el primero tras un oportuno desmarque.

Con la ventaja, los de Stamford Bridge comenzaron a equilibrar las acciones ofensivas, en aprovechamiento del hecho de que Porto aligeró las marcas en el mediocampo y tanto César Azpilicueta como Antonio Rüdiger comenzaron a apagar los incendios defensivos. Así, ambos carrileros brindaron mayores atajos a las subidas blues, que hasta antes del tanto habían implicado peligro solo a cuentagotas. Tras el descanso, las características de juego no variaron: Porto se mantuvo lanzado al ataque y fabricando nuevas situaciones claras de gol. Pero la diferencia fue que el Chelsea se adecuó a este tipo de acciones y trató de cuidar el balón, mejorar la marca en el mediocampo y ser más estratégico al lanzar los ataques, aunque casi siempre jugando al límite, por lo cual su defensa elevó el nivel y soportó las llegadas o se salvó por la ineficacia frente a Mendy.

Azpilicueta fue pieza sólida del fondo del Chelsea, incluso con apariciones oportunas para proteger su arco. (Foto: AFP) 

A pesar de los sofocones de los visitantes en defensa, César Azpilicueta destacó como baluarte de la recuperación de su cuadro. El español fue propulsor de la mejora de la zaga y otorgó otras opciones de salida para dar respiro al agobio que resistió Chelsea. Una jugada que marcó su relevancia se produjo cerca del final del primer tiempo y pudo ser el empate: un potente remate de Jesús 'Tecatito' Corona fue desviado por el pie izquierdo de Azpilicueta, quien evitó el gol cuando Mendy estaba vencido.

Cabe una mención aparte para la contundencia del ataque blue, porque de las tres ocasiones evidentes de anotación con las que contó, acertó en dos: ante un giro inteligente de Mount, Pepe no pudo cortar la acción para impedir el primero; y luego una diagonal de Ben Chilwell, tras un grueso error de 'Tecatito' Corona, permitió certificar el triunfo. Adicionalmente, se contó un remate al palo de Christian Pulisic luego de un veloz contraataque de Mateo Kovacic.

El encuentro no estuvo exento de polémicas arbitrales, que en especial multiplicaron los reclamos de os dragões en el complemento. La primera pasó por una mano deliberada de Kai Havertz, ante la que el juez esloveno Slavko Vincic dejó pasar la tarjeta amarilla. Luego se produjo un supuesto penal por una falta de Azpilicueta en contra de Marega, en la que el VAR le dio la razón al juez.

Giroud brega con Sanusi. El francés entró y cumplió aceptable actuación. (Foto: AFP) 

La practicidad del Chelsea, pues, se impuso a las mejores creaciones colectivas del Porto. Los dirigidos por Thomas Tuchel leyeron mejor el partido y lo adecuaron a su juego juego, aun cuando siempre hayan estado con la soga al cuello. Los locales agotaron los esfuerzos grupales, y los individuales aparecieron solo en los últimos 20 minutos. Lo cierto es que la derrota, aun cuando en cierta medida resulte inexplicable, les deja muy pocas posibilidades de clasificar a las semifinales de la Champions.

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