• POR LA AZOTEA. Desde el arranque, los brasileños asediaron el pórtico altiplánico. En la imagen, Danilo supera a Sergio Garzón en el juego aéreo. (Foto: Reuters)
  • GRAN ATRACCIÓN. El talentoso Neymar deja atrás a Alejandro Chumacero. Frente a los bolivianos, el hombre estelar de la 'Canarinha' otorgó algunos destellos de su buen fútbol. (Foto: Reuters)
  • VENGA ESE ABRAZO. Luego de inaugurar la cuenta en Moquegua, el atacante Henrique recibe el saludo de sus compañeros. Parecía el principio de otro triunfo brasileño en el certamen. (Foto: Reuters)
  • PURO CORAZÓN. Con mucho amor propio, los altiplánicos soportaban el dominio de su rival y apostaban por esporádicos ataques para tentar el empate. (Foto: Reuters)
  • ARDUA LUCHA. Casemiro se las ingenia para soportar la férrea marca de Alejandro Méndez. El 'Scratch' lució mucho mejor colectivamente, pero no supo concretar sus numerosas opciones de gol. (Foto: Reuters)
  • ÉPICA IGUALDAD. Pese al poderío de su contrincante, los bolivianos consiguieron un histórico empate, lo que les permite seguir soñando con la clasificación al Hexagonal. (Foto: Reuters)

 

La frecuencia: CMD

Los relatos corrieron a cargo de Gino Bonatti, con Roberto 'Titín' Drago desmenuzando a los equipos y en planta baja Romina Antoniazzi cubriendo las incidencias a ras de campo. La tónica del partido sirvió para el correcto análisis de ambos seleccionados durante los comentarios, haciendo algún énfasis en la capacidad histórica de los laterales brasileños para la proyección.

Las pizarras: David vs. Goliat

Como se podía anticipar por lo visto en sus anteriores partidos, Brasil salió al campo con un planteamiento altamente ofensivo. El 4-3-3 empleado por el técnico Ney Franco permitió un gran despliegue de sus laterales que eran bien cubiertos por la línea de tres en la volante, siendo Danilo quien pudo aprovechar mejor los espacios que el sistema boliviano dejaba entre volantes y defensas proyectándose constantemente. Por el lado de Bolivia, Marco Sandy envió a sus jugadores en un 3-4-2-1 donde el gran sacrificado fue el único punta Darwin Ríos quien, pese a ello, se las pudo arreglar para ser quien definiera el partido. Si bien el técnico tuvo la intención de copar la mediacancha en base a una mayor presencia, esto generó que hubieran muchos huecos por las bandas, por lo que su valla se vió permanentemente acechada por los brasileños.

Los cambiazos: Cuidando el oxígeno

Ambos equipos realizaron cambios que no alteraron el funcionamiento en el campo. En Brasil se notó el cansancio de algunos jugadores debido a la altura y el calor de Moquegua, por lo que, quienes tuvieron un mayor trajinar en el primer tiempo fueron los primeros en salir. En Bolivia sucedió lo mismo donde, a pesar de estar acostumbrados a las condiciones de la cancha, el trajinar de la primera mitad ante la constante presión del rival extenuó a los jugadores.

El capo: Luis Cárdenas

El portero boliviano -como se esperaba- fue muy exigido en este partido durante los noventa minutos, por lo que sus buenas intervenciones (sumadas a un poco de suerte en los remates a los postes) decidieron en buena medida el resultado final. Salvo por el gol anotado en el primer tiempo por Henrique, a Cárdenas no hay nada que reprocharle porque supo desviar o cortar todos los avances y remates con los que la selección de Brasil intentó estirar el marcador.

El extraviado: Bruno Uvini

El central y capitán brasileño proveniente del Sao Paulo cometió un garrafal error que colaboró en buena medida al empate final con Bolivia. Si bien la eficiencia en la definición de los ataques dejó mucho que desear, el resbalón de Bruno Uvini será remarcado en los análisis de este partido como una de las razones para que la canarinha no se haya llevado los tres puntos.

Jailaits

¡Goool! (¡Por fin!): Ante tanto ataque desperdiciado por los brasileños, la impaciencia comenzaba a surgir en tienda verdeamarelha, por lo que el gol anotado por Henrique, a los 41' fue un alivio de cara a afrontar el segundo tiempo con más calma.

¿Quién regó el campo? Al menos es una excusa que el defensor brasileño Bruno Uvini no podrá usar para justificar el par de resbalones que tuvo durante el partido, uno de los cuales acabó en el empate. A los 77', Bolivia se acordó que tenía permiso para atacar por lo que, tras un pelotazo, Ríos arrancó en solitario rumbo al pórtico custodiado por Gabriel ante quien definió de manera precisa para alegría de todos los bolivianos.

No estaban muertos, y tampoco andaban de parranda: Al menos eso se encargaron de demostrar los jugadores bolivianos en el segundo tiempo, donde lograron poner en aprietos a los brasileños tras el golpe anímico que significó la paridad. Si bien todo pintaba para la goleada, los del altiplano no perdieron la ilusión de que -en algún momento- uno de sus atacantes pudiera tentar un mejor resultado, como finalmente sucedió.

Fotos: Reuters

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La ficha del partido

Comentarios ( 1)add
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escrito por sheikh , January 24, 2011
Muy bueno el titulo, amigos de De Chalaca, me hace recordar a la cancion de los bolivianos Kjarkas en 1981 y del grupo brasileño Kaoma (Lambada; Chorando se Foi) en 1989.
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