Cobresol: Adorada posteridad
Luego de dos intentos infructíferos, el elenco dorado alcanzó el anhelado ascenso a la máxima categoría. El valor agregado de los moqueguanos estuvo en la regularidad de principio a fin, la misma que no fue del todo eficaz en 2008 y 2009.
Las cifras
- El mejor jugador: Nikol Prado (14.20 en 15 partidos)
- El goleador del equipo: Ramón Rodríguez (12 goles)
- El mejor resultado: Cobresol 10 - Tecnológico 0 (Fecha 15)
- El peor resultado: Sport Áncash 2 - Cobresol 1 (Fecha 1)
- Cantidad total de jugadores empleados: 25
- Cantidad total de jugadores Sub-20 utilizados: 3
- Técnicos: 1 (Freddy García)
El análisis
Tras masticar rabia e impotencia por algunos meses luego de su desdicha en el torneo de 2009, Cobresol, contrariamente a lo que hicieron la mayoría de los equipos participantes en Segunda, conservó la estructura del equipo base, repotenció algunos sectores que tambalearon y, lo más importante, adoptó a Freddy ‘Petróleo’ García como su nuevo estratega, quien impuso su metodología de trabajo en el acto (sin trastocar el 4-rombo-2 que impusieron Luis ‘Puchito’ Flores y José Ramírez Cuba) y, aunque con cierto retardo, empezó a conseguir resultados que una vez más lo pusieron en el tapete para luchar por el anhelado cupo a la máxima categoría.
Sus primeros partidos, a decir verdad, dejaron un sinsabor e hicieron pensar que toda la expectativa generada antes del torneo se iría al tacho. Debutó con una derrota ante Sport Áncash y, luego, igualó ante Acosvinchos; a priori, los rivales con los que debía pelear por el título. Tras ello, obtuvo un par de resultados insípidos para, posteriormente, mostrar ese apetito goleador que tanto lo caracterizó en 2009: su primera víctima fue Torino, que recibió cuatro goles en el 25 de Noviembre de Moquegua.
Luego de ese episodio, el elenco dorado apenas si cedió algunos empates. Triunfó en cuanto escenario se presentó, venció en casa a sus dos principales contendores, hasta que llegó el domingo 19 de setiembre. En dicha ocasión, le endilgó diez goles al desahuciado Tecnológico, con lo cual ya avizoraba como virtual ganador de la competencia. Dos fechas después, ante San Marcos, redondeó la faena y con solitaria anotación de Héctor Rojas selló el 1-0 que le otorgó el ascenso a Primera División.
Línea x línea
- Arco: La dirigencia dorada no se equivocó al momento de apuntar el nombre de Michael Sotillo y solicitarlo como refuerzo inmediato para defender su pórtico. El ex Idunsa, como bien señalan las cifras finales, apenas recibió cinco goles en 17 partidos; claro, parte del mérito lo tiene su defensa, pero aquel que siguió con detenimiento todos sus partidos sabrá de las innumerables atajadas del hombre forjado en Sport Boys, las cuales se convirtieron en salvavidas para sus colores. Su relevo, Roy Sucuitana, apenas si pisó el gramado de juego (solo actuó como titular en el último partido de la temporada).
- Defensa: Sin lugar a dudas, una línea que se conocía de memoria. Por defecto, Percy Manchego, Miguel Reyna, Evert Lengua y Nikol Prado fueron los hombres que resguardaron el bloque defensivo con solvencia. Eso sí, de acuerdo a las circunstancias, en algunos tramos del campeonato jugadores como Paul Rodríguez o Edward Campos tuvieron que fungir de marcadores; caso contrario al de Arnaldo Cabanillas, quien tuvo varias apariciones en el once estelar como marcador derecho.
- Mediocampo: En este sector se mantuvo la misma lectura táctica que esgrimieron -en su momento- tanto Luis ‘Puchito’ Flores como José Ramírez, entrenadores que condujeron los hilos dorados en 2009. Y es que casi siempre se impuso el rombo, y los hombres mencionados líneas arriba -Rodríguez y Campos-, de manera rotativa, se situaban como volante ancla; indistintamente, uno de los dos pasaba al extremo derecho. A su vez, por la izquierda era infaltable Christian Vildoso, mientras que Piero Casella era el hombre flotante; ergo, se convirtió en el nexo entre los dos hombres de punta.
- Ataque: La pareja perfecta. Al menos para resolver a cuentagotas una serie de partidos que, sobre el papel, no debieron generar mayores problemas. Así fue como rápidamente se asociaron Ramón Rodríguez y Héctor Rojas; el primero con su característico afán por vulnerar las redes y, el segundo, con sus habituales desbordes por la franja izquierda que en ocasiones lo convirtieron en extremo -y de pasada modificó el sistema (4-2-3-1)-.
- Banca: Los cambios que efectuaba el elenco dorado fue el mejor reflejo de la calidad de su plantel. Y es que no había un solo relevo que trastocara por completo los planes del ‘Petróleo’ García. En ese sentido, el primer nombre a resaltar es el de Javier Cárdenas, quien de acuerdo a las circunstancias pasaba a defender o, por el contrario, a colaborar con la zona de recuperación. Asimismo, también resultó importante la presencia de José Crovetto, volante de avanzada -natural sustituto de Casella- quien encajaba perfectamente en los instantes en que Cobresol tardaba en abrir el marcador o, en su defecto, cuando requería controlar un marcador favorable. En el ataque, si bien se erró en contratar a Roberto Farfán (se tuvo que marchar del plantel por indisciplina), la dirigencia dorada miró el mercado exterior y se trajo a Arnaldo Villalba -paraguayo con recorrido en Primera División- y Maximiliano Quiroga, argentino que fue clave en aquel duelo en que vencieron a Acosvinchos y se apoderaron del primer lugar para no soltarlo más.
Jailaits
La caleta
Luego de igualar 2-2 ante Bolognesi en Tacna, Cobresol se despidió de la Segunda División con el mismo resultado con el que debutó en estos torneos: empate 2-2 de visita. Esto ocurrió el 17 de mayo de 2009 en Matucana, cuando igualó por ese score ante Minero: curiosamente, aquella vez Christian Vildoso anotó también el segundo tanto moqueguano.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
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ARRIBA MOQUEGUA Y ARRIA EL COBRESOL