Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAnte Alianza, Municipal ganó por primera vez dos partidos seguidos en el año y sumó su tercera victoria en cuatro partidos. La 'Academia' generó numerosas ocasiones merced a los espacios que dieron los laterales íntimos; ¿realmente influyó el campo natural del Nacional en facilitar la propuesta que persigue Marcelo Grioni?

    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

Municipal volvió a ganar en el Estadio Nacional diez años después de la última vez que lo hizo allí: contra Cristal, en un día especial para quien suscribe pues fue el primer partido que DeChalaca cubrió en un estadio. Así, el cuadro edil suma su cuarto partido invicto con dos victorias consecutivas -la anterior fue en Guadalupe ante Juan Aurich-.

Marcelo Grioni, de hecho, posee uno de los planteles más extensos del torneo, por lo cual puede rotar con una táctica que a veces cambia en la medular con el 4-trapecio-2, o da más volumen con el 4-2-3-1 y a veces 4-1-4-1. Los ejes son Armando Alfageme como ancla y, en punta, Diego Mayora, quien ya suma cuatro goles pese a los kilos que aún debe bajar.

Contra Alianza Lima, la gran diferencia que plasmó la propuesta para jugar en casa fue su ejecución en el césped natural del Nacional. Grioni explotó las bandas con las subidas constantes de sus laterales, y para ello también fue importante la función ofensiva desde la medular de Freddy Álvarez para abrir la cancha. En ese sentido, no hubo una gran diferencia respecto de lo planteado en el Iván Elías Moreno: sea en cancha natural o sintética, el cuadro edil apela a los centros como principal arma, y no hoy sino hace rato, desde su regreso a Primera.

Municipal celebró un triunfo histórico ante Alianza Lima. (Foto: Raúl Chávarry / DeChalaca.com) 

Por eso, más que la superficie donde se juegue, lo importante para Municipal es de cuánto espacio disponga para desplazarse por los lados del campo. Por derecha rotan Rodrigo Cuba y Héctor Salazar; y por izquierda, José Guidino y Joao Ortiz. Más arriba, Pierre Larrauri, Masakatsu Sawa e Ítalo Regalado son los que menos rotan, con el objetivo de que 'Macocho' reciba y liquide. De hecho, en el año dos goles de Rodrigo Cuba y otro de Adrián Zela -que al final fue concedido como autogol- han llegado a través de pelotas paradas, lanzadas por el tico Álvarez o a veces por Larrauri y hasta el mismo Rafael Guarderas, pieza de recambio de Alfageme.

Así, Grioni tiene alternativas para tácticas en pelota parada o a puro centro y aprovechando los espacios que una defensa -como la de Alianza- conceda. Esto lo va a aplicar en una u otra cancha, porque no basa principalmente su juego en un traslado al ras que se acelere u obstaculice según la calidad del sintético. Así, la mayor diferencia entre el Nacional y el Iván Elías Moreno para Municipal no está en la cancha sino acaso en poder jugar allí contra rivales que le permitan generar mayor convocatoria, como los 6,851 pagantes que registró ante el cuadro íntimo, pero esa es otra historia.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Raúl Chávarry / DeChalaca.com


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La ficha del Municipal 2 - Alianza Lima 0

 

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