Mitos y leyendas
Más allá de la máquina propagandista madridista con respecto al poderío de los dirigidos por Mourinho en la presente temporada, lo exhibido en el último clásico español fue la muestra más fehaciente que el estilo futbolístico del cuadro catalán se encuentra en un nivel superlativo, y a comparación de lo señalado por el técnico portugués al término del encuentro, todavía no conoce límites.
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¿Quién jugó con 12?
Lo que en la previa se presentaba como un enfrentamiento épico entre dos de los mejores técnicos de la actualidad, terminó convirtiéndose en un monólogo de un estilo que ha logrado asemejarse a la perfección. El juego implantado por Guardiola en el Barcelona desnudó por completo la fragilidad de un Madrid que no tuvo atenuantes para soportar el juego vertical de un cuadro catalán que salió desde el primer minuto a atacar. Sólo le bastaron diez minutos a los dirigidos por el 'Pep' para desmoronar cualquier estrategia el entrenador portugués. Con un pressing envidiable, una constante proyección de los laterales y un sacrificio de parte de todos los integrantes del equipo, Barcelona demostró que, más allá de las individualidades, está un colectivo que no necesita actores protagónicos para desempeñarse correctamente.
Los merengues no se encontraron durante los noventa minutos dentro de la cancha, y su fortaleza anímica se terminó por diluir en el minuto 18 cuando Pedro, tras 21 toques seguidos, logró batir por segunda vez el arco de Casillas. Segundo tanto de los blaugranas y clásico sentenciado. La máquina madridista no pudo reeditar lo exhibido en las 12 fechas anteriores al clásico español y sucumbió ante su falta de amor propio y poca vergüenza deportiva -cómo explicar las poses para la cámara de Cristiano Ronaldo, la apatía de Benzema en el círculo central de la cancha y el descontrol de Sergio Ramos al final del cotejo-.
En esta ocasión, Mourinho no fue capaz de revertir un mal comienzo de partido y terminó por resignarse en el banco de suplentes ante la mirada de todos los medios que esperaban algo más del polémico técnico, a quien se le volteó la torta cuando hace un mes cuestionó indirectamente la habilidad goleadora de David Villa. En esta ocasión, pues, tuvo que rendirse ante el fútbol del ‘Guaje’ y compañía, quedándose pegado al banco de suplentes después del tercer gol.
No hubo cristianos ni mesías
Como en tantas otras ocasiones, el duelo mediático de las principales figuras, tanto del Real Madrid como del Barcelona, terminó siendo una decepción. Por el lado del conjunto merengue, Ronaldo volvió a demostrar que no aparece cuando su equipo más lo necesita y sólo figuró por un lamentable empujón al técnico del Barcelona. El portugués no termina de ser un jugador engrandecido por el marketing y por un buen estado físico. Por su parte, el talento y los dos pases gol que realizó Messi se vieron opacados en cierta medida por la gran performance de sus compañeros de equipo, Xavi, Iniesta y en mayor medida por Villa, quien desprendiéndose del traje de figura mediática del Valencia terminó por erguirse como el jugador más destacado del partido, y no precisamente por sus dos conquistas, debido al sacrificio mostrado dentro de la cancha. Jugando correctamente pegado a la banda, el único punta del Barcelona se las ingenió para sacar de quicio a Pepe y compañía en base a la entrega puesta en cada jugada. Además, es necesario recalcar el mérito del delantero español por saber acoplarse a un plantel que necesitaba un jugador que se sacrificara por todo el frente de ataque, pero que conservara intacto su olfato goleador. El ‘Guaje’ cumplió con creces tales requerimientos, pues contrario a lo mostrado por Ibrahimovic en la temporada pasada, supo amoldarse en el once blaugrana.
Esto recién comienza
Pese a la catastrófica derrota sufrida en el Camp Nou y a la pérdida del liderato en la Liga, los dirigidos por Mourinho mantienen intactas las posibilidades de alzarse con el campeonato. Más allá de los puntos por jugarse y de la corta distancia que los separa del Barcelona, los merengues -a comparación de otras temporadas- pueden tener la seguridad de luchar hasta el final debido a la arrogancia y seguridad de su entrenador, quien se ha mostrado tranquilo ante la humillante derrota. Apelado a la lógica, el entrenador portugués a tomado con pizas su desliz ante el actual campeón y ha respondido a la altura de un técnico que buscará dar caza al nuevo líder partiendo de sus propias limitaciones y del favoritismo que ahora recae en el Barcelona. La abultada derrota no hace más que fortalecer a un equipo endiosado, que ahora sabe más que nunca sus debilidades.
Contrario a lo que se pueda dicernir tras el implacable 5-0 de los culés, en DeChalaca.com consideramos que este clásico recién ha dado inicio a la Liga, y es ahora donde se verá el verdadero nivel de ambos cuadros; por un lado, Barcelona buscará mantener su regularidad antes los equipos -a priori- accesibles y, por el otro, Real Madrid intentará consolidar un estilo de juego siendo consciente de sus verdaderas limitaciones.
Fotos: AP, AFP
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Para alguien a quien le encanta el fútbol, es imposible no estar contento después de lo visto ayer.
Ahora el Madrid depende de si mismo, no creo que ambos equipos aguanten el rendimiento y ganen toooodos sus partidos hasta el final de temporada. Queda mucha Liga por jugar.