Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comArrancó la Bundesliga 2014/15 sin un movimiento desenfrenado en el Mercado de Pases y con una relevancia austera, similar a la de sus ediciones anteriores. ¿Hace bien en mantener ese equilibrio, ni por el hecho de tener como valor agregado el ser el país campeón del mundo?

 

¿Usted imaginó que, tras ver cómo Philipp Lahm levantaba la copa del mundo en Rio de Janeiro, la Bundesliga sacaría provecho a la circunstancia y, de la manera más marketera posible, se colgaría de tamaño impacto para romper el Mercado de Pases y, con los jugadores más mediáticos del planeta, daría un paso importante para sacarse de encima a las ligas top como la española, la inglesa y la italiana y convertirse en el principal centro de atención? Pregunta un poco extensa, pero que vale la pena plantearla tras el arranque de la temporada 2014/15 que, a decir verdad, no trae ninguna novedad en el país teutón. Porque Bayern es el principal candidato para alzarse con la enzaladera y el Dortmund -el que mejor se reforzó- tendría que ser su principal adversario. ¿Después de ello, qué? Más de lo mismo.

Desde luego, a la Bundesliga se la tiende a comparar con la manera de hacer política en Alemania, esto por sus principios de productividad, fortalecimiento económico, disciplina y austeridad que impuso el gobierno de su actual canciller, Angela Merkel. Y es obvio que al final el torneo alemán termina siendo un fiel reflejo de ello, ya que tiene como principal fortaleza el hecho de priorizar la distribución solidaria de ingresos (el más importante es el ingreso por TV) entre sus dieciocho integrantes de la máxima categoría y los otros dieciocho de la Bundesliga 2 (en una escala menor). Así, pues, se garantiza que la brecha económica entre los grandes y chicos no se dispare y genere un efecto futbolístico que, como ocurre en la liga española, tiene a Real Madrid y Barcelona en el trono del poder.

Bayern se estrenó con un triunfo en la Bundesliga 2014/15 y, para variar, parece que una vez levantará la enzaladera (Foto: AP)

El reparto de dinero de una manera equitativa, definitivamente, es el modelo más soñado para apreciar a un fútbol más justo, pese a la grandeza existente de los clubes más populares. Pero aún así, ¿acaso este no era el momento perfecto para entrar en trance y transformar a la Bundesliga? Con un título mundial de por medio, la apuesta por un torneo local que sea capaz de desviar la mirada a millones de televidentes, para hacerla explotar al planeta en merchandising y para frenar el interés desmedido por las figuras individuales que han proliferado con fuerza en los últimos tiempos, era sin duda lo más esperable. Pero prácticamente nada ha cambiado.

Y si se dice que la Bundesliga, para la temporada 2014/15, no ha tenido el tarrajeo común y silvestre que se suele instalar en cualquier liga relevante para despertar el interés por lo que nuevo que se viene, es porque se puede palpar su efecto de intrascendencia a nivel internacional. Hasta Bayern, que es el más poderoso de todos, solo reunió esfuerzos en traer a Lewandowski, que estaba en el torneo local, y más bien se dio el lujo de perder a Mandzukic y Kroos.

Es cierto que en los próximos años, hasta 2020, y debido al vínculo con Fox TV, que transmitirá el torneo en los países de mercado clave en todo el planeta, la Bundesliga tendrá un ingreso aproximado de 150 millones de euros al año, lo cual le garantiza aún más el éxito de su distribución solidaria de ingresos. ¿Pero no era ÉL momento para aplicarle un gancho a sus principales adversarios? Parece ser que su política de austeridad, como el mismo gobierno teutón, es más importante por sobre todas las cosas.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: AP

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