Debacle escocesa
Que la crisis económica ha golpeado al fútbol a nivel mundial no es un secreto a estas alturas. Con varios clubes afectados por deudas, la crisis europea ha golpeado varios sectores y el del entretenimiento, en donde podemos ubicar al fútbol, no es la excepción. Lo novedoso en todo caso es que ésta ha comenzado a golpear a clubes tradicionales en todas las latitudes. Las últimas semanas han sido turbulentas en Gran Bretaña ante el anunció de la posible quiebra del Rangers F.C., el club más ganador de Escocia, y uno de los más importantes de las islas británicas.
El descenso o posible desaparición del Rangers Football Club sería un terrible golpe para la Premier League escocesa y especialmente para el negocio alrededor de la Old Firm (La vieja empresa, que es como se le conoce a la rivalidad entre el Rangers y el Celtic). La caída de los azules, además de llevar al tacho al clásico más antiguo de la historia del fútbol, podría tener un fuerte golpe en la ya de por si duopólica Liga escocesa que no tiene un campeón distinto a los de Glasgow desde la que ganó en 1985 el Aberdeen de Sir Alex Ferguson.
Paga tus impuestos
La historia de la deuda del Rangers es la de todos los clubes: le deben al fisco. Si de por sí las cosas no iban bien en el club de Ibrox, las cosas empeoraron luego de que Craig Whyte comprara el club en el 2010. Al parecer, al nuevo presidente se le olvidó pagar impuestos en un año y ahora el club tiene una deuda de 49 millones de libras esterlinas a Hacienda. De hecho Whyte no es el único culpable, la situación del cuadro azul era malo desde antes de su compra, el mismo presidente anterior Alastair Johnston lo ha reconocido, además de que pidió a la Government’s Insolvency Service (algo así como el Indecopi británico) investigar ciertos acuerdos financieros que se dieron con la compra del club.
Lo criticable de Whyte es que todas las promesas que hizo y en las que aseguraba que ya tenía asegurado inversionistas que ayudarían a pagar las deudas que tenía el club no se dieron. Es más, el actual presidente, además de decidir ir a concurso, en su ingreso al club hipotecó las ventas de entradas futuras por un valor de 24 millones de libras, una de las tantas acciones que han sido criticadas por exdirigentes del Rangers.
Para simplificar el desastre del 54 veces campeón de Escocia se puede comenzar con que su ingreso a concurso lo llevó a perder 10 puntos en el campeonato (en Gran Bretaña la norma señala que si ingresas a concurso hay un descuento de puntos) lo ha distanciado a 21 del primero –adivinen quién es- y lo ha dejado fuera de competiciones europeas para el próximo año, ingreso clave para un club como el Rangers. Para más inri, el gobierno británico ha comenzado una nueva cacería en contra del club por un supuesto no pago de 118 millones de dólares en impuestos que nadie sabe de dónde salieron. (Para más interesados sobre el caso de los gigantes de Glasgow, hay una web dedicada exclusivamente a sus problemas de impuestos).
Todo esto ha llevado a una verdad que en las islas ya lo entienden: el Rangers está a punto de desaparecer. La administración (que se podrían entender como una Junta de Acreedores acá) ya tomó el club y el mismo está en venta a la espera de que algún ángel salvador aparezca con dinero fresco para no sepultar al gigante. Lo más probable es que nadie aparezca y que el cuadro azul tenga que desaparecer.
El afectado
Pese a las burlas obvias de los hinchas del Celtic ante la situación de su rival, ya más de uno ha notado lo terrible que puede resultar para la liga escocesa la desaparición de la Old Firm. Lo cierto es que el Celtic y el Rangers son socios en el negocio que han creado alrededor del clásico, y las pérdidas que podrían caerle al cuadro católico ya son calculadas por algunos expertos.
El presidente del Celtic, Peter Lawwell, ya salió a informar que su equipo puede vivir sin la rivalidad de su vecino citadino y que en su club no guarda ningún problema parecido al de los azules. Para los memoriosos e informados, la situación del Rangers es similar a la que vivió el cuadro verde a en la década de 1990. Época en la que los de Ibrox vivían del mecenazgo de Sir David Murray, luego de que Fergus McCann reordenara el equipo, construyera el estadio y vendiera el club con una tremenda ganancia en retorno (a las finales y pasiones al lado, el fútbol es un negocio y hay empresarios que ya lo entendieron).
En todo caso, la esperanza de los dos equipos de Glasgow de ingresar a la Premier League inglesa se terminó de apagar. Si ya de por sí la UEFA está en contra de que los equipos jueguen fuera de sus fronteras, la crisis y probable desaparición del Rangers ha dejado solo al Celtic que no tendrá argumentos para una posible discusión del tema.
Las malas influencias
Lo del Rangers es poco probable que se quede en Escocia. La situación de varios otros clubs alrededor del Viejo Continente es similar. Casi todos les deben al fisco o acumulan tremenda deudas con los bancos. De esto último no se escapan ni el Madrid y el Barcelona, que son los equipos que más deben a nivel mundial. Si ellos deben, ya podrá imaginar usted cómo es el caso de clubes como el Villareal, Valencia, etc.
En gran medida, el problema es que con la inflación que se ha dado en el fútbol y la poca creatividad de los dirigentes para producir dinero más allá de las taquillas, los clubes cada vez más tienen problemas para armar equipos competitivos que cumplan con ser rentables y tener éxitos deportivos. Un caso es el del Feyenoord en Holanda. El equipo de Rotterdam fue el primer campeón europeo de este país, pero hace mucho que no alcanza competiciones europeas, algo que lo ha colocado en una situación muy delicada y más de uno advierte que podría seguir los pasos del Rangers.
Ya a estas alturas la mayoría entenderá porqué son cada vez más los equipos que hacen las famosas giras asiáticas o americanas durante la pretemporada. Como alguna vez lo señalara Joan Laporta, expresidente del Barcelona, son las giras previas las que terminan garantizando el presupuesto de la temporada para su club.
El caso del Rangers no ha terminado, aunque como bien señala Kevin McCarra, columinsta de The Guardian, la probable desaparición de los de Ibrox es una buena oportunidad para un renacimiento en el que dueños, accionistas y aficionados puedan trabajar por el club en armonía y dejen de tener a la Her Majesty’s Revenue and Customs (algo así como la Sunat británica) como principal rival de los azules.
De más está decir que el fútbol mundial está en crisis y el Perú no se ha escapado de esta. A las finales, lo que se sigue demostrando es que el fútbol profesional en este siglo XXI es para quienes tienen plata y si no la tienes, ni los títulos ni la tradición son excusas para evitar una posible desaparición.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Reuters, peterbein.wordpress.com, scotsman.com, AFP
escrito por Carlitos , March 22, 2012
escrito por CHARLIE , March 22, 2012
escrito por CHARLIE , March 22, 2012
escrito por Miguel , March 23, 2012