Formato del Descentralizado 2016: Largamente mejor(able)
DeChalaca sienta posición sobre el nuevo sistema de torneo para el Descentralizado 2016: es mejor que el de los dos años anteriores, pero debería sujetarse a algunos cambios sencillos que podrían facilitar sustantivamente tanto la competitividad como su comprensión por parte de la afición.
El verano 2016 ha comenzado a calentar con el debate clásico de los meses de enero: qué hacer con el sistema de campeonato. DeChalaca, aún en días de vacaciones para su personal, se ha mantenido atento al desenvolvimiento de los proyectos presentados al respecto y la aprobación parcial según el consenso al que han llegado los agentes involucrados: la FPF, la ADFP y la TV, con la que se solucionó un conflicto surgido al no haberla -de modo insensato- invitado originalmente a participar del diseño del sistema.
Publicadas por aquí, acá y acullá distintas explicaciones, interpretaciones y críticas en torno del nuevo sistema, en esta página web creemos conveniente sentar posición sobre un tema acerca del que siempre hemos intentado intervenir mediante el aporte de luces aclaratorias y propositivas. Porque creemos, primero, que el formato del torneo es la pieza más importante para estimular su competitividad, incluso a veces por encima de la calidad misma de los actores: un sistema bien diseñado puede volver muy atractivo un torneo sin grandes figuras, así como uno mal estructurado puede deprimir a los mejores equipos del mundo. Y segundo, porque el sistema afecta directamente la calidad de vida de nuestra redacción: como gente de fútbol -peruano- que somos, quienes hacemos DeChalaca programamos muchos aspectos de nuestra cotidianidad en función del Descentralizado.
¿Cómo se jugará el Descentralizado 2016?
En cristiano y en principio, se ha dividido en cuatro etapas:
1) Torneo Apertura, que abarcará de la fecha 1 a la fecha 15, en una rueda todos contra todos. Su ganador será el equipo que más puntos haga y clasificará a la Copa Sudamericana.
2) Torneo Clausura, que abarcará de la fecha 16 a la fecha 30, en una rueda todos contra todos que corresponde a los partidos de vuelta del Apertura. Los equipos, a diferencia de lo habitual, no comenzarán con el puntaje desde cero, sino con el acumulado al final del Apertura; el ganador será el equipo que más puntos tenga al cabo de la fecha 30 y también clasificará a la Copa Sudamericana.
3) Fase de Liguillas o -bien llamadas- Series, que abarcará de la fecha 31 a la fecha 44. Para estricto efecto de ordenamiento de fixture, se conformarán dos series de ocho equipos cada una. La Serie A la integrarán los equipos que al cabo de la fecha 30 se ubiquen en los puestos 1, 3, 5, 7, 10, 12, 14 y 16. La Serie B, en tanto, la conformarán los clubes que acaben la fecha 30 en los puestos 2, 4, 6, 8, 9, 11, 13 y 15. Nuevamente, los clubes comenzarán esta fase con el puntaje acumulado que posean. A diferencia de lo ocurrido en años anteriores, no será relevante llevar una tabla separada para cada serie; existirá una Tabla Única que terminará clasificando a la etapa de Playoffs a los equipos ubicados en los cuatro primeros lugares, y enviando al descenso a los que culminen en los dos últimos.
4) Playoffs o definiciones. En este caso, a diferencia de años anteriores, el anglicismo está bien utilizado ya que un playoff existe cuando se da un formato de eliminaciones directas en más de una etapa; en este caso habrá dos, que serán las semifinales y la final. En las primeras, el equipo ubicado al final de la Fase de Series en el puesto 1 rivalizará con el que quede en puesto 4; y el equipo ubicado en el puesto 2 jugará contra el que quede en el puesto 3. Los dos ganadores se medirán en la final, y los dos perdedores en la definición por el tercer cupo a la Copa Libertadores 2017. En todos los casos, se disputarán choques de ida y vuelta.
¿Quiénes clasificarán a torneos internacionales?
A Libertadores: el campeón, el subcampeón y el ganador de la definición por el tercer lugar.
A Sudamericana: el perdedor de la definición por el tercer lugar y los ubicados del quinto al sétimo lugares en la Tabla Única.
No obstante, si el campeón del Apertura o el campeón del Clausura no están incluidos en ninguno de estos siete puestos de clasificación, ellos clasificarán a Sudamericana en detrimento de los ubicados en sétimo y hasta sexto lugar, de darse tal remoto caso.
¿Qué opina DeChalaca de este sistema?
Ante todo, que para analizar cualquier sistema de torneo es requisito indispensable tomar en cuenta las restricciones establecidas por los diferentes agentes involucrados. En este caso, existe una condición sine qua non: la televisión tiene suscritos contratos con la mayoría de los clubes participantes que abarcan años hasta el 2022 inclusive, en los cuales se tipifica la necesidad agregada de jugar un mínimo de 350 partidos por año. Por lo tanto, es inviable aceptar cualquier sistema de torneo que no garantice este número de encuentros.
Así, con dieciséis clubes participantes, que si se miden entre sí arrojan ocho enfrentamientos por fecha, por cociente simple es necesario jugar al menos 43.75 jornadas al año para satisfacer el mínimo de 350 partidos; o sea, 44 fechas. No es dable, por ende, un torneo simple de dos ruedas y 30 fechas como los que se juegan en Europa, ya que eso daría un total de apenas 240 partidos.
Explicado lo anterior, en DeChalaca consideramos que la solución diseñada para el torneo 2015 es bastante efectiva para satisfacer la restricción planteada. Para empezar, porque devuelve el Descentralizado al formato de torneo largo, en el cual se premia con el título a la regularidad de los cuatro primeros ubicados y no a eventuales campañas de breve éxito cumplidas en torneos cortos. Ya hemos explicado en esta página web hasta el cansancio los perjuicios los torneos cortos originan al sistema, que se hicieron patentes en los dos últimos años con ejemplos muy claros: en 2014 cuando Melgar debía perder ante Alianza Lima para tener chance de clasificar a Copa Libertadores, y en 2015 cuando Municipal celebró su clasificación a Copa Sudamericana sin haberla conseguido aún debido a combinaciones matemáticas que los torneos cortos permitían a otros clubes.
Nada nos alegra más en DeChalaca, por tanto, que ver a los torneos cortos relegados y casi desaparecidos este 2016. Asimismo, nos satisface que haya existido empeño en establecer un sistema que procure una sola tabla para toda la temporada, de modo de no forzar al aficionado a confundirse con cuentas múltiples. Sin embargo, creemos también que el sistema de torneo preaprobado por la Asamblea de Delegados de la ADFP (debe ser refrendado por la FPF) podría optimizarse mucho si ejecuta algunos ajustes que podrían facilitar su comprensión y ejecución.
¿Qué ajustes simples puede hacerse al sistema?
1) Eliminar los rótulos Apertura y Clausura: son innecesarios e inducen a la confusión. Aparentemente, se ha planteado dar el nombre "Apertura" a la primera rueda y "Clausura" a la segunda rueda como un elemento puramente de marketing, pues en estricto el Torneo Clausura no existe: los equipos comienzan con el puntaje acumulado en el Apertura y no se revierte a cero. La idea aparente es que dándoles esos rótulos e inventando campeones parciales, la afición se interesará más -y por ende llenará estadios- en las definiciones de ambas ruedas. Pero esto es un argumento muy débil si se considera que esos títulos solo darán clasificaciones a Sudamericana y ya no, como en 2014 o 2015, una clasificación a la etapa de Playoffs.
Se dirá entonces que en 2014 Alianza Lima celebró ruidosamente un Torneo del Inca que solo le daba pase a Libertadores. Pero es muy distinto eso que torneos como este Apertura y este Clausura que solo aseguran el pase a Sudamericana y, además, posiblemente puedan tener el mismo campeón si un equipo mantiene el liderato sobre la base de los puntos acumulados. Es más: esas clasificaciones a Sudamericana serán en la práctica saludos a la bandera, pues es improbable que los equipos que queden primeros al cabo de las fechas 15 y 30 no estén entre los siete primeros ubicados al cabo de la fecha 44. Por lo tanto, es absolutamente innecesario generar un Apertura y un Clausura; incluso quienes defienden los torneos cortos deberían estar en contra de esto, pues desvaloriza ambos rótulos por completo.
Sugerencia de DeChalaca: Eliminar los rótulos de Apertura y Clausura para este 2016 a fin de que la afición no se confunda y tenga claro que el torneo mantendrá una sola tabla a lo largo del año. Sí se podría mantener las clasificaciones a Sudamericana como premios parciales a los ganadores de la primera rueda y de la segunda rueda, pero en la práctica será indiferente.
2) No complicar la conformación de las Series. La división de los equipos en Series (y no liguillas, pues no hay una reducción de participantes sino una subdivisión) a partir de la fecha 31 ha sido exageradamente controversial en los últimos años. Hay quienes satanizaron el esquema de pares e impares debido a que supuestamente estimulaba los acomodos, cuando estos i) son imposibles de darse tras una jornada 30 en la que todos juegan contra todos y es imposible calcular ubicaciones y ii) realmente no ejercen diferencia sustantiva en un contexto en el que seis de los dieciséis clubes (37.5%) son de altura, por lo que difícilmente queden todos incluidos en una misma serie.
Este año, se ha buscado hacer por un lado el ordenamiento 1-3-5-7-10-12-14-16 y por otro el 2-4-6-8-9-11-13-15 sobre la base de que las sumatorias de puestos en ambos casos totalizan 68. Teóricamente, esto haría que ambas series sean más equilibradas que antes. ¿Realmente existen tantas diferencias entre clubes peruanos que quedan en un lugar 1° o 2° o entre uno que queda 15° o 16°? No. ¿Es relevante esto si cada serie, a diferencia de lo que ocurrió en 2009, 2010, 2012 y 2013, no arrojará un clasificado a la final? Tampoco. Por tanto, lo más importante es explicarle a la gente que la subdivisión se hace únicamente para efectos de que cada equipo tenga 7 rivales contra los que juegue 14 partidos, y punto. A fin de cuentas todos estarán en la misma tabla.
Sugerencia de DeChalaca: En particular, creemos que la subdivisión de equipos en pares e impares es más comprensible por parte del público. En 2012, a sugerencia del periodista Eddie Fleischman, se introdujo un sorteo por parejas (el 1 y 2, el 3 y el 4 y así sucesivamente) que resultaba más transparente, y que en DeChalaca también creemos que constituiría una mejor alternativa. Pero si se decide mantener el ordenamiento propuesto, tampoco observamos mayor impacto a favor o en contra. Lo que sí creemos imprescindible es que se haga una mejor comunicación al público de que esta etapa solo sirve para ordenar y no para definir algo. El nombre "Liguillas", por eso mismo, no ayuda: evoca los antiguos hexagonales o cuadrangulares que se disputaban antaño y que en el imaginario de la gente arrojan clasificaciones, cosa que en este caso no se da. Nuevamente, el aspecto nominal juega un rol más importante que el que los diseñadores del sistema presuponen.
3) Dar ventaja deportiva en las semifinales a los ubicados en los lugares 1° y 2° al final de las 44 fechas. Se ha criticado mucho que al final de las 44 jornadas, hasta el equipo que quede cuarto tenga posibilidad de ser campeón. Ciertamente, sería ideal que el equipo con mejor puntaje acumulado (como Melgar en 2015) sea el que acabe consagrándose campeón, como ocurre en la mayoría de torneos de liga del mundo. Pero a la vez, y esto no admite discusiones, es innegable que la etapa de Playoffs es la que mayor interés despierta en el público peruano y en la televisión -posiblemente, porque es la que el aficionado mejor comprende; su equipo gana y es campeón-.
¿Son las finales un mal necesario en el Perú? Quizá pueda definírselas mejor como un bien innecesario; son partidos atractivos que podrían omitirse. Quizá podamos prescindir de ellas el día cuando tengamos un torneo de copa bien estructurado. Por ahora, tenerlas despierta rating y taquilla, y en realidad no complican demasiado la deportividad siempre que el equipo que quede mejor clasificado en la etapa regular tenga algún tipo de ventaja sobre el rival que quedó peor ubicado.
Sugerencia de DeChalaca: En la última Copa Perú se demostró, a partir del formato diseñado por Matchvision, que la ventaja deportiva es un excelente sucedáneo de los penales e impulsa la competitividad en la etapa previa a la de emparejamientos directos. Para quienes no lo tienen muy claro, ella significa que si hay empate en goles en la llave, el equipo mejor ubicado en la Tabla Única clasifica en detrimento del peor ubicado. Creemos que debería darse, por tanto, al 1°y al 2° la opción de ganar la llave sin necesidad de penales en caso de empate en sus choques respectivos contra el 4° y el 3°; y que en la misma final, exista una ventaja deportiva para el mejor ubicado. Esto legitimará sustantivamente el sistema a los ojos del aficionado y dará un auténtico realce a quedar mejor en la Tabla Única.
Algunas preguntas frecuentes
Fuera de lo explicado, existen algunas dudas en el ambiente sobre temas puntuales relacionados con el sistema de torneo que en DeChalaca creemos conveniente despejar.
¿Es cierto que el torneo es ilegítimo pues solo lo aprobaron 7 clubes en Asamblea de Delegados?
El conflicto interno desatado en la ADFP después de la elección de Arturo Vásquez como nuevo presidente es de público conocimiento. Sin embargo, los estatutos de ADFP autorizan a la Asamblea a llevarse a cabo en segunda convocatoria con cualquier número de de delegados presente, por lo cual el formato podrá no estar del todo consensuado, pero de ningún modo ser ilegítimo. Además, al estar ya elevado a la aprobación de la FPF, termina siendo esta última la que puede atar y desatar respecto del tema.
¿Por qué se prefirió este sistema antes que repetir el formato con Torneo del Inca, Apertura y Clausura de 2014 y 2015?
Más allá de lo explicado por DeChalaca, porque en torno del diseño del sistema de torneo convergen tres actores interesados. i) La ADFP, cuyo interés es maximizar ingresos para los clubes vía taquilla, que es el variable; ii) la FPF, cuyo interés puntual es facilitar el trabajo de la selección peruana vía un calendario conveniente; y iii) la TV, cuyo interés es satisfacer sus compromisos publicitarios (basados en 350 partidos) y maximizar el rating y su número de abonados.
De este modo, vista la experiencia de los dos últimos años, la TV prefiere un certamen en el cual se pueda inducir que exista la mayor cantidad de enfrentamientos clásicos posibles: que Alianza, Universitario o Cristal puedan cruzarse hasta cuatro veces en el año. Con Torneo del Inca, al estar íntimos, cremas y celestes presembrados en grupos diferentes, esta posibilidad se minimiza pues si alguno no le pone mucho interés al torneo, no clasifica a la etapa decisiva. Con Series, en cambio, forzosamente al menos uno de estos tres clásicos se jugará cuatro veces en el año, y eventualmente sucederá con los tres. Las semifinales y finales, además, darán aún más posibilidades de que alguno de estos partidos se repita.
¿Por qué la TV exige 350 partidos?
Porque, más allá de que el número esté acordado con los clubes en contratos que nadie forzó a estos a firmar -más allá de su precariedad económica-, eso le permite copar su pantalla con contenido en vivo. Es de dominio público que este año el Consorcio del Fútbol Peruano lanzará un nuevo canal dedicado únicamente a transmisiones de partidos y programas relacionados, que deberá llenar 24 horas de programación. Por lo tanto, más partidos significa más espacios cubiertos y también la posibilidad de que más abonados ingresen: Cutervo y Sechura, por ejemplo, son ciudades en las que desde este 2016 Movistar TV contará con muchos más abonados que antes debido a que sus equipos estarán en pantalla todas las semanas.
¿Por qué no se juega un torneo de liga de 30 fechas y se completa las jornadas faltantes para llegar a 44 con una copa paralela?
Para DeChalaca, un torneo de copa es una gran solución a los requerimientos de la televisión para completar calendario. Sin embargo, esto riñe con los contratos vigentes, pues en una copa de 16 equipos podría llegarse a 14 fechas solo si se hace una primera fase con cuatro grupos de cuatro equipos cada uno, pero sin totalizar los partidos necesarios para sumar 350.
Quizá un torneo más extenso, que incorpore equipos de Segunda y Copa Perú, podría constituir una solución para la TV, pero los contratos son con los clubes de Primera División y además individuales, por lo cual el mínimo de partidos se exige a cada equipo y no como una sumatoria total -al menos en papel-. Hasta que la Segunda División no tenga, al menos, una integración con Primera a nivel de televisión, será complicado repetir una experiencia como la del Intermedio 2011, que podría haber tenido mejor éxito si hubiera sido un torneo jugado a lo largo del año y con un premio más grande -como una clasificación a Libertadores para el ganador-.
¿Un formato de torneo con 44 fechas ayuda a la selección?
DeChalaca ha explicado en su saga de artículos prospectivos de 2016 que no existe mucho margen para grandes descansos: existen 32 jornadas de fin de semana y 17 de mitad de semana disponibles para el fútbol local (49 en total) si se asume que, como pide la FPF, se dejará libre el fin de semana previo a cada fecha FIFA. Esto da un total de 49 fechas, y el formato del torneo local requerirá 48. Por tanto, habrá que preparse para tener 16 miércoles con fútbol a lo largo del año a fin de ayudar a la selección, lo cual sí será posible.
En conclusión...
DeChalaca considera que con los ajustes propuestos, el Descentralizado 2016 cumplirá con su cometido y acabará siendo aceptado por el público. El regreso al torneo largo permite un certamen más justo en lo deportivo, y elimina males propios de los torneos cortos.
A la vez, DeChalaca también cree que es momento de que la dirigencia del fútbol se dé cuenta de que tiene que comunicar mejor sus sistemas de torneo al público. Los dirigentes no son los mejores interlocutores para hacerlo: sus explicaciones resultan confusas y generalmente están orientadas a una visión muy desde dentro y poco desde fuera, que es el ámbito en el que se requiere optimizar la percepción. El periodismo deportivo ayuda poco o nada: un importante sector del medio nunca entiende cómo se juega el campeonato, y otro sector desinforma cuando intenta explicarlo. La experiencia con la Copa Perú 2015, en la que nuestra marca fue protagonista vía un video explicativo, ilustra las cosas que se puede hacer manejando profesionalmente la comunicación en torno de formatos de campeonato.
Por último, en DeChalaca creemos que es oportuno pedir a la administración de la FPF que, con un año en el cargo, se decida a emprender algún tipo de reforma mayor al sistema. Está claro que el número de 16 equipos no es el más funcional a la calendarización y la televisación: podría irnos mejor con 20 o inclusive con 12, esto último en el caso de que la Segunda División se fortalezca con un formato análogo y entendible. Está claro que la principal reforma pasará por ordenar la pirámide de ascenso; solo el día que dejemos de terminar estos artículos de cada enero con el mismo lugar común, habremos dado un paso real adelante. (EL DIRECTOR)
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Iván Carpio, Luis Chacón y Rosita Oblitas / DeChalaca.com, Emilio Ruiz, Hugo Silva / diario La Hora de Piura, diario La Industria de Trujillo, César Condori
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Si algún equipo peruano clasifica mas allá de esas etapas, tendrán que jugar al mismo tiempo el Descentralizado sin poder postergarlo.
Está claro que el diseño es ya casi suponiendo que los equipos peruanos no clasificarán a esas etapas, pero si algun equipo peruano consigue alguna hazaña de campeonar la Libertadores o Sudamericana, tendrá que dejar a sus jugadores suplentes jugar los miércoles el Descentralizado, o en su defecto jugar en las fechas FIFA o COPA AMÉRICA.
Está claro que que ya no deben llamar Torneos Clausura, Apertura o Liquillas, ya que campeonar para clasificar a la Sudamericana no le da una homologación nominal importante a esos supuestos torneos y confunde para las estadÃsticas futuras, algo que a la Asociación parece no importarle mucho. A propósito de ello, a la homologación de los campeonatos jugados hasta la fecha parece que la Federación Peruana de Fútbol no le da importancia debida y ni está en su agenda.
La subdivisión corresponde al parecer a una subdivisión que fue de la siguiente manera: 1 y 16 al grupo A, el 2 y el 15 al grupo B, el 3 y el 14 al grupo A, el 4 y el 13 al grupo B y asà sucesivamente.
Esto de todas maneras es mas justo que un emparejamiento pares e impares. ¡Eso de la sumatoria de 68 está buena!
Me parece que los torneos cortos generan mas interés en el público, puesto que albergan esperanzas de que su club levante en uno de los torneos. Me parece más beneficioso económicamente, con la desventaja de que no asegura que el más regular sea el campeón (¿y ahora que es lo que más interesa?). Me parece que la respuesta estará al final con la comparación de las taquillas de 2015 y el presente año.
Algunos aportes al tema:
a) El que ocupe el primer lugar después de las 30 fechas, deberÃa tener asegurado su clasificación a la Libertadores (premio deportivo), es decir, en el peor escenario: como #1 pierde el play-off contra el #4, igual va a la Libertadores como Perú-3, sin jugar la definición entre perdedores del play-off.
b) Ya se vio que a casi nadie le importó seguir la definición por el tercer puesto (peor si es ida-vuelta) y los equipos no lo tomaron tan en serio (a pesar de que podrÃan clasificar a Libertadores).
c) Para darle más realce e incentivar a la Segunda División, el subcampeón de Segunda deberÃa jugar un repechaje con el antepenúltimo del Descentralizado.
d) Se deberÃa estudiar otra forma de completar las "dichosas 44 fechas" ó 350 partidos de clubes de Primera División:
- Una Copa que mueva gente en otras plazas y permita descubrir algún jugador perdido por ahÃ. Equipos de Primera, sumando los mejores equipos de Segunda y Copa Perú. Bien organizada puede llevar gente a provincias o en los conos de Lima, llenar huecos en fechas por partidos de la selección y bien planificado y con incentivo para que los equipos de Primera pongan su equipo titular (si hasta se da el caso que a mitad o fines de año, se juegan U-Alianza -los titulares- en provincia o en EEUU)
- Organizar un campeonato de selecciones departamentales: selección de Lima, Callao, Arequipa, Piura, etc. Ningún jugador de Primera podrá participar. Puede ser interesante para conocer algún jugador perdido y jalar público en provincia o migrantes en Lima (el antiguo jale de la Copa Perú)
- Jugar temporadas internacionales bien organizadas. Por ejemplo, cuadrangular: Alianza, U, River y Boca. O un combinado Cristal-Municipal vs Feyenoord o vs. Juventus. Puede crear expectativa en el público y bien pensado generar ingresos, además de foguear internacionalmente a los jugadores.
- En "semanas muertas", como fin de año, organizar partidos de exhibición, masters, triangular: selección de extranjeros vs. selección local vs. selección de Reservas), despedida de un jugador, etc.
Creo que se puede llenar los 350 partidos con otro tipo de torneos y que sean de interés para un sector del público (dirigidos no a barras, sino a las familias, a familias migrantes, ciudades importantes en provincia), generar interés en TV, llevar gente a las tribunas y mover otro tipo de interés en prensa.
Saludos
Miguel
