Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLas elecciones de la Federación Peruana de Fútbol más disputadas en muchos años esconden una carta electoral clave: el futuro del ascenso a Primera División vía la Copa Perú.

 

El clímax electoral en torno del futuro de la FPF está al tope y no es para menos. Por primera vez desde que participa en comicios de reelección, Manuel Burga parece afrontar oposición con auténticas opciones de ganarle, de acuerdo con los cálculos que se desprenden de la conformación de las listas y de las primeras informaciones que se tienen sobre los pareceres de los votantes.

Sin duda, el proceso está también condicionado lo que suceda con las tachas presentadas por las listas al Comité Electoral. Pero más allá de ellas -que se presentaron también en 2010, casi con los mismos candidatos en la práctica y sin llegar a hacerse efectivas-, en DeChalaca estamos en condiciones de afirmar que hay un tema en juego en estas elecciones que está aplicando como carta de convencimiento y sufrirá a futuro algún cambio a partir de ellas: el sistema de ascenso.

La (i)lógica de un sistema

El pensamiento simplista promedio en torno de la elección de la FPF, en lo que a votos de federaciones departamentales se refiere, generaliza a todos los presidentes por igual; de manera peyorativa, los trata como personajes que van a responder al mínimo estímulo por encima o por debajo de la mesa.

Hay quienes aún no logran comprender como es el sistema de la Copa Perú (Foto: Aldo Ramírez / DeChalaca.com)

Esa miopía, derivada del desconocimiento de cómo funciona la estructura del fútbol aficionado en el país, impide notar que para las federaciones departamentales no existe tema más importante que la vigencia de la Copa Perú. Existen dos razones. Una es emocional, vinculada con el estandarte histórico que el torneo significa contra un fútbol que en su origen marginó a las ciudades del interior del país -por algo nuestro torneo se sigue llamando Descentralizado-. La otra es económica, y tiene que ver con los niveles de inversión que los distintos equipos hacen, desde el nivel distrital hasta el regional, para participar en el sistema de ligas que conforma la Copa Perú.

De este modo, aun asumiendo el antojadizo supuesto inicial de que una elección se gana con prebendas, la miopía analítica no cae en la cuenta de que una cosa es invitar a alguien a un restaurante de lujo una vez y otra poner en riesgo el presupuesto que semanalmente gasta en el supermercado. Y esto último es lo que las federaciones departamentales sienten amenazado con un cambio en las condiciones del ascenso: que los niveles de interés y por tanto inversión en el negocio que ellas regentan no serán los mismos si el torneo deja de dar ascenso directo a Primera División.

El ajedrez

¿Qué correlato tiene lo anterior con el tablero de la elección actual? DeChalaca ha podido conocer de boca de varios presidentes departamentales -que pidieron mantener sus nombres en reserva- que un argumento de fuerza que sostiene la candidatura de Agustín Lozano es que con ella sienten más segura la continuidad del ascenso directo de la Copa Perú a Primera División. Que existe la percepción de que la administración de Manuel Burga, progresivamente, venía dando mayor cabida a la Segunda División y que reformas como la del sistema de licencias que viene gestándose para el fútbol profesional pueden acabar, indirectamente, comprometiendo el futuro de ese cupo del fútbol macho.

En la actualidad, la Segunda División tuvo mayor cabida (Foto: Diario Los Andes de Puno)

La reacción electoral en torno del tema ha sido muy marcada. Burga, en el PDF que hizo circular a los medios de comunicación con sus propuestas electorales la noche del martes, hizo hincapié en la necesidad de crear un órgano autónomo de negocio para promover la Copa Perú como marca y garantizar así mejores ingresos a las federaciones departamentales. Por su parte, Freddy Ames, quien en sus primeras alocuciones en medios fue contundente respecto de que la única vía de ascenso a Primera debe ser la Copa Perú, ha morigerado por completo su discurso y hoy sus propuestas apuntan a una integración de la Etapa Nacional de la Copa Perú con la Segunda División como plataforma de subida a Primera.

Sin embargo, del lado de las departamentales la posición es fuerte a ultranza: mantener el ascenso directo de la Copa Perú cueste lo que cueste. DeChalaca ha conocido que, incluso, existe una corriente entre presidentes que viene impulsando la propuesta concreta de que a partir de 2015 se reinstaure el mecanismo empleado en los años 2004 y 2005, cuando los dos primeros ubicados en la Segunda División debieron integrarse a jugar la Etapa Nacional como clasificados de una región más. Es decir, el retroceso de lo avanzado en el sistema.

Hora de negociar

En DeChalaca seguimos sosteniendo respecto de lo expuesto lo mismo que señalamos desde nuestra creación en 2007: la única vía de ascenso a Primera División debe ser la Segunda. En primer lugar, porque en ningún otro país del mundo existen dos vías de ascenso, y solo una base de la pirámide lógica y coherente soportará un sistema competitivo. Pero hay una segunda razón que hoy ha tomado más fuerza que nunca: es imprescindible colocar un filtro a la participación de instituciones no sólidas o, visto de otro modo, al ingreso de capital de corto plazo al sistema. Cada vez son mayores las inversiones asociadas con objetivos golondrinos: ganar una elección municipal o congraciarse con un distrito, por ejemplo, y una vez lograda la meta retirar ese dinero del fútbol, con el daño que eso impone al sistema.

Lo necesario que es ese filtro lo saben todos los que participan en el fútbol. Lo saben Ames, Burga, Lozano y los demás presidentes departamentales inclusive; pero lo que estos últimos no quieren arriesgar es la sostenibilidad de la economía actual del sistema. Y dado que la llamada "ley Reggiardo" empoderó a estos últimos al punto de darles la capacidad de decidir quién es el presidente de la FPF, hoy por hoy ellos tienen la sartén por el mango, por lo cual para emprender cualquier reforma va a haber que llegar a consensos antes que imposiciones.

¿Qué sucederá con lo avanzado en la Segunda División? (Foto: Diario La Industria de Trujillo)

De este modo, no es exagerado decir que en tales condiciones de negociación y gane quien gane el jueves 30, el futuro de la Segunda División y todo lo que ella ha avanzado en estos años corre riesgo. Quizá en el punto actual, por ejemplo, lo políticamente adecuado no sea sugerir que la Copa Perú pierda el cupo de ascenso directo, sino que vuelva al formato que la rigió entre 1974 y 1994, cuando el torneo no se disputaba en un año sino en dos: en el primero las etapas Distrital, Provincial y Departamental, y en el segundo la Regional y la Nacional. De ese modo, el torneo no perdería atractivo económico pero sí se impondría un primer filtro que luego podría estirarse a más años, o vía alguna adaptación de la Segunda a la Etapa Nacional, como sugiere Ames, generar un modelo rentable para todas las partes.

En cualquier caso, está claro que el camino político no es el caballazo absurdo de "hay que eliminar a las departamentales". Para hacer un paralelo, eso sería como apoyar en estos tiempos la ejecución de un proyecto minero que arrase los pueblos que se ubican alrededor. Por eso hay que tener más cuidado para escribir.

Antes de votar

Como el lector habrá podido notar, para DeChalaca la gran preocupación en torno de este proceso electoral es la que comparte la gente del fútbol que sabe que una parte del sistema está en juego. Y que además sabe que la reforma del ascenso es la pieza ineludible, central y más necesaria, atada a la del trabajo de menores -que con un mejor sistema de ligas debería ir de la mano de este-, para mejorar el desarrollo del fútbol peruano y por ende tener mejores resultados.

La gran masa seguirá, con seguridad, empecinada este y los próximos días ocupada en perseguir a Burga por sus supuestos delitos, en cuestionar a Ames por ser una de las pocas personas que supo hacer un buen negocio con el fútbol al venderle la categoría a la San Martín o en beatificar a Lozano si llega a ganar. Felizmente, a ellos tres y a la mayoría de quienes votan les importa y preocupa más todo lo escrito en este artículo que lo que dicen los demás.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, Diario Los Andes de Puno, Diario La Industria de Trujillo


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