Novela de José Carlos Fernández y Gustavo de Luca: Cambio de a luca
La novela del verano estuvo bajo el calor de Sechura con final en Arequipa. No duró mucho, de hecho menos de 24 horas: José Carlos Fernández posó con camiseta de La Bocana, pero fichó por Melgar. Sin embargo, es un refrito ya que en 1994 pasó un caso similar con Gustavo de Luca y dos protagonistas más mediáticos: Universitario y Alianza Lima.
Zlatan ha marcado con seis equipos diferentes en Champions, pese a que solo vistió siete camisetas de manera oficial: Malmö, Ajax, Juventus, Inter, Barcelona, Milan y PSG. El 'Zlatan' nuestro, el peruano, José Carlos Fernández para centrar la idea, se enfundó más uniformes que el sueco, aunque con la novela suscitada por estos días mientras realizaba la pretemporada en Sechura es difícil determinar si se le debe sumar una o dos camisetas más.
José Carlos Fernández se encontraba en Sechura preparándose para el arranque del Descentralizado 2016, con el que -aparentemente- había asegurado la temporada. El bisoño Defensor La Bocana, campeón de la Copa Perú, tenía en sus planes al espigado delantero para que compita por el puesto de '9' junto a Saulo Aponte, el 'Patillo' Jordy Reyes, Enzo Borges, entre otros. Sin embargo, horas después que Fernández se presentó ante las cámaras con camiseta de La Bocana como flamante refuerzo, a muchos metros de distancia, la historia tuvo un giro de 180° apenas en dos horas: Melgar, vigente campeón peruano, lo había contratado.
El acuerdo con los sechuranos fue solo de palabra, y como las palabras son tan vanas como dice una canción de Magneto, el destino de José Carlos Fernández acabó en tienda arequipeña. Las razones son demasiado obvias: mayores posibilidades de pelear por el título y una Copa Libertadores en frente.
Una luca por el recuerdo
Las novelas del fútbol peruano no son de este siglo. Como sucedió con Fernández, la presentación y el fail posterior, un 26 de febrero de 1994, Universitario realizó una adquisición muy interesante: el delantero argentino Gustavo De Luca (Buenos Aires, 13/02/1962). El campeón de la Recopa Sudamericana con Colo-Colo en 1992, además de un paso exitoso por el fútbol chileno (principalmente en O'Higgins, en el que fue uno de los goleadores históricos, y La Serena), llegó a Lima y se presentó con camiseta crema. Sin embargo, el jugador de distinguido bigote y casi sin cabello hizo una mágica aparición, 24 horas después, en Matute, seducido por una mejor oferta: fue presentado como jugador de Alianza Lima. O sea, una sacada de vuelta con el clásico rival.
Esta clásica novela no podía dejar de tener un ingrediente clave: la venganza. Teoría: una especie de "vuelto" tras lo sucedido un 19 de enero de 1993, cuando Juan Reynoso, capitán de Alianza, decidió cambiar de vereda e irse a la 'U'. Un hecho que hasta ahora resuena en la historia del fútbol peruano.
Desafortunadamente, para las aspiraciones de De Luca en el fútbol peruano, solo anotó dos goles en el Apertura de aquel año. El buen currículo en Chile no bastó para destacar y se fue muy rápido, así como de Odriozola a La Victoria. La presencia de Waldir Sáenz y Darío Muchotrigo en el ataque aliancista opacó su despliegue, teniendo que adaptarse a jugar al medio de ambos atacantes. Por cierto, y más allá que se lea fuera de lugar, ¿cómo le habría a De Luca en Universitario?
A mitad de ese 1994, y con 32 años, se fue al Regional Atacama, luego al Deportes Temuco, Santiago Wanderers y Éverton, donde acabó su carrera profesional en 1996.
Decisiones y ambiciones
Retomando el tema puntual de Fernández, ¿valió la pena exponerse tanto? Pues sí. Como se dijo líneas atrás, una oportunidad como esta es imperdible. Después de un paso irregular por la César Vallejo, ser opción de ataque para Juan Reynoso en la Libertadores (fase de grupos) es valioso.
Cabe recordar que Fernández ya estuvo en Melgar durante la temporada 2006. De hecho, su estreno con el 'Dominó' fue con gol: en la fecha 1 del Apertura, marcó en el 1-2 sobre Universitario. 4 goles en 21 partidos jugados en el Apertura y un solo tanto (ante Universitario nuevamente) en 17 jugados en el Clausura fueron las cifras, para que Melgar deambule en la mitad de la tabla.
El caso de José Carlos Fernández, La Bocana y Melgar es menos mediático, pues no se trata de uno de los clubes populares del medio, pero quedará en el recuerdo pintoresco y una lección para todos: un acuerdo de palabra, puede que se abra; una acuerdo firmado, eso está cerrado. Un verso sin mucho esfuerzo.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: historialblanquiazul.wordpress.com
Recortes: revista Estadio, diario El Bocón
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"Un acuerdo de palabra, puede que se abra; una acuerdo firmado, eso está cerrado." => Arte en estado puro.