Ney Raúl Avilés: La turbina turca
Llegó como uno de los mejores de su país, se fue el mismo año como uno de los peores del nuestro. Esta es la historia futbolística del 'Turco' Ney Raúl Avilés, que en 1992 tuvo un breve paso por el Perú con la divisa de Sporting Cristal.
Ney Raúl Avilés Aguirre (Guayaquil, Ecuador, 17 de febrero de 1964) fue uno de los más importantes delanteros del fútbol ecuatoriano a fines de los años '80 y comienzos de los '90. Conocido en su país como el 'Turco', por su apariencia física, o la 'Turbina', por su velocidad para driblear rivales, llegó al torneo local en tiempos cuando aún se miraba por encima del hombro a Ecuador en lo futbolístico.
Encendiendo el motor
Raúl Avilés se inició en las canteras de la Liga Deportiva Estudiantil de Guayaquil, institución que forma deportistas en diversas disciplinas. Pero su primera gran aparición la dio en 1985 con la Asociación Deportiva Nueve de Octubre, con el que anotó 8 goles en su debut en la primera división. Su rendimiento fue bien visto por el poderoso Emelec guayaquileño, que lo contrató para la siguiente temporada sin saber que en pocos años dejaría huella en su historia.
En el club eléctrico permaneció seis años, en los cuales mostró quizás su mejor nivel, llegando a ganar el campeonato de 1988 y un lugar fijo en la selección de su país. Siempre con el número '14' que lo caracterizó en el combinado norteño, disputó en forma sucesiva la Copa América en las ediciones de Argentina 1987, Brasil 1989 (anotó el descuento en la derrota 2-1 ante Chile) y Chile 1991 (hizo un doblete en la goleada ecuatoriana 4-0 sobre Bolivia, ver video), además de las Eliminatorias para el Mundial de Italia 1990. Es con este gran historial bajo el brazo que Sporting Cristal anunció su contratación en el albor de 1992, como refuerzo del plantel que campeonó un año antes, para afrontar la Copa Libertadores.
¿Se habrá hecho el turco?
El 'Turco' Avilés, tal como fue mayormente conocido en los medios a su arribo a nuestras tierras, se encontró ante un duro panorama en tienda celeste, donde los puestos de ofensiva estaban ocupados por dos delanteros de mil batallas como Horacio Raúl 'La Pepa' Baldessari y Franco Navarro, a quienes les pisaba los talones un joven Flavio Maestri. Además, también tuvo que competir el puesto con el argentino Fabián Suescún, quien tuvo un mal paso por Cristal, a pesar de llegar como refuerzo copero junto al ecuatoriano.
En el torneo continental, a los equipos peruanos les tocó enfrentar a los representantes colombianos -el otro cuadro nacional fue Sport Boys, que clasificó como subcampeón-, el campeón Atlético Nacional y el vicecampeón América de Cali, que eran por entonces los mejores del país cafetero y agrupaban al grueso de jugadores que conformaban a la renombrada selección de Colombia que había dejado el recuerdo en nuestro país de su participación en la última Copa Mundial en 1990. Pese a ello, el delantero ecuatoriano presentó dura lucha en los primeros partidos para ganarse el puesto, llegando su momento estelar en la revancha ante el América en Lima, cuando el equipo celeste selló su clasificación a la siguiente fase tras ganar 3-1. En este encuentro, disputado en el Estadio Nacional, los cerveceros pudieron doblegar a los caleños con goles de Orlando Prado, 'La Pepa' Baldessari y Avilés, la que terminó siendo su única anotación en Perú.
Su debut en el Descentralizado se dio en la segunda jornada, en el partido que Cristal ganó por 1-0 al Carlos Mannucci, cuando hizo su ingreso al comenzar la segunda mitad en reemplazo de Fabián Suescún. En el siguiente partido tuvo su única oportunidad de arrancar como titular, pero su rendimiento ante Unión Minas sólo le valió ser reemplazado por Franco Navarro en el tramo final del encuentro. 
Luego, su juego se mantuvo en un discreto nivel, lejos de lo que se esperaba cuando llegó a comienzos de año, por lo que sus últimas actuaciones con chompa celeste se dieron en la fecha 4 en Iquitos, con derrota ante CNI, y en la fecha 9, en el empate a dos ante el UTC en casa. Con ello, el encuentro disputado en junio en el Nacional marcó su final en nuestro país, para retirarse a su tierra casi sin notarlo en comparación a como llegó.
Recuperando la fe
Al culminar su periplo en Perú, Avilés regresó a su país para calzarse la camiseta del Barcelona, rival histórico del Emelec -su último equipo en Ecuador- y con el que disputa el denominado 'Clásico del Astillero'. Con los toreros jugó durante cuatro temporadas, que le permitieron mantenerse activo y recuperar en parte su nivel, motivando que vuelva a formar parte de su selección para jugar la Copa América de 1993, que se desarrolló en su país y en la que anotó tres tantos (en los triunfos sobre Estados Unidos, Uruguay y Paraguay), y las Eliminatorias para el Mundial de 1994. Tras una interrupción en 1995, cuando alternó en la Liga de Portoviejo, regresó al Barcelona para obtener su segundo título en la temporada 1997, que viene siendo el último torneo ganado por el club canario. Luego recaló en El Nacional de Quito, que en 1999 realizó una gran campaña, pero que perdió la final a doble partido ante la LDU. El tramo final de su carrera lo desarrolló en la Segunda División ecuatoriana, primero jugando en el Audaz Octubrino, 
que un año antes había descendido, y el 2001 en el Club Santa Rita de la localidad de Vinces, que ese año culminó quinto en el ascenso.
Tras colgar los botines, Raúl Avilés se ha dedicado a comentar sobre fútbol en programas televisivos, manteniéndose como un referente en el recuerdo de los hinchas cada vez que de atacantes se discute en Ecuador. En cambio, en nuestro país su imagen quedó casi en el olvido, como uno de los muchos extranjeros que año a año llegan a nuestras canchas y que se van sin pena ni gloria, sin importar que -como en este caso- hayan tenido un pasado exitoso en su lugar de origen.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
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