Antonio Sacco: El inventor de la bicicleta
El tiempo se convierte en el gran enemigo de esta época. En la lucha contra este debe mencionarse a un crack entre los cracks, el extraordinario Antonio Sacco. El maestro de “La Bicicleta”. El que popularizó con genial maestría esta jugada circense para utilizarla en beneficio del equipo y decidir partidos importantes. Sacco, campeón con el primer equipo de la historia de Sporting Cristal y figura en otros clubes del medio, fue ese papá que nos enseñó a “montar bicicleta” dentro de un campo de fútbol.
Composición fotográfica: Sandro Mena / DeChalaca.com
Algunos de los más grandes han sido olvidados por el tiempo. Dicen que el tiempo borra todo, pero hay recuerdos que no pueden borrarse. Por ejemplo, ¿quién se olvidó de montar bicicleta?
COMENZANDO A PEDALEAR
Uruguayo de nacimiento e internacional con su país en los tiempos de Juan Schiaffino, Alcides Ghiggia y Juan Eduardo Hohberg (ex técnico de la ‘U’ y Alianza, entre otros equipos peruanos), Antonio Sacco se ganó el respeto y admiración de la afición peruana, sobre todo de los hinchas del Sporting Cristal, a quienes dejó un imborrable recuerdo.
Hijo de un ex seleccionado uruguayo que participó en el Sudamericano de 1927 disputado en Lima -también llamado Antonio- Sacco “montó bicicleta” por primera vez en el club Sudamérica de su país natal, al cuyas divisiones menores había llegado en 1943 en compañía de uno de sus más grandes amigos: Oscar 'El Cotorra' Míguez, quien sería luego integrante de la selección charrúa campeona del Mundial de Brasil 1950. En su ingreso al Sudamérica, ambos estuvieron acompañados por otro futuro grande: Alcides Ghiggia, el héroe del segundo gol Maracaná.
Tras debutar en Sudamérica y debido a sus grandes condiciones, pasó al Peñarol, donde jugó por el lapso de dos temporadas (1948 y 1949). Con los aurinegros obtuvo el campeonato nacional del 49’, compartiendo roles con los mencionados Ghiggia y Míguez -quien al final de su carrera también jugó en Cristal- y otros grandes jugadores uruguayos de la época como Hohberg, Schiaffino y Vidal en una delantera bautizada como 'La Escuadrilla de la Muerte'.
Un año después pasó al Rampla Juniors. Después, tentó suerte en el fútbol europeo (en el Red Star de París), pero volvió a Uruguay rápidamente porque la nostalgia lo abrumaba. Luego, en 1952, trasladó su calidad al 'Dorado' colombiano: aterrizó en el Deportivo Cúcuta, que hacía sus “pininos” en la Dimayor (liga colombiana). Pero no se alejó de los campeones mundiales: en el Cúcuta también jugó al lado de otros mundialistas como Schubert Gambetta y Eusebio Tejera.
Con el equipo colombiano realizó una gira por Lima en 1952. Fue todo un éxito: dos partidos y dos victorias ante el Mariscal Sucre y el Sport Boys. En Colombia jugó hasta 1955: también pasó por el Independiente Santa Fe (donde solo jugó un partido en 1953, aunque ello le bastó para convertirse en el primer uruguayo de la historia del club) y el Deportivo Independiente de Medellín (donde jugó al lado del astro argentino José Manuel Moreno). 
Al regresar al Perú en otra gira internacional, su notable rendimiento despertó el interés del Sporting Tabaco: en 1956, este equipo decide traerlo nuevamente. Esta vez como aliado.
POR LAS RUTAS DEL PERÚ
En 1956, el Sporting Tabaco renacía en Primera División bajo el nombre de Sporting Cristal. La cervecería Backus había inyectado una fuerte cantidad de dinero a para convertir al club en grande y poderoso. Por entonces, Cristal rompió el mercado: llegaron al club Máximo 'Vides' Mosquera y Luis Navarrete. Pero no se quedó ahí: incorporó también a un espectacular trío de uruguayos, quienes formaron la columna vertebral del equipo: el delantero Carlos Zunino, el aguerrido mediocampista Dardo Acuña y el maestro Antonio Sacco. 
A ellos se unían otros nombres célebres como los de Faustino Delgado (goleador de esa temporada), Rafael Asca, Alfredo Cavero, Adolfo Donayre, Dante Rovay, Tito Villamares, Alberto Del Solar, José Villanueva y el argentino Roberto 'Tachero' Martínez.
Se armó un equipo de polendas; así consiguió Cristal el título de 1956, el primero de su historia. Sacco fue un gran protagonista en la avanzada cervecera, haciendo gala de acrobacias y piruetas; entre ellas, la ya mencionada “bicicleta”. Gracias a Sacco y al título conseguido, el club celeste comenzó a volverse popular. La hinchada, aún desorientada entre cigarros y cervezas, y acostumbrándose a llamar al club “Cristal” y no “Tabaco”, prefirió ensayar la bicicleta y divertirse sanamente.
Posteriormente, Sacco pasó por otros equipos del fútbol peruano, como Alianza Lima (1958), Deportivo Municipal (1959) y Sport Boys (1960-1961), en los que logró relativos éxitos, aunque no tan sonados como los alcanzados en sus dos temporadas con el cuadro bajopontino. 
Sus actuaciones le valieron en 1976 ser considerado por el recordado periodista deportivo Alfonso 'Pocho' Rospigliosi y su revista Ovación dentro del once ideal de jugadores extranjeros que había jugado en el campeonato peruano.
El uruguayo concluyó su carrera en el Perú, y se dedicó luego al comercio de carnes uruguayas en Lima. El negocio fue bastante próspero; aunque la gente seguía extrañando, domingo a domingo, su característica jugada. El tiempo no logrará borrar a Antonio Sacco y su bicicleta. Así, 1956 quedará como el año en el que el fútbol peruano aprendió a “montarla”. Y Sporting Cristal, como el equipo que tomó el manubrio desde aquella primera vez.
Fotos: libros ¡...Arriba Alianza! y ¡Vamos Boys! (Teodoro Salazar Canaval); libro 25 Aniversario Sporting Cristal; revista Gol
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