Foreplay: Los cien en la sien
La pretemporada de 2001 tuvo todos los flashes puestos sobre Alianza Lima, que festejó su Centenario con un triunfo sobre Colo Colo, pero antes sufrió derrotas que alarmaron a más de uno.
Los festejos de Alianza Lima por su Centenario comenzaron el sábado 9 de diciembre de 2000, un día después de que Universitario se consagró tricampeón nacional. Aquel sábado, un rumor comenzó a propagarse por las redacciones: Eduardo Esidio y Marko Ciurlizza, pilares cremas en las tres campañas, estaban con cuerpo y medio adentro en Matute.
Así sucedió: ambos se convirtieron en los fichajes estrella del Dream Team, como fue bautizado aquel Alianza que, con excepción de Henry Quinteros, Roberto Holsen, Roberto Farfán, Ernesto Arakaki, Luis ‘Manzanita’ Hernández y algunos jóvenes, deshizo casi toda su plantilla del pobre año 2000.
El tercer jale fue el regreso del hijo pródigo, Waldir Sáenz, quien venía de jugar por Cristal. También desde tienda rimense, se sumó el brasileño Palhinha. De Melgar volvió Juan Carlos Bazalar y lo acompañó Juan Alexis Ubillús. Arribaron hombres que dejaron más huella de la esperada: Gustavo Roverano, Guillermo Salas; otros, que no tanto: Roger Serrano, Rafael Gallardo. José Soto también firmó y su acompañante, Cristiano Grotto, vino de la mano del técnico: Paulo Autuori, campeón con Cruzeiro de la Libertadores 1997, se convirtió en el entrenador del histórico equipo blanquiazul.
Con los muñecos
Una mañana, en los primeros días de enero, Alianza abrió las puertas de Matute para que sus hinchas pudieran ingresar a la presentación de los nuevos jugadores. En ropa de entrenamiento, cada uno desfiló hacia al estrado y, ya allí, se enfundó la camiseta del Centenario. La placa del recuerdo registró al plantel, a Autuori, a algunos directivos de la gestión de Alberto Masías y a la mascota de la campaña, ‘Quintín’.
Pero si en las fotos todo era sonrisas, en la cancha estas se desdibujaron. Al menos en los primeros tres partidos.
Alianza presentó formalmente a su plantel, ante 20 mil espectadores, el sábado 27 de enero de 2001, en el estadio Nacional. Hizo el tradicional show con luces y fuegos artificiales. El rival fue escogido pensando en un pan comido, y así ganar, gustar y golear: llegó LDU de Quito, que por entonces, lejos de sus glorias posteriores, jugaba en la Segunda División de Ecuador.
Alianza parecía en buen camino hasta los 30’. Quinteros, de rebote tras un disparo de Esidio, puso el 1-0. Bazalar, y aprovechando un magnífico pase de Ubillús, puso el segundo con un tiro bajo.
Pero LDU reaccionó: un doblete del argentino Oscar Pacheco (quien cinco años antes había jugado por Melgar) puso el inesperado empate. Alianza hizo cinco años y, cuando José Soto sufrió una lesión, el árbitro Eduardo Lecca no permitió una sexta variante. Sobre el final del partido, Gustavo ‘Potro’ Figueroa puso el tercero en la valla de Roverano.
Fue una derrota impensada, como lo fueron las dos siguientes. El siguiente sábado, también en el Nacional, Alianza perdió 1-3 contra Deportivo Quito, en una noche en la que Waldir erró un penal y Esidio, por esa misma vía, hizo su primer gol vestido de blanquiazul. El brasileño volvió a marcar el domingo 11, en Arequipa, cuando, por la Copa El Gráfico Perú, los victorianos cayeron 2-1 contra Melgar.
Arreciaron las críticas; los pronósticos fueron los peores para la fecha cumbre, el 15 de febrero.
Arte de aniversario
La directiva blanquiazul organizó un show impecable para celebrar los cien años. Desde horas de la tarde del 14 de febrero, los hinchas se congregaron para recibir juntos las doce de la noche y los cien años del club. Varios artistas pasaron por el césped del Alejandro Villanueva.
Pasaron por el campo figuras aliancistas de todas las épocas, incluido el legendario Juan ‘El Mago’ Valdivieso, el longevo Juan Puente y el ídolo Cornelio Heredia. También hubo un homenaje para el rival, Colo Colo, quien tuvo el generoso gesto de ceder a cuatro jugadores cuando ocurrió la Tragedia de Ventanilla: los chilenos José Letelier, Parcko Quiroz, Francisco Huerta y René Pinto también fueron aplaudidos.
En el campo, al principio, Alianza reiteró las dudas y el nerviosismo de partidos anteriores, pero con el correr de los minutos se aplomó. Y el que apareció fue quien sería el mejor de Alianza en el Apertura: Palhinha. A los 31’, Esidio habilitó con precisión a su compatriota y este, con un remate a la mano izquierda de Eduardo Lobos, hizo vibrar a todo Matute.
Colo Colo silenció la fiesta victoriana en el reinicio: un cabezazo cruzado de Carlos Reyes venció a Marco Flores y estableció el transitorio empate en Matute.
Pero Palhinha volvió a aparecer a los 59’: Ubillús se proyectó por izquierda, mandó un centro bombeado y el brasileño se arrojo de ‘palomita’: su cabezazo ingresó lenta y complicadamente en valla chilena, pero hizo que las tribunas de Matute gritaran con alivio.
El happy birthday se cantó a las doce, con los rostros repletos de alegría.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista El Gráfico Perú
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Arriba Alianza!!