Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comCerramos la saga de candidatos a la presidencia de la FIFA con el actual presidente, Joseph Blatter, quien busca extender por otros 4 años los 17 que ya lleva al mando del máximo ente futbolístico.

Allá por 1998, un par de días antes de que se juegue el Mundial que le dio su primera estrella a Francia, Blatter contó los votos necesarios para suceder a Joao Havelange como presidente de la FIFA. Pasadas casi dos décadas, Sepp sigue sentado en el mismo sillón, esperando a la tarde del 29 de mayo que confirme su extensión en el cargo por cuatro años más. No ha gastado dinero en propaganda de ningún tipo, no ha ido a África buscando votos a cambio de cupos en un Mundial de nuevo formato, no ha hecho público un plan de trabajo; casi ni se ha peleado con sus contrincantes –de los que solo queda uno a la fecha–. Blatter no se ha movido porque sabe que no lo necesita.

Todo viento en popa

Un escueto documento de una página ha sido lo que el suizo comunicó a las más de 200 federaciones que votarán la próxima semana. “Desarrollar el juego, tocar el mundo y construir un mejor futuro” es el slogan con el que ha pretendido resumir su ideal de gobierno. O, más bien, la ausencia de este y la permanencia de un régimen que ha llevado a la FIFA al centro de acusaciones extremadamente severas sobre corrupción.

A poco de las elecciones, solo quedan dos competidores Joseph Blatter y Ali bin Al-Hussein (Foto: AP)

Una semana atrás, Blatter tenía el escenario ideal con tres contrincantes. Si bien la competencia era entre todos, a los opositores los unía un objetivo común: sacar al suizo de la presidencia de la FIFA. Esta semana Luis Figo y Michael Van Praag retiraron sus candidaturas y al menos el holandés manifestó su apoyo al contendor del actual presidente: Ali bin Al-Hussein. Con la oposición menos diluida, Blatter enfrenta a un opositor que se encuentra en mejor posición para combatir. Pero está tranquilo. Después de todo, Sepp tiene el poder político y económico que le ha ganado un apoyo lo suficientemente amplio como para postular a un quinto mandato consecutivo sin presentar propuestas ni despeinarse. Al-Hussein lo sabe. Todos lo sabemos.

¿Adónde vamos?

La pregunta peca de ingenua cuando la re-re-re-re-elección de Blatter parece cantada. Las ganas de cambio, de reforma institucional, de retirar a los convenidos que se enquistaron en el poder de la FIFA y de hacer un Mundial más grande y para todos van a tener que esperar otros cuatro años, si no más. No vamos a ninguna parte. El presidente se mantiene y la FIFA se lustra las botas para arrancar un nuevo partido. ¿La táctica? Algún viejo conocedor de fútbol dijo alguna vez que equipo que gana no se toca. La FIFA está cómoda. Ha superado etapa de pérdida de dinero y ahora cuenta con reservas considerables que han crecido sustancialmente la última década y que siguen a la alza. Todo sigue bien para los que tienen el asiento comprado.

Siempre quedará la duda sobre el informe de Michael García acerca de la FIFA que nunca llegó a salir (Foto: AP)

El problema es que la ganancia de los dirigentes es la pérdida de los que están en un nivel distinto del deporte. El último lustro ha estado lleno de acusaciones sobre amarres de partidos, sobornos a delegados de distintas federaciones y, lo que es peor, una mafia por asegurar la sede de un Mundial. Mucho interés no ha habido por desmentir o llegar al fondo del asunto, salvo un informe desarrollado por un exfiscal estadounidense Michael García que nunca vio la luz. No hay que decir mucho más al respecto.

La UEFA ha sido la única en oponerse formalmente a Blatter y concentró su apoyo en el presidente de la federación holandesa, pero tras su retiro solo encuentra en el príncipe jordano una pequeña posibilidad. La respuesta del suizo ha sido clara y contundente: pretende implementar una regla que prohíba presentarse como sedes por los siguientes dos períodos a países de un continente que haya sido sede. Es decir, luego de Rusia 2018, ningún país europeo podría volver a presentar una propuesta para un Mundial hasta, por lo menos, el año del centenario del torneo, 2030. Va quedando claro que quien está contra Blatter está solo.

Todo hace indicar que Joseph Blatter se quedaría en la FIFA hasta 2019 (Foto: Pelo Mundo Blog)

Son momentos muy difíciles para el fútbol que se ve manchado por la institución que lo maneja. Resulta evidente que algo anda mal cuando más noticia hace la política que el juego, pero para los que juegan en la política la cancha ya está pintada. Opositores como Al-Hussein no aparecen todos los días y, si bien tiene un chance de salir elegido, la posibilidad es muy escueta. Todo parece indicar que Blatter permanecerá hasta 2019, año para el que no negó la posibilidad de continuar al mando de la FIFA. Queda esperar, pero si hay que describir lo que es ahora y lo que está por venir, no hay mejor forma de responder que con las palabras de Gastón Gaudio cuando le preguntaron cómo se sentía enfrentando a rivales con los que no podía competir: es la misma porquería con más ganas.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AP, Pelo Mundo Blog


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