Amnesia en el olvido
Sporting Cristal esperó mucho para volver a ganar a su manera. Para ello tuvo que contratar a un técnico de la casa, cuyo ADN es del mismo color celeste: Roberto Mosquera. Con la ‘Mosca’, Cristal es nuevamente el mejor en todo.
La Raza Celeste no es un invento nuevo. Puede ser que la denominación se haya creado o hecho conocida desde hace poco, pero es cierto que es un insight notable del club Sporting Cristal desde que este fue fundado. Los seres humanos tienen personalidades y las instituciones también. A Cristal se le puede diferenciar fácilmente por su infatigable tendencia hacia la excelencia, no solo de resultados, sino también de su accionar general. El club rimense busca desde siempre ser una institución modelo no solo dentro de la cancha, si no también fuera de ella, en lo administrativo como en lo humano.
El caso de Leandro Franco aterriza la idea si es que se le estaba volando. El respeto que mostró por el estilo de juego histórico de los celestes es la prueba visible, en el campo de juego, de la Raza Celeste. Una idea, una identidad que se había perdido u olvidado en los últimos años. Una forma de ser, de entender la vida que se tuvo que recuperar con un hombre inteligente, capaz y que conociera este modo de vivir. Y no solo que lo conociera, si no que le entendiera, lo haya interiorizado y lo compartiera, no solo hacia adentro de la institución sino también hacia afuera de ella.
Un perfil bastante difícil de cumplir, pues no hay muchos ídolos celestes que hayan probado las mieles del éxito desde la dirección técnica. Ídolos, hay, y eso se probó en más de una discusión que sostuvo la redacción de esta página web con los lectores hinchas rimenses. La selección de los nombres para rebautizar las tribunas del estadio Alberto Gallardo es muestra de ello. Sin contar al ‘Jet’ quien entregó el trabajo de una vida al club, no había mucho de dónde elegir más que Julio César Uribe. Pero el 'Diamante' tenía un estilo que podía no enganchar con el concepto de desarrollo del club que tiene la actual dirigencia. Pero alguien por ahí se acordó de que Roberto Mosquera es celeste y acertó un pleno.
La ‘Mosca’ es la personificación del éxito de cervecero. Luego de hacer camino andar llegó a La Florida a verter la experiencia profesional recogida en los bancos de los equipos que condujo. No fueron pocos, como tampoco fue poco lo que hizo como jugador de Sporting Cristal en donde se coronó bicampeón nacional en 1979 y 1980 y anotó 32 goles en cuatro temporadas con la celeste, siempre fiel al estilo elegante que caracteriza a los de abajo del puente. Más tarde, ya de DT, en Cristal acompañó en el banco, como asistente, a Sergio Markarián en la campaña copera de 1997. Había perdido la categoría dirigiendo a Unión Huaral en 1995 y repitió el desagradable plato en 2009 con Bolognesi, pero poco después se reivindicó con Sport Huancayo logrando clasificarlo a la Copa Libertadores y siendo elegido el técnico del año en el 2011.
Con todo ese bagaje, llegó de vuelta a su casa para demostrar todo lo aprendido y para hacerle recordar a los suyos que hay una historia y una personalidad, una Raza Celeste, olvidadas a las que sacarles brillo. El estilo, el buen juego y los resultados estuvieron casi siempre ahí. Cristal archivó la amnesia y volvió ser el mejor, como le gusta, sin dejar espacio a ningún pero.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: prensa Sporting Cristal; Recorte: revista El Gráfico
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