Venezuela, casi eliminada, goleó contundentemente por 5-0 a una Bolivia deprimida en sus males. En el Monumental de Maturín, la ‘Vinotinto’ supo dar un espectáculo estimulante para una selección que mira el futuro.
    Eduardo Tirado | @EduardoTL
    Redactor

No es muy común ver que, en las Eliminatorias Sudamericanas, un equipo endose cinco goles a otro. En el complicado contexto subcontinental, las diferencias entre selecciones suelen ser muy cortas y los partidos se definen por lo general a partir de errores. Para romper esquemas y establecer la excepción, Venezuela sacó un resultado de escándalo en casa y se lavó la cara frente a toda su hinchada: regaló al pueblo vintotinto un triunfo impensado. Sí, de hecho, tuvieron que pasar cinco partidos como locales -el mismo número de goles que anotó- para que por fin los llaneros puedan cantar victoria en casa, y vaya de qué manera.

Si se pudiera hacer una analogía con una pelea de box, lo de la ‘Vinotinto’ fue una victoria por demolición. Desde el primer minuto, atacó por todos los flancos y no demoró en llegar el primer gol de Jacobo Kouffati, a los 2 minutos. La guardia del cuadro boliviano fue cediendo ante los constantes embates venezolanos, cada vez que el sacrificado Carlos Lampe salvaba, ocasión tras ocasión, su portería. Sin embargo, este no podía impedir lo inevitable: a los 11’, Josef Martínez inició el que sería su banquete personal. Cabezazo y 2-0.

Aunque parecía que los de Rafael Dudamel podían irse con una mayor diferencia antes de cerrar la primera mitad, Venezuela bajó las revoluciones y manejó los tiempos del partido, gracias a un Rómulo Otero que fue determinante en la conducción. Pese a la victoria transitoria y que parecía otorgar un marcador inamovible, volvían los fantasmas. Era ese equipo venezolano que ya había sabido complicarse tantas veces solo por no saber definir un encuentro cuando pudo. En ese contexto, ambas escuadras se fueron al descanso con la incertidumbre como protagonista.

Venezuela se paseó con Bolivia. (Foto: AFP) 

Inició el complemento y Lampe parecía erigirse como figura indiscutible, salvada tras salvada. Sin embargo, Bolivia brindaba demasiadas licencias en defensa y solo era cuestión de tiempo que los de Dudamel las capitalizaran, casi por simple gravedad. El entonado Martínez apareció en dos oportunidades y Otero –para sellar un cuasi perfecto encuentro- también dejó su huella anotadora. Una goleada que hizo levantar a todo el estadio y despedir a su equipo entre aplausos y alguna que otra lágrima.

Venezuela está lejos de siquiera pelear la clasificación, pero el pundonor que mostró permite decir que este equipo está dispuesto a morir de pie. Realmente, lució bien plantado para poder ganar con tres cabezazos a una defensa boliviana que no tuvo chance alguna ante un local que mostró rebeldía y, sobre todo, ganas de jugar hasta que el torneo termine. Y con una meta saludable: conformar un plantel que haga soñar hacia el futuro. Hacia allá van, y que no quepa duda(mel).

Los goles

Fotos: AFP


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La Ficha del Venezuela 5 - Bolivia 0

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