No me esperen en diciembre
Buenos días. Quien cree que el flagelo del terrorismo se acabó con una captura emblemática hace 25 años, se equivoca de cabo a rabo. Hace solo dos meses, el último 21 de julio, se produjo el Combate de Llochegua: un enfrentamiento armado en el que nueve policías resultaron heridos en una emboscada de narcotraficantes. Diez días después, en el mismo lugar, un sargento del Ejército murió en un enfrentamiento con una columna terrorista. Los habitantes llocheguanos, que conforman comités de autodefensa, tuvieron que entregar a las fuerzas militares sus armas y celulares durante un día para demostrar que ninguno había sido cómplice de lo ocurrido. Una dura postal de los ochenta pero vivida ahora mismo, en pleno 2017.
Es nada menos que de Llochegua, ese golpeado y muy pobre distrito de poco más de 12 mil habitantes, considerado el más convulsionado de todo el VRAEM, que surge el equipo revelación de la Copa Perú 2017: los Audaces de Mayapo, líder absoluto de la tabla única de la Etapa Nacional con puntaje perfecto y con una aplastante goleada de 6-0 lograda ayer sobre el Player Villafuerte de Huanta. Con un plantel conformado íntegramente por futbolistas de la zona, la oncena dirigida por Pedro Gonzales recuerda el rol más importante que cumple el deporte más hermoso del mundo en la sociedad: reivindicar a los pueblos a los que representan y permitirles ofrecer su mejor cara con orgullo y sobre la base de esfuerzo. Una de esas historias que vuelve único a nuestro fútbol macho.
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