En el Víctor Agustín Ugarte de Potosí, Huancayo planteó un partido en que priorizó defenderse. Si bien la estrategia es totalmente válida, apostar por lo defensivo debe venir indefectiblemente acompañado de un mecanismo de ataque, algo que el equipo de Diego Umaña no tuvo y que es un mal endémico de varios clubes peruanos cuando actúan en el exterior.

 

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Diego Édison Umaña es un viejo zorro. Su capacidad ha sido más que comprobada tanto en el Perú como en su país. Por ello, el plantemiento visto en Bolivia era el acertado hasta el punto que el tempranero gol de Manuel Corrales a los 9' justificaba el hecho de cerrarse atrás y desesperar a Nacional de Potosí quitándole espacios.

El problema, como pasa con varios otros equipos peruanos, es que defender quizá requiera de menor inspiración que atacar, pero igual tiene que saberse hacerlo. La estrategia de solamente defender no le funciona ni al Atlético de Madrid, quizá el mejor ejemplo moderno de equipos que priorizan en ciertas circunstancias el aspecto defensivo.

Huancayo se tiró atrás, le cedió mucho espacio a su rival y al final lo terminó pagando caro. Que esto sea error de Umaña es cuestionable. De hecho, emplear el doble lateral -Clord Cleque y Roberto Guizasola por derecha y Corrales y Julio Landauri por izquierda- es una apuesta para contar con opciones de salida por las bandas. Esto no funcionó en el primer tiempo y por ello Umaña decidió cambiar a sus volantes por Marcos Lliuya y Víctor Peña para mejorar esa salida; tampoco funcionó. El 'Matador' terminó regalando espacios y al final tanto fue el cántaro al agua que se rompió.

Sport Huancayo apeló al juego defensivo en Potosí y le terminó costando caro (Foto: diario El Potosí) 

Seguramente la historia en 'La Incontrastable' será diferente, pero lo visto en Potosí es un nuevo capítulo de una táctica defensiva mal aplicada y que termina con resultado negativo para el equipo peruano. Les ha pasado a todos, incluyendo al propio Huancayo en la Sudamericana anterior, así como al propio Real Garcilaso, quizá el equipo que capitalizó mejor el juego defensivo en partidos internacionales en el último lustro.

Se recalca que "tirarse atrás" no es algo per se malo, en lo absoluto, a diferencia de lo que a veces algunos discursos quieren categorizar. Pero hacerlo debe venir acompañado de posibilidades de salida rápida y limpia. En el papel, seguramente eso estaba pensado; el problema es que a los clubes peruanos les cuesta muchísimo llevarlo a la práctica.

Fotos: diario El Potosí


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