Minuto 30: Barrida libre
Corea–Japón 2002 se abría, como era tradicional hasta entonces, con la presentación del campeón mundial vigente, Francia. La particularidad era que lo hacía ante un seleccionado debutante: Senegal. Como tal, y a pesar de que luego de la épica de Camerún ante Argentina en 1990 era imposible dar por cerrado un partido inaugural antes de jugarse con un equipo africano de por medio, el favoritismo era más que obvio.
Pero Senegal no era una perita en dulce. Se había quedado por poco fuera de los dos mundiales anteriores, y en la Copa Africana de Naciones de ese 2002 había quedado en segundo lugar. Al rival lo conocían bien, y no solo por haber sido su colonia: de los 23 jugadores senegaleses convocados, 21 jugaban en el balompié galo, y el técnico era un francés, Bruno Metsu. Por todo eso, estaba escrito que aquel choque marcaría un antes y un después en la historia del fútbol de Senegal.
Minuto 30
Era el 31 de mayo de 2002, en el estadio de la Copa Mundial de Seúl. Unos 62 mil espectadores veían saltar a la cancha a una Francia plagada de estrellas, pero sin su máxima figura, Zinedine Zidane, ausente para una lesión. En un grupo que además englobaba a Dinamarca y Uruguay, se creía, era óptimo reservar a 'Zizou' para cotejos que serían más exigentes, y tal fue la decisión del técnico Roger Lemerre.
Ese panorama de confianza se comenzó a desdibujar al minuto 30. El Hadji Diouf, gran figura senegalesa, se le fue por izquierda al francés Frank Leboeuf. Tiró el centro atrás y el volante francés Emmanuel Petit, en su intento por despejar, hizo rebotar la pelota contra el golero Fabien Barthez. El pánico fue aprovechado por el número 19 senegalés. Su nombre: Papa Bouba Diop, quien estaba en el piso del área chica. Desde allí conectó para anotar el 1-0 que desató la estupefacción en Seúl.
El tanto desmoralizó a Francia, que nunca encontró el rumbo y, desesperada, acabó yéndose pifiada y humillada por un principiante en el torneo. Aquel partido marcó el futuro de les bleus, que acabaron en el último puesto del grupo A con un solo punto. Y significó la primera gran sorpresa de un Mundial repleto de ellas, en el que los chicos se caracterizaron por amargarles la vida a los grandes.
Por supuesto, Papa Bouba Diop sacó chapa de héroe. El centrocampista juega desde 2007 en el Portsmouth inglés, y en 2008 ganó la Copa FA con su equipo. Ha jugado 58 partidos y anotado 9 goles con su selección, que no estará presente en el primer Mundial disputado en su continente. Aunque para la explosión futbolística de este, su barrida inmortal en el arco de Barthez haya contado, y bastante.
Foto: world-cup-info.com
escrito por Andres , May 11, 2010
escrito por DeChalaca.com , May 11, 2010
escrito por Jose , May 11, 2010
Me acuerdo porque hace un par de semanas, pude finalmente ver la pelicula oficial de aquel mundial "Seven Games From Glory", muy recomendable para quien pueda verla.
escrito por Fiorella Menéndez , May 12, 2010
Gracias por tu comentario. Tienes toda la razón respecto al desarrollo previo del partido antes del gol de Senegal. Si Trezeguet hubiera anotado otra habrÃa sido la historia.
Opino que Francia se desmoralizó mucho antes del Mundial; existÃa una "zidanedependencia" y eso perjudicó mucho al equipo.
Gracias por recomendar la pelÃcula, prometo verla.
escrito por Jose , May 12, 2010