Holanda - México: Feo y odiado
Holanda es considerado el máximo “rey sin corona” del fútbol mundial. Los holandeses saben lo que es el sufrimiento futbolístico. Tres veces han llegado a la final y las tres veces han tenido que quedarse masticando la medalla de plata y el sabor de la derrota. La frustración e impotencia futbolística son tan holandesas como los cafés donde paran todos los turistas en Amsterdam. Y cuando el fútbol te quita tanto, en un momento te devuelve. Faltaban poco más de dos minutos para que se cumpla el tiempo reglamentario en el Castelao y México parecía conseguir por primera vez el pase para jugar su quinto partido en un Mundial. Las atajadas del ‘Memo’ Ochoa, las ganas del ‘Rafa’ Márquez, el empuje de Héctor Herrera y las escapadas de Giovani dos Santos -mientras estuvo en cancha- parecían suficientes para que los aztecas se queden con la victoria. No contaban con Robben.
La lectura de este partido la ganó la mayor parte del tiempo el ‘Piojo’ Herrera pues se dedicó a cerrar las válvulas de escape que tenía Holanda para hacerle daño a Ochoa. Robin van Persie apenas pudo escaparse un par de veces de sus centrales y quedar cara a cara con el arquero mexicano. Al otro lado, Arjen Robben recibía con muy poca comodida. Wesley Sneijder no lo encontraba encarado al arco sino encimado por el ‘Maza’ Rodríguez o Paul Aguilar. Siempre que recibía la estrella neerlandesa, tenía un mexicano respirándole en la nuca. Carlos Salcido se plantó como un ancla sólida en la media cancha y obligó a Holanda a intentar jugar por fuera donde Dirk Kuyt y Paul Verhaegh estaban bien contenidos, sin posibilidad de escapar a sus marcadores. Dada esa situación, no fue extraño que Dos Santos se encontrara liberado para buscar espacios junto a Oribe Peralta en una zaga oranje que sufría. Así, en uno de los tantos intentos mexicanos llegó el gol de ‘Gio’, un zurdazo que significaba la esperanza.
El problema para México ocurrió inmediatamente después de ponerse en ventaja. En vez de aprovechar el momento anímico y su superioridad en todas las zonas de la cancha, el equipo del ‘Piojo’ Herrera dio un automático paso hacia atrás cuando todavía quedaba más de media hora por jugarse. Ese repliegue fue confirmado por el propio DT mexicano cuando decidió sacar a ‘Gio’ para dar paso a Javier Aquino. Había que cuidarse. Estaban haciendo historia. El problema es que dejaron que fuera creciendo la figura de Robben y poco a poco los espacios eran mayores para enfrentarse al ‘Memo’ Ochoa. Obviamente, uno de los mejores arqueros del Mundial respondió como se esperaba y mantenía el cero en su arco. Hasta que el desaparecido Sneijder decidió decir presente y clavó un derechazo inatajable. Ni el ‘Memo’ salvador fue capaz de hacer algo más que mirar con impotencia.
El castigo fue durísimo para México. Era cierto que se había metido en su área solo sin la iniciativa de Holanda, pero en el papel todavía le quedaban 30 minutos de tiempo extra para recomponer y volver a causar daño en los espacios que ya había encontrado durante todo el partido. Con un ‘Chicharito’ fresco, no era impensable que los aztecas siguieran peleando el partido. El problema es que al frente no tenían un equipo chico sino uno con figuras suficientes como para hacer daño en el momento inesperado. Y fue Robben el que se escapó, el que amagó y el que cayó en el área. ¿Penal? Exagerada la caída de la víctima, pero falta al fin y gol de Klaas Jan Huntelaar. 2-1 y chau. México otra vez al borde de su quinto partido. Holanda hizo sufrir como tantas veces tuvieron que sufrir ellos. Fútbol.
Fotos: AFP, Reuters
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