Foto: AFPAlemania obtuvo premio a 14 años de trabajo en menores con la obtención del Mundial de Brasil. El mejor plantel del torneo se basó en eso y en un espíritu de equipo que le había faltado en otros grandes certámenes.

 

LOS DEL NIVEL MÁS ALTO. Alemania era favorita desde el arranque por el gran nivel que tenía su plantel. Desde el arco hasta el delantero, en cada línea contaba con grandes jugadores y que venían de unos años obteniendo títulos al máximo nivel. Tanto es así, que bajas como la de Gundogan o Reus no se sintieron durante todo el Mundial, incluso la ausencia de Schmelzer no se sintió debido a la adaptación al puesto de Höwedes.

REGRESO A LA MENTALIDAD ALEMANA. La selección teutona ya venía presentando grandes equipos en las últimas grandes citas. Pero desde el 2008 hasta ahora, había fallado en momentos claves. Lo hizo dos veces antes España y una vez ante Italia. Parecía que esa mentalidad combativa que había caracterizado siempre al fútbol alemán se había perdido con el buen toque. Este equipo de Löw la recuperó y con ella superó a Francia, Brasil y Argentina.

EL FÚTBOL SE GANA AL MEDIO. Desde hace tiempo. Por eso lo ganó Italia en el 2006, por eso lo ganó España en el 2010 y por eso lo ganó ahora Alemania. El buen toque, la entrega y el orden fueron claves. Pero el cuadro germano le sumó a eso cracks. Jugadores que en este momento son los mejores del mundo en sus posiciones. Desde Kroos hasta Schweinsteiger, pasando por Khedira. Como se señaló antes, se pudo prescindir de Reus y Gundogan sin que su juego haya cambiado en nada.

REVOLUCIÓN DEL PRAGMATISMO. El ser alemán es ser práctico. Se hace lo que funciona y lo que no, se deja de hacer. Löw demostró esto al cambiar formaciones y posiciones de jugadores si veía que su idea inicial no funcionaba. El cambio más icónico fue tal vez el de Lahm, que volvió al lateral luego de haber arrancado el Mundial siendo volante central. Su equipo necesitaba salida en los laterales y el DT teutón no tuvo problemas en hacerlo. Pasó lo mismo con Müller y Klose. Löw se alejó del debate sobre el “falso 9” y puso lo que necesitaba. Así ganó.

ESTO EMPEZÓ HACE TIEMPO. La Federación alemana comenzó una revolución en su fútbol de menores en el 2000. Cambió su forma de juego, su forma de trabajo, entre otras cosas. En el 2004, Oliver Bierhoff, responsable deportivo de la selección, afirmó que Bastian Schweinsteiger lideraría a la nueva generación. En el 2009, quien escribe tuvo la posibilidad de ver como el equipo alemán sub 21 goleaba 4-0 a Inglaterra en la final del europeo de esa categoría en Suecia. En ese equipo jugaban Höwedes, Kroos, Özil, Neuer, Boateng, Hummels y Khedira. Cinco años después se convirtieron en campeones mundiales de mayores. El trabajo fue premiado.

Foto: AFP

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