• NO LA VIO. Juan Manuel Olivera no tuvo su mejor noche con camiseta aurinegra. El '9' manya no encontró espacios en el área brasileña. (Foto: Reuters)
  • ESTA FINAL ES SUYA. Elano es una de las figuras de Santos y estandarte el cuadro paulista. El brasileño se quiere sacar la espina de la Libertadores 2003. (Foto: Reuters)
  • LE ENCANTA EL GOLPE. Neymar recibió un trancazo de Darío Rodríguez, pero se levantó y siguió encarando. El crack de Santos se motivó ante los escollos del local. (Foto: Reuters)
  • DE ESPALDAS AL GOL. Zé Eduardo tuvo las más claras de Santos en sus pies. El delantero albo está en deuda con el equipo paulsta. (Foto: Reuters)
  • LE VA A TODO. Alex Sandro cumplió una destacada actuación en la defensa visitante. En la imagen, lucha palmo a palmo con Olivera. (Foto: Reuters)
  • AGARREN AL LOCO. El técnico de Peñarol, Diego Aguirre, se puso como loco cuando le anularon el gol a Peñarol por posición adelantada. (Foto: Reuters)
  • OTRO LOCO SUELTO. Muricy Ramalho también fue todo un show al borde del césped del mítico Centenario. El estratega brasileño no dejó tranquilo al árbitro Carlos Amarilla. (Foto: Reuters)
  • CAPITÁN Y FIGURA. Neymar se lamenta la ocasión que desperdició Zé Eduardo y que nació de sus pies. (Foto: Reuters)
  • UNA COSA DE LOCOS. Diego Alonso se muestra incrédulo cuando le anularon su gol. El delantero uruguayo pudo ser el héroe de la noche en Montevideo. (Foto: Reuters)
  • QUERÍA GRITAR UNO. Este niño se quedó con las ganas de festejar un gol de su equipo en la popular. Los hinchas aurinegros se quedaron con las ganas. (Foto: AP)

 

La frecuencia: Fox Sports

Pese a la mala crítica que se han llevado por su preferencia sin tapujos a los equipos argentinos, la dupla formada por Mariano Closs y Fernando Niembro tuvo pasajes de entretenimiento. Soltaron algunas perlas algo subidas de tono, y en el tema de la objetividad sucumbieron a la clara, aunque no tanto como para sus compatiotras, sino más bien preferencia para con los uruguayos. Buenos datos de Marcelo Benedetto pero mínimo podrían haber puesto unos subtítulos cuando hablaban los brasileños.

La pizarra: Y también defienden

Que el fútbol brasileño sea conocido mundialmente por su jogo bonito, sus gambetas, su fantasía, nadie lo discute. Sin embargo, como ellos saben, el fútbol no es solo eso. Y cuando tienen que defender, marcar o presionar también lo hacen con la misma calidad. Ramalho priorizó el cero, y si bien Pará a veces se mandaba al ataque más fue lo que marcó. La solidez de Durval y la férrea marca de Adriano a Martinuccio empezaron a cerrar las chances al 'manya', y más aun con un Rafael bien colocado. Pese a empezar dominando, no arriesgó tanto y la ofensiva dependía en demasía de Neymar pues Zé Eduardo no tuvo una noche acertada y más parecía estar pensando en su futuro en el Génova. Diego Aguirre, en tanto, mandó su once clásico e hizo daño en las pelotas paradas con los dos Rodríguez -Dario y Guillermo- yendo al remate. También Sebastián Sosa respondió correctamente cuando le probaron, y arriba, como ya se mencionó, Martinuccio estuvo controlado y Olivera apagado.

Los cambiazos: Bolso lleno

Los ingresos del ‘Lolo’ Estoyanoff y ‘Tony’ Pacheco abrieron las chances para el aurinegro, pero faltó el bendito toque final. Además, Mier decepcionó y la acumulación de amarillas a cargo de un correctísimo Carlos Amarilla condicionó a sus principales referentes. Ramalho, por su parte, metió cambios para cerrar el partido y buscar la sorpresa de contragolpe, pues pensó mucho más en Brasil que en estos primeros noventa minutos.

El capo: Adriano

Entre Olivera y Martinuccio se supuso que llegaría el gol oriental, y como el ex Universidad de Chile anduvo apagado fue el ‘Negro’ quien llevó el mayor peligro. Pero ahí estuvo Adriano para cerrarle los espacios al mínimo centímetro. En sí, fue el trabajo conjunto de la zaga del Peixe la que permitió cerrar los gritos de gol a un Centenario imponente.

El extraviado: Zé Eduardo

El delantero brasileño tuvo la más clara del partido: luego de un rebote que le dejó solo a tres metros del arco rival, con un ángulo en que el arco se agranda y Sosa se achica, la mandó centrada para dejar chances al rechace. No acompañó a Neymar y de estar más fino se podía estar hablando de un Santos más cerca de ser campeón.

Jailaits

Pura finta: A Neymar se le puede criticar de fintero, pero Amarilla no le toleró ninguna. No obstante, habilidad tiene y con sus 63 kilos sabe que debe aguantar guapeadas y hacer lo que mejor sabe; y que las amonestaciones sean para los que intentan bajárselo. En esta ocasión sacó remates sin ángulo pero muy centrados, aunque su juego debe tener compañía y ello hoy no tuvo respuesta.

Nunca serán favoritos: Puede tener la historia respaldándole, pero lo peor que le puede pasar a un equipo uruguayo es tildarlo de favorito. No saber manejar la posesión y la pelota parada -como con los dos Rodríguez al final del primer tiempo-, se traducen en sus mayores logros de esta noche. Estuvieron cerrados y sin chispa, y cuando más se esperaba de ellos se les notó el cansancio.

Tarjeta de felicitación: La actuación de Amarilla fue para quitarse el sombrero. Impuso presencia, respeto y no dejó hablar a los jugadores. Él,y nadie más que él, tiene la palabra y la certeza de haber acertado. El penal que se reclamó en el área brasileña no lo fue en el primer tiempo, y el gol anulado por posición adelantada también fue un acierto. Quizá faltó pararle los gritos a Diego Aguirre, aunque se entiende la tensión de la final.

Fotos: Reuters

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