San Martín - Nacional de Montevideo: Lo recibe con gusto
Si los arqueros hubieran tenido una buena noche, posiblemente un cero inmenso hubiera sellado el duelo entre San Martín y Nacional de Montevideo. Pero fallaron y a San Martín el gol agónico le cayó mucho mejor, pues permitió que la igualdad no hiciera sacar el látigo y las recriminaciones, que bien podría haber merecido.
Noche sin Díaz
A San Martín le costó entrar en juego y hallar la brújula que la ausencia de José Luis Díaz dejó perdida. Sus principales cartas de ataque, Ludueña, García y Arzuaga, estuvieron con las nubes encima: cada uno trató de despejarlas de distinta manera, pero les costó. En ese primer tiempo, los santos solo hallaron claridad en los pases largos y bajos de Carrillo e Hinostroza, bien complementados entre sí. Con ello, el cuadro de Rivera pudo frenar el dominio inicial de los uruguayos.
No se quedan atrás
Atrás, los dos anduvieron sólidos. Por el lado charrúa, Victorino anuló a Arzuaga y Romero controló a García: la zaga uruguaya mordió y se lució inquebrantable, sacando balones de la línea (como ese disparo de Ludueña en el primer tiempo) o anticipándose en centros que parecían perfectos (como aquel de Del Solar a Arzuaga al principio de la complementaria). No se quedaron atrás los centrales locales: la baja por expulsión de Christian Ramos no se hizo sentir y Jorge Reyes pudo sentirse cómodo al lado de Josepmir Ballón, que bajó unos metros respecto a su posición habitual, cumpliendo con creces: estuvo impecable.
Volantes y timones
Paradójicamente, la lesión de Ronald Quinteros, antes de finalizar el primer tiempo, pareció reacomodar la volante santa. El triángulo que esbozó Pelusso detrás del promocionado Lodeiro (quedó en deuda), compuesto por Arismendi, Fernández y Morales, había ganado espacios en mediocampo, en búsqueda de asegurar la clasificación tricolor (finalmente lograda). El ingreso de Del Solar, sin embargo, permitió formar una línea de tres para contrarrestar esta disparidad con mayor sincronización, además de darle más libertad a Ludueña. Pero ‘Chemito’ acabó enfriándose por el ritmo que agarró el partido: una lucha cuerpo a cuerpo que arrancó bostezos. Por ello Rivera dispuso su sustitución por el joven Luis García, algo medroso, pero más entusiasta.
Un iceberg en el camino
El encuentro no había retomado el vértigo del que gozó en algunos pasajes de la primera mitad. Pero, si el partido se había enfriado, al minuto 74’ llegó el baldazo de agua helada. Un centro frontal de Pereyra fue conectado por Victorino (ante la impávida marca de ‘Chicho’ Salas) para llegar preciso a la zurda de Mondaini, que la puso al primer palo de un distraído Butrón. De súbito, San Martín perdía y hacía resucitar a River.
Para diferenciarse
Si algún encuentro sentenció a San Martín en la Libertadores pasada fue aquella derrota en casa ante la Católica de Chile. La noche de hoy parecía pintar un dejavú. Pero llegó el golazo de tiro libre de Ludueña, a falta de un minuto reglamentario, para hacer la pequeña diferencia. Esa diferencia que no tuvo San Martín en la Copa anterior. Ahora puede jugar su destino en dos jueves: pasado mañana, una derrota de River en Asunción oficializará su clasificación. De lo contrario, siete días después lo tendrá frente a frente. En el peor de los casos, los santos visitarán a los ‘millonarios’ en Buenos Aires con un punto de ventaja. Si es cierto que el equipo de Santa Anita es ahora más sólido y maduro, el punto de hoy podría bastar para aferrar la esperanza.
Fotos: Andrés Durand / DeChalaca.com
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escrito por Carlos C , April 22, 2009
Esperemos el resultado del jueves y que no sea otro que la derrota de River.
Una definición en Buenos Aires con un punto de diferencia será, lamentablemente, 90% para River.
Ayer a la San MartÃn le faltó la convicción y actitud de los últimos 10 minutos para doblegar a un rival ganable.