Foto: ConmebolWilstermann terminó clasificando con angustia: empató 2-2 ante un Oriente Petrolero que fue más ganas que fútbol. Los constantes errores fueron el principal protagonista en la resolución de la llave.

Rodrigo Álvarez | @RodAlvarezV
Redactor

ERRAR ES HUMANO. Ni bien arrancó el fútbol, Maximiliano Freitas recibió de José Alí Meza y picó en dirección de Arnaldo Giménez. Cual tractor a toda máquina, el uruguayo aceleró y pegó un disparo muy violento que exigió al guardameta del 'Aviador' mientras los centrales miraban desconcertados al robusto delantero. Posteriormente, por querer hacer toques consecutivos, se regalaron mutuamente el esférico en el medio sector; para finalmente llevarse la cereza del paste el pase gol que le regaló Luis Haquin a Serginho en el 1-0 de Wilstermann sobre Oriente Petrolero. Pareció un partido más pactado a errores que mérito propio, aunque no le quita ritmo lo atento que estuvo el jugador de turno para aprovechar el desacierto de su contricante.

NO PERDONAR ES DIVINO. Las dos que tuvo, las embocó. Freitas fue claramente la figura del partido y aunque no el más desequilbrante, sí el más eficaz. El popular 'Tanque' no perdonó un rebote suelto de Giménez tras un buen disparo con bote para poner el 2-1 parcial, además de hacer saber un correcto manejo de tiempos en la pasiva marca de los de Cochabamba para igualar el encuentro poniendo nerviosos a los locales con un potente derechazo a la mano derecha del guardameta local. El trabajo de los delanteros tiene que ser intachable, no hay margen de error y menos en una competición internacional.

EL NÚMERO ENGAÑA. A pesar del deficiente partido de ambos, si hubieron jugadores que destacaron por encima del rendimiento colectivo, uno de ellos fue Cristian 'Pochi' Chávez. El ex Boca dejó su rol de '9' -como el que llevaba en la camiseta- para colaborar en lo creativo. Fue el co-conductor de un equipo 'Aviador' que supo golpear en los momentos justos. Aunque gran parte del primer tiempo estuvo ubicado por el medio, se reacomodó por derecha debido al gran aporte que arrojaba el elenco refinero por esa zona. Una vez más queda demostrado que el número es un símbolo más en la camiseta.

Serginho encuentra el espacio para centrar el balón. (Foto: Conmebol) 

FINO INCIERTO. Bueno lo de 'Pochi' Chávez, pero mejor lo de Serginho. El brasileño es claramente el estandarte del equipo de Alvaro Peña. Tal vez la nacionalidad le ayuda pero no es coincidencia la buena pegada y manejo de tiempos con balón en potestad del capitán aviador. Si bien su labor es más darle pausa al fútbol, fue vivaz en presionar un balón que terminó en posesión equivocada y no desaprovechó la oportunidad para ejecutar la portería de Diego Zamora a los 22' del primer tiempo. Aunque se fue quedando en el segundo tiempo, fue clave para los dos goles -hizo un gol y dio una asistencia- que le terminaron dando la clasificación a los de Cochabamba a la tercera fase.

ES LO QUE HAY. Aunque son rivales conocidos del medio local, lo de Wilstermann y Oriente Petrolero fue más ganas que fútbol. Por el lado del 'Aviador', Serginho, quien asumía la función de creativo, empezó bien pero no terminó de igual manera, mientras que en el equipo cruceño Paulo Rosales no trascendió. El '10' de los refineros tenía que bajar demasiado a la primera línea de volantes aunque sin éxito, no encontró a sus socios en ofensiva y apeló mucho más a la fuerza que a la creación futbolística. Sin Freitas, Oriente no contaba con goles y dejaba mucha expectativa de qué podía pasar de cara al arco rival, ya que tenía la posesión los primeros 25' pero sin llegar a la línea de fondo. Apelando a las ganas es difícil superar una etapa decisiva de la Libertadores.

Los Goles

Fotos: Conmebol


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La ficha del Wilstermann 2 - Oriente Petrolero 2

 

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