En 2001, Colombia clasificó a la final de la Copa América que organizó -y luego ganó- después de vencer en Manizales a Honduras, el equipo sensación del torneo. El cuadro cafetero inició aquel 2-0 con un espléndido tanto de Gerardo Bedoya, conquistado vía la especialidad del lateral: el disparo de media distancia.
Auspicio Hyosung Perú

 

MANIZALES, COLOMBIA, 26 DE JULIO DE 2001. Treintaicuatro mil seiscientas cincuenta y tres personas copan el Palogrande de Manizales, estadio poco habituado -aún faltan tres años para la mítica campaña de Once Caldas en Libertadores- a las grandes circunstancias. Colombia y su enorme ilusión por ganar la Copa América que organiza tienen al frente en semifinales a Honduras, el equipo revelación del certamen, clasificado a esa instancia luego de apear nada menos que a Brasil en cuartos. El equipo que dirige Francisco Maturana dispone lo mejor de su arsenal y, sobre todo, sale lanzado a buscar el primer gol sobre el marco de Noel Valladares, al que acosa hasta con tres disparos de gol antes de los 5 minutos de juego.

 

 

El primero de esos tiros ha sido a balón parado, ejecutado por el especialista con que los cafeteros cuentan: el lateral izquierdo Gerardo Bedoya, reconocido por su potente disparo de media distancia. Se ha ido pegado al poste izquierdo de Valladares, pero se ha tratado solo de un aviso. Porque a los 6 minutos, esa zurda letal va a hacer gala de su inmensa potencia. El 'Totono' Freddy Grisales arranca por el medio del campo, haciendo flecos a los marcadores que le salen al frente. Se le planta cual porfiado Jorge Caballero, quien rechaza al bulto y da origen a una sucesión de rebotes entre Grisales, quien sigue avanzando, Víctor Aristizábal y la zaga hondureña. En esas, el balón queda para que Límber Pérez rechace, y el central colombiano lo hace de cualquier manera: con un zurdazo bajo que queda, preciso, como asistencia directa para el desborde de Bedoya por izquierda. El lateral avanza uno, dos pasos y apenas llega al vértice del área grande, y antes de que Amado Guevara lo barra en el cruce, dispara cruzado y alto, de modo excepcional, para que se cuele por ese resquicio del pórtico de Valladares donde las arañas tejen su nido. Gol soberbio: Colombia gana 1-0.

Más adelante, Aristizábal cerraría el triunfo colombiano por 2-0 que dio acceso al equipo de Maturana a la final, en la que vencería a México para alzarse como campeón de América por única vez en su historia. Tras aquella magna campaña, Bedoya, que pertenecía a Deportivo Cali, fue fichado por Racing Club, al que llegó sin grandes expectativas y en el que vivió una página inolvidable al conseguir el primer título de la 'Academia' en 35 años. Otro gol suyo de media distancia, marcado a River Plate, fue el más gritado de aquella campaña racinguista. Hasta hoy, con 39 años a cuestas, 'El General' sigue en actividad con el Cúcuta Deportivo; con la selección Colombia, entre 2000 y 2009, llegó a jugar 48 partidos y anotó 4 goles, cifra significativa para un lateral izquierdo que le pegaba como los que saben.


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