Composición Fotográfica: Kenny Romero/DeChalaca.com Para Alberto Bica, la Copa América de 1979 fue un trampolín para llegar a los clubes más prestigiosos de latinoamerica, gracias a su capacidad goleadora y de desborde. Pero también le sirvió para que, años más tarde, salga vencedor en el partido más difícil de su vida.

 

Al igual que en 1975, la Copa América de 1979 no contó con una sede fija y, por ello, se debieron de jugar partidos de ida y vuelta. De esta manera, se formaron tres grupos con tres equipos cada uno, mientras que Perú, campeón anterior, clasificaba directamente a las semifinales del certamen.

De esa manera llegaron, en un principio, las nueve delegaciones para disputar la primera fase del torneo que tuvo una duración de casi 5 meses. El 18 de julio se inauguró la Copa América en La Paz con un triunfo de Bolivia sobre Argentina; desde ese momento los partidos se disputaron en fechas un tanto distantes, mostrando un peculiar desorden.

Fue entonces que, en el grupo C, específicamente en el segundo partido de Uruguay, Alberto Bica le dio el triunfo a los charrúas para que, unos años más tarde, triunfe en uno de los partidos más difíciles de su vida: el cáncer.

Minuto 4

En su primer partido, Uruguay había caído por 2-1 ante Ecuador en Quito y tuvieron que esperar hasta el 16 de setiembre, diez días después, para cobrarse la revancha en Montevideo. Así, a mediados de setiembre, Uruguay, ante la presencia de 25 mil espectadores, recibió a Ecuador.

Tras la orden del brasileño Oscar Scolfano, se inició el partido de revancha entre ecuatorianos y uruguayos. No transcurrían ni 5 minutos, cuando apareció, Alberto Bica, a los 4’, quien marcó el primero para los charrúas; Bica, por aquel entonces, se desempeñaba como wing, siempre pegado al sector derecho, metiendo unos desbordes fenomenales.

El primer tiempo terminó sin un claro dominador y con el marcador favorable a Uruguay, por lo que en el complemento, los ecuatorianos pudieron sorprender. Cuando Ecuador estaba más cerca del empate, que Uruguay del segundo, el brasileño Scalfino cobró un claro penal a favor de los locales; Victorino se encargó de poner el segundo y, al parecer, definitivo de la noche a los 57’. No obstante, el cuadro norteño no quiso irse con el cero y Klinger marcó el descuento a los 77’. Bica, pues, resaltó sobremanera en ese encuentro con sus estupendos desbordes. Todas esas habilidades lo llevaron a River Plate de Argentina unos años más tarde.

Ya al borde del retiro y tras haber brillado con otras importantes camisetas sudamericanas como las de Flamengo o San Lorenzo, sufrió uno de “los peores años de su vida”, tal y como él mismo lo define; sucede que le detectaron leucemia producto de una infección a los ganglios, para que después le diagnostiquen la maldita enfermedad. Así, la tremenda trayectoria de Bica, influyó –también- en la victoria que logró –y por goleada- al cáncer. Solo que, hoy por hoy, se busca la vida cerca (y lejos) del fútbol. 

Composición Fotográfica: Kenny Romero/DeChalaca.com

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