Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com En el Sudamericano organizado por Chile en 1955, Argentina le propinó una paliza a Uruguay -la mayor goleada en el historial de sus enfrentamientos-. Ángel Labruna marcó el segundo gol albiceleste en un encuentro que culminó de manera increíble.

 

El certamen continental de 1955 se disputó, en gran parte, en el Estadio Nacional de Santiago. Faltaban tres encuentros para determinar al campeón y habían tres invictos, los cuales tenían posibilidades de levantar el cetro. Por un lado, Chile estaba primero con siete puntos -con un partido menos-, mientras que Argentina y Uruguay tenían cinco cada uno -y con dos encuentros menos-.

Precisamente, gauchos y charrúas se enfrentaron el 27 de marzo. El que ganaba tenía altas chances de alzar el título. Los celestes habían goleado cuatro días antes a Ecuador por 5-1, por lo que se intuía que el encuentro sería harto disputado, como todo clásico. Y así fue durante la primera mitad: a los 32', Oscar Míguez abrió la cuenta para los orientales, pero Rodolgo Micheli empató a los 37'.

Minuto 39

José 'Pepino' Borrello anota ante la impotente mirada de Walter Taibo, golero charrúa. Fue el quinto tanto argentino; luego llegaría el sexto, de Labruna. (Foto: revista El Gráfico)La emoción se instalaba en el recinto santiaguino con la igualdad albiceleste, no obstante, no tardaron en apreciar otro tanto. Apenas cuando la algarabía por el gol de Micheli terminaba, apareció el experimentado Ángel Labruna, el ariete de 36 años de River Plate, para darle la vuelta al marcador y poner en ventaja a su elenco. Sin duda, Argentina tenía motivos para irse tranquilo al descanso.

Lo que vino después fue insólito. Los gauchos le endosaron más goles a su rival: Micheli y Labruna se hicieron presentes en el marcador otra vez, mientras que José 'Pepino' Borrello se encargó de poner el 5-1. Con la amplia ventaja a su favor, el estratega -y emblemático- Guillermo Stábile decidió retirar del campo de juego a Labruna a los 79'. En su lugar entró el destacado atacante Norberto Conde.

No obstante, Conde solo duró dos minutos en la cancha, ya que se acercó a Matías González, quien participara en el "Maracanazo", para restregarle en la cara el resultado. El zaguero charrúa le aplicó un golpe en la mandíbula que lo dejó noqueado al delantero de Vélez. Por ello, el juez Carlos Robles le permitió a Labruna retornar al terreno de juego. El artillero marcó el sexto -y su hat trick- a los 87'.

Ese día no le salió nada a Uruguay. Ni siquiera Óscar Míguez pudo transformar el penal a los 82': Julio Musimessi se lo atajó. Sin embargo, para efectos estadísticos, cabe remarcar que el 6-1 significa la mayor goleada en el historial de enfrentamientos entre gauchos y celestes; además, es la peor derrota sufrida por los charrúas en la Copa América. Los orientales también tienen malos recuerdos.

Composición Fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com

Foto: revista El Gráfico

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